Qué acorde el de aquel día
Eliot Van Buskirk
Al profesor Jason Brown de la Dalhousie University le ha llevado seis meses y técnicas de análisis matemático muy avanzadas averiguar la lógica detrás de uno de los más misteriosos sonidos en la historia de la música; el «praaaaaaang» al principio del Hard Day's Night de The Beatles.
A los guitarristas les lleva fascinando décadas cómo se toca este acorde porque cuntiene una nota que debería haber sido imposible de tocar por parte de las dos guitarras y el bajo de The Beatles en una sola toma. Y los expertos siempre han concluido que en esta parte de la canción no hay trabajo multipistas. El ingrediente secreto resultan ser cinco notas de piano aparentemente tocadas por el productor George Martin. Brown lo descubrió desensamblando las amplitudes muestreadas en sus frecuencias originales utilizando transformadas de Fourier.
«¿Qué pasa con los otros tres D3? Sólo uno puede venir de la guitarra de doce cuerdas de George, e incluso si John tocaba otro con su guitarra de seis cuerdas, aún falta uno por contar» dice parte de la conclusión en el informe de Brown. «El productor de The Beatles, George Martin, habitualmente doblaba al piano solos de George Harrison. ¿Y si el acorde es en parte piano?»
«Los pianos tienen tres cuerdas para cada nota. Un martillo golpea las tres al mismo tiempo para producir el sonido. Eso resuelve el problema de las tres F3, todas pueden venir de un piano tocando F3».
En ese rango de frecuencias, el martillo dentro de un piano golpea tres cuerdas paralelas, lo que hace tres notas. Eso explicaría la mayor parte del misterio. Pero Brown ha tenido que figurarse también dónde se han ido las otras notas misteriosas; la guitarra de John Lennon, la de George Harrison, y el piano de George Martin.
El informe se titula Mathematics, Physics and A Hard Day's Night y está disponible en formato PDF. Se cita la autobiografía de George Martin, All You Need Is Ears, en la que Martin «llega a asegurar que no debería esperarse que la gente está necesariamente haciendo lo que parece estar haciendo al sonar en un disco, y compara la grabación con rodar una película, donde se utilizan todo tipo de efectos de fondo para crear ilusiones».
«A veces las matemáticas nos descubren los mejores misterios». Bien tocado, señor.
Visto en Wired.com.