Contaminación acústica, estrés y bajada de rendimiento
Siguiendo con la aportación del Blog de SAE Institute y gracias a la sugerencia del hispasonico Sonido, hablaremos hoy de las consecuencias a nivel psicológico que tiene la contaminación acústica.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el nivel sonoro que se recomienda en exteriores no debería superar los 45dBA por la noche y los 55 dBA por el día. La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), considera que contaminación acústica aparece cuando se superan los 65 dBA como nivel sonoro continuo equivalente en 24 horas. Según esta organización, el 20% de los ciudadanos europeos está sometido a este tipo de contaminación.
Estar expuestos a fuentes de ruido prolongadamente provoca diferentes trastornos a nivel físico y psicológico como:
- Perdida de la capacidad auditiva. Se refiere a un incremento en el umbral de audición. Si es exposición a un ruido agudo y de alta intensidad, la deficiencia se produce en la banda de frecuencias que va de 3.000 a 6.000 Hz. Si el ruido es contínuo, puede generar problemas también en la banda de 2.000 Hz.
- Aumento en la posibilidad de sufrir daños fisiológicos y cardiovasculares como hipertensión y cardiopatía.
- Riesgo de padecer ansiedad, estrés emocional, dolores de cabeza e incapacidad para concentrarse.
- Elevado riesgo de padecer trastornos del sueño. Tanto por la imposibilidad de dormir en lugares con niveles de ruido elevado, como por el estrés acumulado por haber sufrido a lo largo del día niveles de contaminación acústica importantes.
El sueño es el mejor regenerador celular que poseemos. Dormir de forma continuada es esencial para el bienestar físico y psicológico. Un deficiente hábito en nuestro sueño puede provocar serias alteraciones en nuestro organismo.
El no dormir de manera regular y la cantidad de horas que necesitamos puede provocar fatiga, depresión, ansiedad, irritabilidad y una disminución del nivel de concentración en la tarea que realizamos.
El ruido en las grandes ciudades y en determinadas calles estrechas o calles muy concurridas, puede dificultar la conciliación del sueño o interrumpirlo. Para descansar adecuadamente, el nivel de sonido equivalente no debe exceder 30 dB(A) para un ruido continuo de fondo y se deben evitar ruidos puntuales por encima de 45 dB(A).
La contaminación acústica genera estrés. También genera trastornos del sueño y estos trastornos del sueño generan aun más estrés. Es decir, el estrés es alimentado con más estrés. Podemos entrar en un circulo que se realimenta continuamente y nos dificulta enormemente poder salir de él. Tengo estrés por la contaminación acústica y por esto no duermo y como no duermo, tengo aun más estrés y así sucesivamente.
Una de las características fundamentales del técnico de sonido es la capacidad para discriminar las distintas frecuencias implicadas en un instrumento musical y saber mezclarlas con otros instrumentos. Esta labor requiere de un alto nivel de concentración y una agudeza auditiva bien entrenada, que puede ser interferida negativamente por altos niveles de estrés. Si esto es así, el resultado final no será todo lo preciso que pudiera haber sido en situación de relajación mental.
Si no tenéis más remedio que convivir diariamente con niveles elevados de ruido, estáis en riesgo de sufrir un nivel de estrés general importante. Si es este vuestro caso, deberíais incluir en vuestros hábitos de vida realizar dos o tres veces por semana sesiones de relajación de unos 13-15 minutos para reducir los niveles de ansiedad.
En el próximo post profundizaremos en la relajación profunda como método de reducción de estrés y explicaremos un método fácil de utilizar para que podáis incluirlo en vuestros hábitos de descanso.
Lo habitual en estos casos es que contestéis, “si claro, pero yo es que no tengo tiempo para hacer una sesión relajación cada dos días”. Si no tienes 15 minutos al día para dedicarte, quiere decir que tu estrés es elevado, así que empieza a buscar esos 15 minutos, o tu salud lo irá notando.
PsicoEscénico