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El manual del perfecto EDM, por Skrillex

28/08/2014 por Teo Tormo Actualizado el 02/09/2014

A finales del pasado Junio, Skrillex actuó en el anfiteatro de Red Rocks, en el estado norteamericano de Colorado, como parte de su Mothership Tour. El evento fue retransmitido en directo mediante streaming en internet de manera gratuita, y pude ver un fragmento de su actuación (la hora local en España era muy entrada la madrugada y ese día no aguantaba yo mucho en pie) porque sospechaba que la puesta en escena sería bastante espectacular, especialmente por el tipo de auditorio y porque ya había visto una actuación de Skrillex en un festival y me pareció difícil de mejorar en su género y formato. Al día siguiente vi la actuación completa, aparecieron por Youtube varias grabaciones en alta definición del evento. Por cierto, no iba solo, antes que el pincharon unos cuantos más.

Pasadas unas cuantas semanas, Live Nation, propietaria de los derechos del show, ha hecho pública una grabación que se puede ver online hasta el 4 de septiembre. Creo que sería interesante hacer un análisis de lo que simple y llanamente se podría considerar hoy en día un buen espectáculo de EDM, pero no sólo de cómo hacerlo, también de cómo no hacerlo, y es que el propio Skrillex (como luego mostraré en el artículo) haciendo prácticamente el mismo trabajo, puede llegar a deslumbrar o a quedarse en un “pues vale”. Y de lo que cojea el productor y DJ de Los Ángeles, cojea prácticamente toda la plana mayor del EDM.

Lo primero sería ver el espectáculo, pero lamentablemente no os la puedo incrustar en el artículo porque Hispasonic no es del todo compatible con el poco estandarizado reproductor que han empleado los de Live Nation para hacer pública la grabación del show de Skrillex en Red Rocks. En este enlace podéis ver la actuación completa con el reproductor que han decidido emplear. Si no os apetece ir a esa web o verlo entero, os dejo por aquí un fragmento de una hora que aún no se ha retirado de Youtube y que sirve para hacerse una idea decente de cómo fue el espectáculo. Pegadle un vistazo a una u otra cosa, y después os invito a acompañarme en una reflexión.

[Este vídeo ya no está disponible o la URL es incorrecta]

Diseccionando un show

El show de Skrillex destacó, además de por el desempeño del propio artista y de su equipo de expertos en escenografía, arte visual e iluminación, por el propio lugar en el que se desarrolló. El parque natural de Red Rocks, de 350 hectáreas de extensión, aprovecha las paredes naturales de piedra arenisca roja para dar forma a un anfiteatro en el que se celebran multitudinarios conciertos desde hace unos 70 años. El enorme graderío con el que cuenta permite una buena visión del escenario desde casi cualquier punto, y la roca natural proporciona una acústica considerada por expertos como perfecta para disfrutar de la música. Por Red Rocks han pasado grandes estrellas del pop y el rock, y desde hace unos cuantos años también de la música electrónica. El día del show de Skrillex las actuaciones comenzaron al caer la tarde, un momento en el que lugar ya es francamente bonito, pero cuando anocheció totalmente se pudo apreciar la enorme belleza del lugar al quedar enmarcado por las paredes de roca, que cuentan con iluminación artificial para destacar su imponente aspecto.

La actuación de Skrillex duró dos horas, y comenzó con la ya tradicional cuenta atrás de cinco minutos que anticipa el inicio de algo gordo. Lo de la cuenta atrás puede parecer una chorrada, pero psicológicamente aumenta la expectación y la excitación de la audiencia, con lo que el subidón comienza ya antes del propio show. Al finalizar la cuenta atrás cae el telón y Skrillex aparece en su cabina, montada en la ya tradicional escenografía de la nave espacial cargada de iluminación, que por cierto, ha sido renovada este año con aún más luces, mayor tamaño y alguna pieza móvil más. No era la primera vez que Skrillex iba a Red Rocks, en 2012 ya pasó por allí con la nave antigua. Lo que Skrillex emplea para desarrollar su set de DJ es en el fondo muy simple, dos reproductores Pioneer CDJ-2000NXS y un mixer DJM-900NXS. Y sí, no puede faltarle el micro para comunicarse con su público y animarlo en todo momento durante el show.

Tras Skrillex una enorme pantalla LED, que a lo largo del show proyecta todo tipo de arte visual absolutamente espectacular, cañones de luz y láser, llamaradas y NO2 completan los elementos visuales. Muchos se preguntan por qué en los espectáculos de EDM la gente se queda mirando al escenario, pero es que con semejante tonelaje de estímulos visuales provenientes del mismo sitio y de manera constante, es casi imposible que un cerebro humano rechace la idea de prestar atención a algo así, aunque sólo sea un rato. A fin de cuentas, ¿la base de cualquier espectáculo multitudinario no consiste en mantener la atención de la gente durante la mayor cantidad de tiempo posible? Está claro que actualmente tienen la fórmula correcta para conseguirlo.

A lo largo de dos horas Skrillex fue pinchando temas, remixes y edits de factura propia, en un show llevado con un estilo muy norteamericano, mucho subidón adrenalínico y creación de expectación constante, pero muchas paradas también para lanzar mensajes al público, así como algunas mezclas al corte un poco extrañas y súbitos cambios de tempo. El público norteamericano ciertamente no es muy exigente con las mezclas, antes de Skrillex estuvo realizando DJ Mustard un set en el que no hizo mucho más que poner un tema tras otro, y la gente estuvo encantada con sus habilidades como mero selector. Y como animador, ya que en los shows multitudinarios made in USA el uso del micrófono es obligatorio, a fin de cuentas eso lo inventaron ellos, ¿no era el pionero Cool Herc quien llamaba con el micro a sus b-boys y b-girls a bailar en la pista?

Y sí, Skrillex pincha de verdad, otra cosa es que guste más o menos el estilo, o que probablemente haya segmentos del show que probablemente estén muy planificados, algo de lo que ya os hablé en este artículo. Y sus sesiones ya no son sospechosamente parecidas, por suerte. La entrega del público, que por cierto va cargado de accesorios luminosos de todo tipo, es total. Aproximadamente cuando ha transcurrido una hora y veinte minutos del show, entre una densa niebla de NO2 y crudos rugidos de sintetizador, la “nave” de Skrillex realiza su ya tradicional elevación gracias a unos mecanismos hidráulicos, haciendo que el DJ angelino pinche desde las alturas, momento que cuenta también con espectacular y tremenda iluminación.

En la recta final del espectáculo, la nave vuelve a descender, Skrillex hace todo el ruido que le apetece poniendo en loop un CDJ, después hace rugir el PA con unos últimos compases y deja algo más tranquilo sonando para bajar a mezclarse con el público, abrazar a medio Red Rocks, aparecer en los selfies de sus fans y saludar a su equipo de la zona de control de sonido y visuales. Vuelve a su nave y se despide de todos.

De Francia nos vino la idea

Skrillex lo ha reconocido muchas veces. La gira Alive de Daft Punk, que pasó en 2006 por Estados Unidos, ha sido su inspiración temprana para lo que ahora hace. Skrillex presenció la actuación que los franceses hicieron en el festival de Coachella y quedó tan atónito que decidió que tenía que dedicarse a algo parecido en la vida. Sólo ha tardado unos pocos años en conseguirlo, lo cual es loable. Daft Punk giraron por todo el mundo con unos multitudinarios espectáculos en los que mostraban una gran pirámide de luces y pantallas que contenía su “cabina”, desde la que disparaban los loops de su directo, que básicamente era la sesión perfecta de temas y mashups de toda la discografía de Daft Punk hasta el momento. La iluminación y las proyecciones de vídeo estaban perfectamente coordinada con la música y no se había visto nada parecido hasta ese momento en la escena electrónica comercial.

Daft Punk no inspiró únicamente a Skrillex. Su actuación en Coachella está considerada un clásico y multitud de artistas de EDM norteamericanos compraron la fórmula de la “rave europea” que Daft Punk vendió en Estados Unidos al estilo que más gusta a los norteamericanos: todo a lo grande y con muchas luces. Dicho así suena simplista, pero es que en el fondo la cosa es así de simple y a la vez resultona, y -como digo muchas veces- esto no es ni bueno ni malo, esto es sencillamente así.

¿Qué ocurre si la fórmula no la seguimos a rajatabla? ¿Y si al pastel le quitamos guindas? Si a la fórmula del EDM le quitas algunos de sus elementos visuales, la cosa os aseguro que ya no luce tanto, y la línea entre el show de EDM y la rave barata organizada en un claro del bosque se vuelve difusa. Y os voy a poner un ejemplo (tal y como dije al principio, de “cómo no hacer las cosas”) con el propio Skrillex, con un vídeo de una breve actuación que realizó este año en el South by Southwest en Austin, Texas. La actuación es en el Complex House, un escenario en el que es más habitual presenciar actuaciones relacionadas con hip-hop, aunque bueno, ahí estuvo Skrillex poco más de media hora poniendo unos temas, en concreto porque acababa de sacar disco y tenía que promocionarlo. El tipo de música es bastante similar a la que pone en Red Rocks, algo más suave, pero su estilo pinchando es el mismo. Y desde luego, sin tantas luces, la cosa se queda en “pues vale”. Al final viendo el vídeo, terminas centrando la atención totalmente en el propio Skrillex, más que nada poro su imparable bailoteo y sus inacabables tics manejando el equipo, que acaban resultando raros de ver.

Queda patente que el EDM necesita toda la aureola de luces, láser, pantallas, pirotecnia, escenografía y toneladas de público para lograr el efecto de catarsis masiva sobre los asistentes. No es sólo un complemento, es casi tan imprescindible como el maquillaje en los programas de televisión. Parece que no está, pero cuando de verdad no está es cuando realmente notas su ausencia. El EDM es un todo en el que los que lo disfrutan deben pasar por una experiencia multisensorial, y si no, no es lo mismo. Skrillex y su equipo, al igual que otros muchos artistas del mismo tipo lo tienen claro, y sus espectáculos sólo cobrarán su auténtico sentido con una puesta en escena que incluya una gran cantidad de elementos visuales.

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