Grabación

Método de mezcla rápida: un poco de historia

16/05/2012 por Antonio Escobar

Esta entrada es parte del temario de los workshops de mezcla para música electrónica y para música acústica que impartiré en junio en Madrid.

Más información en http://antipop.es/blog/index.php/2012/05/workshop2012/

El método de mezcla rápida (MMR) que suelo explicar en las charlas y en los vídeos de Mezcla Pro que he publicado en Hispasonic es posiblemente lo que atrae más preguntas. Sin ir más lejos, uno de los ya inscritos en los talleres de mezcla de junio me confesó que tardaba meses en mezclar un tema y que quería encontrar una forma de hacer lo mismo en un tiempo más razonable.

Yo desarrollé el MMR durante los años 2002 y 2003 y lo he ido perfeccionando durante los últimos 10 años. El origen fue una necesidad: durante esos años trabajaba exclusivamente haciendo música para publicidad (composición, producción y mezcla). Fue un gran camino para investigar todo tipo de estilos musicales en un país donde muchos de ellos pasan desapercibidos, pero el ritmo de trabajo, requería una forma de llevar a término los proyectos en plazos realmente ajustados (24-48 horas la mayoría de las veces para el proceso completo de composición, producción, grabación, mezcla y mastering).

Entre 2002 y 2004 compuse más de 200 canciones, con un ritmo desigual, llegando a trabajar en 3 o 4 campañas semanales en la última época. De esos años son algunos mis trabajos publicitarios más premiados (Coca-Cola, Amena, Renault, Audi y un larguísimo etcétera).

Con tal panorama, necesitaba una forma de mezclar (no había propiamente un proceso de mastering la mayoría de las veces) cualquier estilo de música, con duraciones entre los 20 segundos y 4 minutos, y en un periodo máximo de unas horas. Además, el nivel de exigencia era máximo y muchas veces se comparaba con referencias de trabajos de grupos mezclados en grandes estudios y con todo el tiempo del mundo.

Considero, además, que gran parte de la magia de la mezcla se consigue durante las primeras horas, por lo que intento empezar y tener algo “escuchable” en un plazo inferior a un par de horas, para, desde ahí, ir refinándolo.

En cualquier caso, no creo haber inventado nada: es una acumulación de técnicas ordenadas y optimizadas. Durante mucho tiempo investigué la bibliografía disponible y no encontré un método sencillo y “paso a paso”. Todo era muy genérico y poco definido, así que me dediqué a integrar todo lo que sabía y a establecer un procedimiento ordenado y fácil de seguir, con pasos definidos que me ayudaran a balancear rápidamente una mezcla.

Como todo lo que se aprende en la vida, llega un momento en que no necesitarás pensar en el MMR para trabajar, pero siempre estará ahí y yo aún lo uso en muchas ocasiones: durante estos años he ido refinando y mejorando el método, pero desde su creación, siempre se ha demostrado válido y útil en todas las situaciones y en todos los estilos.

Te puede interesar