Behringer DeepMind 12 controlable con hologramas vía realidad virtual y aumentada
La anunciada sorpresa del sintetizador Behringer DeepMind 12 para octubre tiene sabor a Jarre y a Daft Punk. Una frikada capaz por sí sola de resucitar un nuevo Space Disco para el s. XXI. Además de su generoso despliegue de controles hardware, DM12 ahora puede tocarse desde un sistema de realidad aumentada que despliega elementos de control virtualizados sobre el propio panel a modo de hologramas.
Se ha podido ver en el festival Sunthfest de Sheffield. Usando gafas VR Hololens de Microsoft, quienes disfrutaron de la primicia pudieron sorprenderse tocando una especie de arpa láser ficticia creada en el aire mediante realidad virtual/aumentada formando una especie de holograma por encima del teclado de DM12.
La confirmación del primer interfaz de realidad aumentada para un sintetizador ha llegado esta mañana del propio Uli Behringer vía Gearslutz: "We're proud to launch the world's first augmented reality interface for a synthesizer". El anuncio está acompañado por el vídeo en youtube que encabeza la noticia y representa una idea novedosa que puede abrir formas desconocidas de interactuar con nuestros equipos.
En el vídeo que se ha publicado por Behringer podréis ver algunas de las posibilidades en acción. Desde marcar las teclas correspondientes a diversas escalas para guiarnos en la interpretación, a una matriz de modulación íntegra y a tamaño gigante más propio de un modular Moog que de otra cosa, sin olvidar controles en 3D para gobernar toda clase de parámetros.
Gracias al interfaz WiFi de DM12 y a la gran capacidad de cálculo de las gafas Hololens, que incluyen todo un ordenador bien capacitado ejecutando Windows 10, la integración de las imágenes generadas por el ordenador sobre el propio sintetizador queda resuelta. Eso sí, las gafas no son precisamente baratas, por incorporar todo el procesamiento en ellas. Otros sistemas de VR/AR suelen usar un ordenador para el cómputo y generación de gráficos, haciendo de las gafas poco más que una mera fusión de cámara y pantalla.
Hasta dónde llegará Behringer con esta idea, si es sólo una parte llamativa dentro de la campaña de presentación del DM12 o algo más consistente y permanente, si moverá a otros desarrollos parecidos por Behringer y otros fabricantes... incógnitas que habrá que ver cómo se resuelven. Esperemos que la solución final no sea exclusiva para las Hololens, que por si mismas cuestan lo que varios DM12, y pueda vivirse la experiencia desde entornos más asequibles.
Todo un mágico conejo en la chistera con el que Behringer ha conseguido sorprender y hacerse de nuevo hueco en portada con su DM12.