Cakewalk abandona tras 30 años de historia: adiós a un grande del software musical
Lo ha dicho Noel Borthwick, CTO de la empresa: "Después de 30 años de la larga e ilustre historia de Cakewalk, me entristece anunciar que el pasado viernes cesamos todos los desarrollos de producto".
Actualizado: ¡Sorpresa, Cakewalk vuelve y ahora es gratis!
Cakewalk es una de las marcas adquiridas en 2013 por Gibson, que está pasando por momentos muy difíciles. En otro comunicado, esta vez sin firmar, la propia Gibson aclara que cancelan los desarrollos de Cakewalk "para un mejor alineamiento con la estrategia de adquisiciones de la compañía, que está centrada en la electrónica de consumo bajo la marca Philips".
Es cierto que SONAR había perdido comba en los últimos tiempos, pero esto nos pilla de sorpresa; el año pasado aún hablábamos de la llegada de SONAR a Mac, y nada hacía presagiar un final tan abrupto. Parece que el paso a un modelo de suscripción en 2015 no ha conseguido una rentabilidad que haga factible la continuidad de Cakewalk, o simplemente, Gibson tiene otros objetivos y la ha dejado caer.
Cakewalk ha sido un actor muy relevante en la industria del software musical. Fue fundada en 1987 como Twelve Tone Systems en Boston por Greg Hendershott; luego sería renombrada en honor del último movimiento del Children's Corner de Debussy. Su primer producto, Cakewalk a secas, era un secuenciador MIDI para MS-DOS. En 1991 dio el salto a Windows y pasó a llamarse Cakewalk Pro. Tras una temporada como Cakewalk Pro Audio, en 2001 se eligió SONAR como la denominación definitiva de este DAW, que ha competido durante años con los más grandes del sector.
En la parte empresarial, las cosas cambiaron mucho para Cakewalk poco después de su vigésimo cumpleaños. En 2008, Roland se convirtió en el accionista mayoritario, y en 2013, Gibson hizo lo propio. De la primera operación vimos prometedores resultados, como aquel atractivo V-Studio. Con Gibson todo ha parecido congelarse paulatinamente, hasta llegar a este triste desenlace.
Los servidores de Cakewalk seguirán en marcha, así que los usuarios tendrán acceso a sus materiales online, y el software seguirá funcionando. Un equipo humano se hará cargo del mantenimiento en este período de transición —o más bien, de fundido a negro—, pero no habrá más actualizaciones de SONAR. Es el punto y final a tres décadas de tecnología y música. ¡Gracias por todo, Cakewalk!
Gracias a a13x por el aviso.
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