Keith McMillen BobPad, controlador de batería expresivo y económico
Con 4 zonas sensibles a velocidad, presión, posición y desplazamiento, ya tiene producción y venta convencional el controlador BobPad de Keith McMillen, que nació sufragado por una exitosa campaña kickstarter y que destaca por su combinación de precio y capacidad expresiva.
Capaz, mediante su software de edición, de lanzar hasta 6 notas desde cada una de sus 4 áreas, y con un rango dinámico que permite tanto usarlo con delicadeza desde las manos como aplicar golpes con baquetas, se trata de un puro controlador sin sonidos internos, pero con una respuesta muy configurable. Para editar su respuesta se usa una aplicación para Windows, MacOs y también disponible en Web-MIDI (cualquier dispositivo con un navegador compatible y que admita conectar BobPad por USB valdría).
Detecta en cada uno de sus cuadrantes la velocidad del golpe inicial, la presión que se ejerce (con lo que es posible un control durante el desarrollo de la nota aplicando técnicas semejantes a la de apagar/sobretensar un parche con un dedo o la mano), y también la distancia al centro en un doble significado: tanto la distancia del primer impacto como la modificación posterior de dicha distancia (que es lógicamente dinámica, y que puede usarse en modo distancia absoluta o incluso en modo relativo -midiendo la diferencia coin el punto de impacto inicial-).
Opciones por tanto mucho más allá de lo que es convencional en este precio (199 dólares USA) y que normalmente exigen ir a pads y controladores de mucho mayor coste, si bien es cierto que a menudo ya con sonidos internos que aquí no existen.
Los mensajes MIDI que pueden generarse a partir de estas variadas acciones incluyen, además de los de nota, los relativos a 'pitch bend', a cambios de controlador (CC), y a las dos versiones del 'aftertouch' posibles en MIDI (el 'de canal' y el 'polifónico') haciendo que podamos matizar cada golpe independientemente, ya sea por el uso de canales MIDI diferentes en cada cuadrante (al estilo de las premisas del estandar MPE) o bien con el uso de aftertouch polifónico (al que vía MIDI pueden responder casi todos los sintetizadores).
El tamaño es amplio, de unas diez pulgadas, y usa el material que Keith McMillen aplica en otros muchos tipos de controladores. Indica el fabricante una latencia a la hora de detectar los golpes por debajo de 3ms.
La salida es por defecto vía conector USB-MIDI de tipo class compliant (no requiere drivers en ordenador y funciona con iOS y Android), pero existe un 'MIDI Expander' opcional para añadir salida MIDI en DIN de 5 puntas (algo para lo que también valdría, con menor daño al bolsillo, algo como el USB Host MIDI de SevillaSoft del que hicimos review en su día).
Más información | Keith McMillen