Pedro Guerra: "La industria discográfica tal y como la conocemos está a punto de desaparecer"
"Me doy cuenta que la industria discográfica tal y como la conocemos está a punto de desaparecer, es así de crudo. Esto se va a transformar, es un barco a punto de hundirse, aunque la música seguirá."
Esta declaración es parte de una entrevista al músico Pedro Guerra publicada en eldia.es, además de los fragmentos que reproducimos a continuación:
¿Cuál cree que puede ser el futuro de la industria?
El otro día entré en un portal en el que se paga una cuota mensual y tienes a tu disposición un archivo de cuatro millones de canciones, es decir, que abonas una cuota y oyes en el ordenador la música que quieras porque no se descarga, es como si fuera tuya. Creo que el futuro irá en este sentido, en una especie de mercado de internet global, mientras nosotros seguimos haciendo música, que colgaremos en internet para que la gente la escuche.
¿Y los directos que papel juegan para los autores?
El directo sobrevive porque a la gente le sigue gustando ver a sus artistas favoritos en vivo, aunque la agenda de conciertos también está un poco tocada porque, con la crisis, la cultura es lo primero que se recorta al entenderse que es un lujo. Gracias a los directos sobrevivimos. En realidad, yo de los discos no viví nunca, todos estos años he vivido de los directos y de los derechos de autor. Creo que el disco es una especie de formato promocional, una manera de decir "estoy aquí de nuevo".
¿Echa en falta más contenidos en la programación televisiva dedicados a la música?
Absolutamente, porque no hay ninguno, ni en la televisión pública y, los que hay, se centran en la música comercial. Los canales públicos deberían ofrecer espacios culturales, aunque no compitan por cuotas de audiencia. Los únicos programas de este tipo que se emiten son a altas hora de la madrugada. Por ejemplo, el directo de la grabación de "Vidas" la cubrió el programa de La 2 de TVE "No disparen al pianista", y lo emitieron en la misma franja horaria que "Sin tetas no hay paraíso" y a mi me vieron 200.000 personas y la serie varios millones. Aunque no me importa, yo no pido más sino que haya un hueco para que la gente que detesta la programación actual vea espacios en los que se sienta reflejado, y esa tarea compete al Estado.