¿Ahora mezclarán ellos?
Augmented Acoustics es una joven compañía start-up francesa afincada en la bella París. Su propuesta, ya anunciada en su web, es una solución que promete mejorar la experiencia sonora en los conciertos y festivales. Tras reconocer que a más de un 60% del público asistente a conciertos no le gusta el sonido o considera que el volumen está alto, su sistema viene a solucionarlo todo, todo y todo. ¿Cómo? Para ellos es un proceso sencillo: necesitas unos auriculares (preferiblemente Bose, están asociados con ellos) y un dispositivo propio que llaman Pleebe. Este aparato, más pequeño que una cajetilla de tabaco, se cuelga del cuello y se controla inalámbricamente desde un dispositivo móvil (como un iPhone) mediante una aplicación que permite al usuario no sólo recibir el audio del concierto sino incluso aplicar una ecualización o, qué guay, mezclar él mismo la canción: que si más bajo, más batería, menos voz, coros arriba… En la anterior sentencia se esconde el secreto para que el sistema funcione: la recepción del audio.
Cuando leí la noticia por primera vez me preocupó más lo profesional que lo técnico. Luego, discutiéndolo con otros compañeros del sector, intenté descubrir un dato importante: el Pleebe ¿era un micrófono o un receptor inalámbrico? Es lo segundo, como así reza en su página web, por lo que el éxito de este sistema depende directamente de la complicidad de los artistas, de las bandas. Es decir, el fracaso, más allá de la simple promoción (seguramente a base de talón), está cantado. Pero volvamos atrás: ¿qué sentido tiene que cada uno pueda realizar su propia mezcla?
Una cosa es la distribución inalámbrica de señales de audio a grandes audiencias. No sería la primera vez que me encuentro con una discoteca silenciosa: el DJ pincha pero no hay PA, ni altavoces pues todo se transmite normalmente vía FM a unos auriculares con receptor integrado o a cualquier receptor de FM estándar portátil con sus auriculares. La experiencia es curiosa, divertida y hasta extraña. Pero es posible. Los aficionados al fútbol suelen llevarse su propio receptor FM a los partidos. Estaría bien, incluso, que en festivales grandes pudieras recibir de manera sincrónica lo mismo que sale por PA, ya sea porque hay mucha gente y no quieres perderte detalle alguno o, simplemente, porque prefieres estar lejos de la marabunta y con eso tienes suficiente. Pero la mayor cantidad del público realmente está ahí para vivir una sensación que sólo se consigue cuando la magia tiene sentido, cuando la luz ilumina, el sonido suena y el artista o banda está, ni que sea en modo puntito blanco, a unos metros de ti. ¿Que hay un 60% de gente que considera que no suena bien un concierto? La verdad, me parece exagerado, pero ni que fuera así la solución no es un equipo portátil como el que Augmented Acoustics ofrece, sino la necesidad de reforzar y mejorar nuestro sector (que, perdonen la intrusión, suele solucionarse invirtiendo más dinero en las producciones, no siendo únicamente la causa de ello la supuesta poca profesionalidad del sector). Incluso en las salas peor equipadas el público sabe que no sonará bien (empezaríamos hablando de arquitectura), pero que a cambio tendrá una experiencia que nunca jamás podrá disfrutar en su casa.
Si aún así el sistema Pleebe tiene sentido, lo que me extraña sin duda alguna es la posibilidad de poder mezclar uno mismo lo que quiera de esa mezcla. No me imagino a los de Muse ofreciendo “libremente” sus temas en multipistas para que cualquiera pueda vivir la sensación de ser, ni que sea por unos instantes, su ingeniero de mezclas. Es como si fueses a El Bulli y que el mismo Ferran Adrià te diera una paella, algo de aceite, un par de patatas y unos huevos y te dijera: “ala, deconstrúyelo tu mismo, campeón”. ¿Qué sentido tiene? Y no sólo eso: ¿a qué banda le interesaría “ofrecer” ni que sea en estéreo el audio de un concierto que quizá no sale bien? O ni que salga bien… ¿ofrecer gratuitamente un audio de calidad? ¿Con un margen dinámico pensado para un churro de K1 o J pero que debe escucharse en unos auriculares Bose?
La solución de Augmented Acoustics tiene algo de romántico pero mucho de estúpido. Normalmente, las start-ups funcionan cuando al encontrar una demanda ofrecen una solución. Esta vez ofrecen una solución para solventar un problema que no se soluciona con esa solución, sino que genera muchos más problemas. Quizá con el tiempo redescubren los Blu-Ray multipantallas, con los que “podrás disfrutar como si estuvieras en el concierto, en cualquier sitio y en cualquier momento, con auténtico sonido multicanal”. Ah no, que eso ya existe y no ha funcionado.
Pero no puedo acabar con lo que seguramente ha sido el detonante de todo ello: segun la compañía, el 64% de los espectadores consideran que un concierto no suena bien. Algo pasa, y sigue pasando. Algo tenemos que hacer para que esto no ocurra y, des de mi perspectiva, aunque consciente de nuestras limitaciones como partícpies del sector, se necesitan menos Pleebes y mucha más profesionalidad en todos los participantes en un simple concierto: músicos que toquen de verdad, técnicos profesionales, equipos de calidad y en su justa medida, espacios arquitectónicamente adecuados, producciones coherentes, programas culturales sólidos… y sobretodo una audiencia capacitada para escuchar críticamente, para entender que estás pagando para ver un concierto, a un nivel de presión sonora más que suficiente… y que si no te gusta no culpes al nivel de volumen o al “yo lo haría mejor”. La ignorancia es el motor de la falsa felicidad.