IK Multimedia UNO Synth: primer contacto y demo de sonido
Muy hábilmente, IK Multimedia reservó el anuncio de su primer sintetizador hardware para la víspera de la apertura de puertas de Superbooth, creando ese plus de actividad que cualquier estand agradece. Culpables también los 199€ más IVA que cuesta este Uno Synth, cuyas tripas analógicas (2 VCO, fuente de ruido, drive pre-filtro, VCF 12dB/oct multimodo, VCA) son en realidad hijas de Sound-Machines aunque la fabricación se realiza en la factoría de IK, sin salir de Italia donde ambas marcas tienen su sede.
No sólo el precio es accesible, también el propio concepto, que bebe de las fuentes de los 'bassline' y otros muchos competidores dotados de un sintetizador monofónico junto con un secuenciador de patrones. Y a diferencia de otros que se han estrellado con su primer producto hard analógico, el recurso a alguien con trayectoria como Sound-Machines hace que Uno funcione y muy bien. Con calibración automática para mantenerlo afinado y resultados atractivos en lo sonoro.
Es sencillo de usar pero para nada exento de recorrido, y el resultado es bueno, agradecido en seguida. Se obtienen sonidos útiles con facilidad, sin esperar tampoco que sea fuente de rabiosas novedades tímbricas. Pocos parámetros, pero bien administrados aseguran poder crear con él sonidos muy usados en el día a día. Además la presencia de entrada audio permitiría tratar señales externas, aumentando las ocasiones para sacarle provecho.
De igual forma, el secuenciador, aunque limitado a 16 pasos, no carece de los tan demandados 'parameter-locks'. En cada paso hay capacidad de variar el valor de una veintena de parámetros, construyendo así secuencias tímbricas bien complejas, no sólo tonales.
El control y por tanto las envolventes (muy simples con sólo dos parámetros desde su panel, pero con acceso a ADSR completo vía edición MIDI) y el LFO (único pero multidestino) están intervenidos digitalmente, permitiendo memorias (100) y reduciendo el número de potenciómetros del panel. Algo imprescindible para hacer posible ese precio. También lo facilita la construcción en plástico, con alimentación por pilas o por alimentador/conexión USB, algo que vemos en muchísimos otros equipos sin que suponga ningún problema.
Interesante igualmente que los osciladores ofrezcan formas intermedias entre las ondas clásicas. Desde el panel el recorrido por esas formas ofrece varios colores intermedios que van más allá de lo que esperaba a primera vista. De nuevo este control se ve mejorado vía MIDI, con mensajes CC aplicados al control de anchura de pulso y la posición del control 'shape' que resultan más finos de lo que de por sí permite el control vía panel.
Dejando aparte los controles de volumen, tempo y frecuencia de corte, son otros cuatro potenciómetros los que dan acceso a los parámetros del sintetizador. Desarrollan funciones diferentes en función de qué sección (osc, filter, env, lfo) tengamos seleccionada con otros tantos botones. No resulta para nada incómodo o difícil, gracias al apoyo de la rotulación impresa en el panel y al corto número de parámetros, que hace inmediato aprender dónde se encuentra cada uno. Tampoco es un método lento en condiciones normales. Pero lamentablemente el botón 'osc' además del uso inmediato para control de la onda y la afinación, controla también, mediante una pulsación larga, el mezclador (niveles de osciladores y de la fuente de ruido). Ahí sí pediría un esfuerzo de imaginación por IK para dar con otra forma de activar ese control del mezclador que pueda ser más inmediata (quizá combinando dos botones, o con un 'docle clic' o el uso del botón 'alt' presente en otro extremo del panel).
Los botones dive/scoop/vibr/wah/trem dan entrada a sendos efectos de interpretación. El teclado táctil permite disponer de dos octavas y puede usarse generando notas restringidas a diferentes tonalidades y escalas. Para quienes sólo vayan a programar secuencias es útil, aunque para la interpretación nada como un teclado en condiciones, ante el que Uno actuaría como módulo externo.
Cuenta también con un efecto de retardo, que he encontrado marcadamente opaco ante los tiempos que permiten obtención de ecos. La justificación pretendida es que se trata de un delay que asemeja a los que acompañaban a algunos sintetizadores antiguos. En ellos la tecnología BBD hacía que los tiempos largos resultaran más opacos y ruidosos que los cortos. Pero aquí esa opacidad es un tanto rigurosa y puede hacer preferible en más de una ocasión un delay externo. Sea como sea, a este precio el sólo hecho de contar con un delay es un plus, nunca algo criticable como para devaluar el concepto global.
De agradecer que además de USB-MIDI existan MIDI In y Out aunque sea a través de conectores jack que exigen el uso de un cable externo para modificar el tipo de conector (incluso puede ser directamente usado con según qué máquinas, dado que son varias las que adoptan últimamente este conector jack que resulta más compacto y barato).
El plus frente a otros contendientes en la liga de los menos perfora-bolsillos es en este caso el no acudir a una dimensiones rayando en lo liliputiense (como los Korg Volca) y la presencia de una implementación de control digital que permite opciones imposibles desde lo estrictamente analógico (limitación consustancial a los módulos desktop/eurorack de Behringer como D, Netron o Pro-One). El control digital no sólo abre la cuestión de los presets y memorias. Es la llave para la posibilidad de tener una automatización total. Esa automatización hacen de Uno un potente aliado de un DAW, desde el que se rebasaría los límites de los 16 pasos o incluso el propio hecho del secuenciamiento limitado a patrones. Y es que con esa automatización algunos de los juegos posibles al mover en caliente el tipo de filtro, o la selección de forma de onda, me resultaron más que atractivos en el breve espacio de prueba con ocasión de Superbooth.
Poniendo todos los elementos en la balanza, tenemos un candidato más que meter para la toma de decisión en la compra de un sinte monofónico analógico. En la variedad está el gusto, y afortunadamente Uno viene a cubrir un espacio no tan transitado.