Grabación

Lee "Scratch" Perry, el pionero del dub

09/09/2021 por Ibon Larruzea

El pasado 29 de agosto fallecía en Lucea (Jamaica) a los 85 años de edad Rainford Hugh Perry, el productor jamaicano conocido como Lee "Scratch" Perry o simplemente, Lee Perry. Pero realmente, sólo falleció la persona y no el personaje, dado que para muchos de nosotros su legado artístico nos acompañará por siempre. No debemos olvidar que cuando era entrevistado aseguraba, completamente convencido, que él nunca moriría. Quizá se refería precisamente a eso, aunque conociendo su manera de ser, uno no puede estar seguro del todo. Podemos decir que Lee Perry ha sido enigmático hasta el final.

Lee Perry trabajó en los estudios Sound System, en el Studio 1 de Coxsone Dodd, y posteriormente con Joe Gibbs, para acabar montando su propio estudio Black Ark. Allí, en la década de los 70, desarrolló una gran actividad con su banda de estudio The Upsetters. A comienzos de los 80, comenzó a trabajar en el extranjero no solo como productor, sino también como cantante, con artistas y productores que sin duda conocían y valoraban su trabajo (como por ejemplo Mad Professor), consiguiendo así una mayor difusión del dub fuera de Jamaica. Fue en esta época cuando Lee Perry se alejó del alcohol y la hierba, aunque esto no cambió en gran medida su excéntrica personalidad.

La aportación a la producción musical de Lee Perry

Quizás hoy en día, a la vista de alguien joven acostumbrado a todo tipo de programas, módulos de sonido y técnicas de producción, el trabajo de Lee Perry no sea tan especial. Pero debemos poner en valor lo que consiguió con un equipamiento modesto: nada menos que el surgimiento del dub, lejos de los grandes centros de producción de la música negra como Detroit, Londres o Nueva York, y todo ello a finales de la década de los 60, cuando la producción sonora daba sus primeros paso y la música todavía sufría del encorsetamiento del clasicismo.

No solo destacó por la adición de efectos de forma creativa, generando ambientes nunca vistos hasta entonces, sino que también incorporó muestras de audio tales como llantos de bebés, vacas mugiendo, vasos rompiéndose, gritos o suspiros. En esta faceta de pionero destaca su single People Funny Boy, donde aplicó estas técnicas ya en 1968, y posteriormente trabajos como Build the Ark, Arkology y Open the Gate, que forman ya la época dorada de su etapa en Kingston.

Enigmático elevado al más alto nivel de tal definición, plasmó un paisaje sonoro nunca visto hasta la fecha, un entorno musical que según sus propias palabras, servía de puente entre Dios y las personas. Conceptos como lo divino y lo humano se entremezclaban entre sus “titi”, sus “dog” o sus “crack”, porque Lee, dentro de su universo, buscaba una justificación para cada sonido, tal y como lo haría un arquitecto. Todos sus sonidos eran metáforas de la creación: las baterías, las guitarras, el piano o el bajo se transformaban en estrellas, peces, vaginas, árboles... formando así su cosmos particular.

Excentricidades del genio

Llegamos así al personaje Lee Perry. Ya sabemos que el mundo de la música está lleno de anécdotas sobre el carácter singular de los artistas, pero aquí tenemos a alguien que podría ocupar perfectamente un lugar en el podio en este sentido.

Entre las excentricidades que se le atribuyen destaca una en particular: cuando se puso a dibujar extrañas escrituras en todas las superficies del estudio para prenderle fuego después, destruyendo así su propio Black Ark. Allí estaba cosechando un gran prestigio al trabajar con artistas internacionalmente afamados como Bob Marley, The Clash o Paul McCartney, pero eso no le detuvo. Argumentó que fue debido al gran número de copias fraudulentas de sus trabajos que circulaban por Jamaica, y a la degradación del ambiente en torno a él, que le sometió a "demasiada presión".

Durante su etapa en dicho estudio, se cuenta que soplaba sobre las cintas de los másters humo de marihuana, orinaba sobre ellas o incluso las rociaba de sangre. También se dice que se grababa golpeando una palmera para obtener sonidos que utilizaba como bombos de batería, o que enterraba los másters en el patio de su casa para que se impregnaran de la madre tierra.

Existen diversas entrevistas a lo largo de los años y en ellas queda patente el difícilmente comprensible discurso de Perry cayendo con facilidad (o al menos así lo parece) en contradicciones y divagaciones.

Equipamiento de Black Ark

Si bien las primeras producciones de Perry fueron sobre dos pistas, la máquina grabadora que utilizó principalmente fue un cuatro pistas TEAC 3340 y un mezclador Soundcraft.

Mezclador Soundcraft de 16 canales que sustituyó al mezclador Alice del inicio de Black Ark. Sobre él se puede ver el TEAC de dos pistas donde volcaba la mezcla, parte del TEAC 3340 a la izquierda y un tercer grabador TEAC de 1/2” y ocho pistas a la derecha de Perry.
Perry manipulando el Musitronics con el cuatro pistas TEAC 3340 de 1/4” delante de él.

En cuanto a los efectos, imprescindibles en el género Dub, Perry hacía un uso exhaustivo del phaser con un Musitronics Two-Speed Phasing que aplicaba a diversas fuentes, como puede observarse en la imagen precedente y en la siguiente.

Perry manejando su phaser, ubicado a la izquierda del mezclador.
El Musitronics Two-Speed Phasing mostrando sus dos entradas de audio.

Además del Phaser, Perry utilizaba el Roland Space Echo RE-201 para la reverberación y el eco.

Unidad de reverberación y eco de cinta RE-201.

Otro aparato indispensable en Black Ark fue la reverberación Grampian 636, que utilizaba para conseguir sonidos muy aplastados aplicándolo como compresión paralela.

Grampian 636 en primer término a la izquierda.
Frontal del Grampian 636

Otra unidad de efectos que usaba fue Fisher SpaceXpander, una unidad de reverberación de muelles con amplificación de válvulas también utilizada por otro pionero del dub como es King Tuby.

Fisher SpaceXpander

Se sabe que Lee Perry también utilizaba asiduamente el AKG D12 en sus producciones, tanto para bombos de batería como para voces incluso, y el AKG D190.

AKG D12, todo un clásico de los micrófonos.

Otro micrófono que Lee Perry empleaba para las voces era el AKG D190.

Sabemos por imágenes algunos detalles más, como que grababa a batería en una pequeña caja con ventanas de vidrio de no mucho más de cuatro metros cuadrados. Como auriculares utilizaba entre otros los Beyerdynamic DT-100, y el estudio se disponía en dos planos distintos, quedando la sala de control algo elevada respecto a la sala de grabación.

El control de Black Ark quedaba algo elevado respecto a la sala de grabación.
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