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La pista paga al DJ

26/02/2014 por Teo Tormo

El público decide

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La polémica sobre los salarios de los DJs parece que no tendrá fin mientras existan los DJs. Los que no cobran defienden su derecho a no cobrar porque así pueden practicar en sitios reales y aprender de primera mano el día a día (o noche a noche) de la profesión, aunque por supuesto también admiten que quieren empezar a cobrar cuanto antes. Los que sí cobran, acusan a los que no cobran de reventar el mercado y de ser los culpables de que ellos cobren menos. Los que cobran muchísimo aseguran que no lo harían por menos dinero y que su salario está plenamente justificado por los beneficios que reportan a los promotores que les contratan. Los primeros quieren ser los segundos, los segundos odian a los primeros, y los terceros harían todo lo posible para que primeros y segundos nunca lleguen a donde están ellos. En medio de todo, como siempre, el público. El público es a fin de cuentas lo que hace que existan salas grandes y pequeñas, y que se contrate gente en esos sitios, y todo, para que ese público ocupe su tiempo de ocio. Así que si todo depende del público, ¿por qué no decide el público lo que cobra el DJ?. Probablemente sea la mejor manera de calibrar el verdadero interés que un DJ y su trabajo despiertan.

Esta pregunta se la debió de hacer Eme DJ (Marta Fierro) cuando decidió inventarse “Paga lo que quieras”, que básicamente es una fórmula simple basada de manera lejana en el crowdfunding. Y digo lejana, porque las similitudes de la fórmula con el crowdfunding, únicamente son que los interesados en el producto final son los que pagan el producto y su desarrollo, y nada más. Las diferencias son muchas más. En “Paga lo que quieras” el DJ hace su sesión, y el público (que no ha pagado entrada, o al menos no esta vez), hace una aportación económica voluntaria durante la sesión o al acabar la misma, aportación mayor o menor según su grado de satisfacción con el trabajo del DJ. No hay máximo ni mínimo para la aportación. E incluso se puede dar el caso, de que nadie aporte absolutamente nada. Lo recolectado es lo que el DJ se lleva a casa como pago a su trabajo de la noche.

Eme DJ no es precisamente una desconocida, ha lanzado dos EPs con Subterfuge Records, “Giant” el año pasado con la cantante Nimio, y el muy reciente “Swim” este año con Bravo Fisher!, del que se está hablando mucho y muy bien en blogs especializados y programas de radio. En los últimos años ha sido habitual verla en festivales como Sónar, FIB, Sonorama, Arenal Sound, SOS 4.8… ha teloneado a grupos como Air, We Are Standard, Arcade Fire, Gus Gus, Soldout, Goldfrapp, y compartido cabina con Boys Noize, Alex Metric, Roger Sánchez, Calvin Harris, Zombie Kids, Amable e incluso con el tan odiado como reverenciado David Guetta, amén de haberse recorrido una buena cantidad de salas por todo el país y haber tenido residencias en salas de Madrid. Y ya que estamos dando nombres, ha remezclado a artistas internacionales como Javiera Mena, Astro, Minitel Rose, y nacionales como The Warriors, Dover o Love of Lesbian. Más de 10.000 personas la siguen en Twitter, y otras 9.500 en Facebook. Y a pesar de todo, Eme decidió probar en sus propias carnes su idea del “Paga lo que quieras”, la finalidad según ella: “Fue un tanteo en toda regla, pero creo que podría funcionar como alternativa en clubs underground con autogestión”.

El resultado del experimento

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La sala elegida para el experimento fue la sala Pícaro en Toledo (muy popular allí), un local de horario amplio y continuado de tarde y noche, aforo para unas 180 personas y al que acuden a actuar tanto DJs como bandas de pop y rock. La sesión de Eme DJ fue el 14 de Febrero, que caía en viernes (el día fuerte de la sala no obstante suele ser el jueves), comenzó a pinchar a la 1:00AM y terminó a las 4:00AM. Eme acordó con la sala que ellos correrían con los gastos de alojamiento, cena y transporte, algo que no subió más de 75€ en total. Si Eme se llevaba algo en metálico, sería porque se lo daban los asistentes al local, y para ello se ubicó una hucha de metacrilato en la cabina.La sala publicitó la actuación únicamente en internet en su página de Facebook, además de crear un evento, y Eme hizo toda la promoción que pudo empleando su web y el alcance de sus redes sociales. Además, la cosa tuvo cierta repercusión en algunas webs de conocidas publicaciones y blogs musicales, como aquí , aquí, aquí, aquí, aquí, o aquí. El tema fue debatido en los muros de Facebook de diversos DJs y aficionados a la música electrónica, e incluso en el foro de Hispasonic se inició un debate al respecto, exactamente aquí, donde algunos se llegaron a mostrar indignados con la propuesta. Le pregunté a Eme qué opinaba al respecto de la controversia que levantó su propuesta en las redes y me comentó: “Al principio llegué a preguntarme yo misma si estaba haciendo algo mal, porque sí hubo muchos insultos y críticas, pero luego vino el debate y me pareció genial porque en estos tiempos lo que necesitamos son nuevas ideas creativas y que todos busquemos la forma de que la gente nos escuche y nos venga a ver, aun cuando las cosas están tan mal para casi todos. Como mucha gente se quejaba de ciertos DJs, del circo que algunos montaban y de los cachés tan elevados sin apenas esfuerzo, pues de ahí vino mi idea. Una vez expuesta mi idea en mi web hubo muchas opiniones a favor y otras en contra, pero una vez abierto el debate creo que me di por satisfecha porque pensé que podrían salir nuevas ideas e incluso que la gente podría aportar algo a pesar de todo.”

Algunos de los comentarios en foros y blogs han sido algo alarmistas, “temiendo” que muchos empresarios pudieran adoptar el “Paga lo que quieras” como método de trabajo fijo para los pinchadiscos en sus salas. Ante esto Eme comentaba: “... es normal que piensen así. Yo pensaría igual, todos hemos tenido alguna experiencia negativa con promotores, y sobre todo en la noche, que es difícil fiarse de la gente. Pero como alternativa podría funcionar y sería bueno para la cultura musical y la escena de club. Hay muchos promotores que apuestan por una escena musical arriesgada y siempre palman dinero, quizá si no se cobrase entrada en algunos locales en los que solo entrar cuesta 12€ y el DJ asumiera este tipo de riesgos para apostar por la escena electrónica más underground creo que sería mejor para todos. Pero claro, también es difícil bajarse del carro cuando sólo por ir a pinchar tienes tu dinero asegurado… aunque luego pinches con una sala medio vacía”.

Esa misma noche, pinchó primero Kerman, uno de los residentes de la sala, centrándose en el estilo pop-rock-indie habitual de la sala, después a la 1h comenzó Eme DJ con su sesión de Nu-Disco y House (a base de Traktor Scratch y DVS, para los amantes de los datos técnicos). La sala estuvo cerca de estar llena, con unas 120-150 personas, y unas 100 en los momentos más flojos. Eme DJ recaudó en la hucha de metacrilato 91€ de las aportaciones de la gente. ¿Quedó Eme satisfecha? ¿Fue buena la respuesta por parte de la gente?: “Yo creo que fue mejor de lo esperado, conseguí 91€ en ese rato que pinché. A lo mejor se acercaba alguien a ver por qué la gente dejaba dinero en la hucha y le explicaba lo que era y para qué era, y algunos de esos dejaban dinero, no inmediatamente, pero sí al rato. Yo creo que al decirlo también estaban más pendientes de la música.” “No es una sala de baile, hay sofás, hay mesas, la barra está en la parte de abajo donde sí hay un espacio más diáfano para bailar, pero la cabina está en la parte de arriba, donde están los sofás y las mesas. El reto era complicado, pero me apetecía hacerlo”, explicaba Eme.

¿Repetiría el experimento dados los resultados? “Quizá sí, pero no ahora mismo, y no sola. Cuando digo sola, me refiero a pinchando sola, sí, pero necesitaría que me ayudase gente a pasar la hucha o a explicar en qué consiste esto… ahora analizandolo también te digo que podría haberlo hecho de otra forma, con alguien en la puerta explicando, también con flyers y carteles creo que hubiera salido mejor.”

Algunas reflexiones

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Indudablemente, Eme ha sido bastante valiente por el mero hecho de atreverse con un formato nuevo. Podía haberse ido a casa con las manos vacías, y podía también no contarlo. Pero a pesar de todo ha creído firmemente en que era necesario probar alternativas, y ella misma se ha puesto manos a la obra. Ha ido un más allá del activismo de sofá y ratón de muchos que se quejan de lo mal que están las cosas para los DJs, e independientemente de que se pueda equivocar como cualquier humano, merece mucho respeto por intentar algo que probablemente ni le hacía falta.

Para quien escribe estas líneas la fórmula puede ser válida para según qué DJs y para según qué ámbitos. Los DJs con una buena legión de seguidores propios, ganados a base de una depurada selección musical y técnica que les identifica del resto, pueden emplear la fórmula del “Paga lo que quieras” para financiar su visita a locales más pequeños o medianos que no pueden apostar sobre seguro con ese tipo de DJs o que directamente no pueden contratarlos. La fórmula puede funcionar también para DJs noveles que no encuentran oportunidades. Muchos locales podrían optar por pasar del “no pago a novatos” al “a los novatos les pago los gastos de la noche y lo que les de la pista”, y sólo eso ya sería un cambio importante de actitud en muchos garitos.

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