¿Sabes qué es la sonificación? Nos acercamos a sus posibilidades
¿No te ha pasado alguna vez que viajas en coche y empiezas a fijarte en un ruidito que sale del interior del salpicadero? El resto ni se ha enterado o no le da importancia, pero tú sabes que ese sonido no cuadra. Ahora imagina que te acabas de comprar un helado con cobertura de chocolate bombón con almendras y le vas a dar el primer bocado ¿A que eres capaz de reproducir en tu cabeza el sonido que hace al morderlo? (Alguno incluso será capaz de visualizar la forma de onda en su DAW favorito). Podría seguir poniendo ejemplos de lo importantes que son este tipo de cosas para quienes seguimos esta web, pero seguro que en tu cabeza ya hay infinidad de situaciones en las que esto te ocurre.
Todo suena, está claro, y además la forma en que suena nos aporta un montón de información sobre la calidad del producto, el material del que está hecho o lo bien o mal que encajan sus piezas. Quienes tenemos contacto diario con el sonido, por nuestra profesión o nuestra afición, nos fijamos de forma consciente en este tipo de cosas, pero el resto de usuarios también perciben esa información de esa forma tan sutil que sólo el sonido es capaz de transmitirnos. Conocemos el poder del sonido en la composición y producción musical o en la creación de mundos sonoros para películas o videojuegos —por poner un par de ejemplos—. ¿Por qué no emplearlo también para mejorar otro tipo de productos o experiencias?
Pues eso es lo que busca de alguna manera la sonificación: expandir el inmenso poder del sonido a todos los ámbitos. ¿Y cómo se puede hacer esto? Pues la verdad es que ya se hace. El ejemplo más empleado, aunque no por ello peor, es el de las puertas de los coches. Cuando montas en un coche de alta gama, al cerrar la puerta ¿a qué suena? No suena a portazo sin más; suena a compacto, a seguro, sin fisuras, bien construido, a confort. Pues bien, detrás de ese sonido hay gente trabajando, profesionales que se ocupan de que todas esas sensaciones lleguen al receptor, en definitiva profesionales de la sonificación.
El ejemplo que acabamos de ver ilustra la sonificación de productos. Al igual que el crujido de la cobertura del helado o el sonido del click de un ratón o un bolígrafo, son sonidos que nos dicen mucho sobre la calidad del producto y eso lo percibe el usuario y la empresa lo sabe. Cuando Harley Davidson patentó el sonido de sus motos lo hizo porque ese sonido tiene un valor incuestionable entre quienes sueñan llevar uno de sus ejemplares.
Otro de los campos de la sonificación es el que se refiere a los datos. Nos hemos acostumbrado a ver los datos en tablas, gráficas de barras o con colores, pero olvidamos el poder del oído. Nuestro oído es un órgano rapidísimo, tarda mucho menos en procesar grandes cantidades de datos que la vista. El efecto cocktail party es el mejor ejemplo de esto. Si ¿Dónde está Wally? fuera un reto sonoro y no gráfico, en vez de una camiseta de rayas, Wally emitiría un sonido y lo encontraríamos enseguida. Además, esto nos viene de muy lejos. Si el cazador recolector iba caminando por la jungla y se acercaba un depredador la primera alarma era auditiva.
Procesos como la formación de huracanes generan un montón de datos atmosféricos. Pues bien, ya hay gente que mediante la sonificación ha descubierto que escuchando estos datos se pueden obtener predicciones mucho más precisas. Si os sugiero que esto se puede emplear para análisis del omnipresente big data o para el análisis de datos bursátiles ya os podéis hacer a la idea del valor que esto representa.
Y esto es sólo la punta del iceberg; hay muchos otros procesos que pueden ser mejorados mediante la sonificación. Los ejemplos van desde el sonido que hacen nuestros electrodomésticos para indicarnos que han terminado, que se han quedado sin batería o que tienen un atasco (vale que las luces que parpadean ayudan, pero tienes que ir a buscar el manual a ver qué significaba “4 parpadeos en ambar”), hasta la asistencia sonora para invidentes, operaciones de precisión como aterrizaje en condiciones de niebla o asistencia en intervenciones quirúrgicas.
Sirva este artículo como primera dosis. Las próximas semanas contaremos con el profesorado de Sonificación de la Universidad de Oviedo para acercaros esta materia en una serie de artículos en los que profundizaremos sobre sus aplicaciones, las disciplinas que involucra (análisis de datos, diseño de producto, psicoacústica, síntesis sonora, etc.) y las herramientas empleadas. Esperamos que os enganche.