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Akai AMX y AFX: analizamos los modulares de Serato DJ

18/12/2014 por Teo Tormo
Veredicto
El AMX y el AFX representan el concepto de controlador modular de Native Instruments adaptado a la filosofía de Serato DJ por obra y gracia de inMusic.

Cuando se anunciaron los controladores AMX y AFX de Akai para Serato DJ más de uno se sorprendió. ¿Akai lanzando un producto totalmente enfocado a DJs? Pues sí, y sorpresa ninguna. Akai lleva tiempo formando parte del grupo empresarial inMusic, del que también forman parte entre otros Numark y Denon, y actualmente inMusic está muy centrada en el lanzamiento de productos para DJs empleando sus diversas marcas y compartiendo elementos de unas y otras en sus productos. ¿Os acordáis del controlador de pads Akai MPC Element? Usa exactamente la misma carcasa de aluminio y plástico que el controlador Numark Mixtrack Edge. ¿Los pads que monta el controlador NS-7 de Numark? Son de Akai. El AMX y el AFX se comercializan bajo la marca Akai, pero perfectamente podrían haber sido comercializados bajo la marca Numark ya que, como explicaré más adelante, muchos de los componentes empleados en los dos controladores son idénticos a los que ha empleado Numak en sus últimos dispositivos.

Empecemos por el AMX

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El AMX es un controlador MIDI de 230€ con aspecto de pequeño mixer de DJ de dos canales con algunos controles adicionales y dos entradas de audio en formato RCA. A pesar de las entradas, el aparato no puede emplearse como mixer autónomo, sólo pueden emplearse como entradas para el interfaz de audio del aparato, y su finalidad principal es recibir la señal de control de código de tiempo de Serato DJ, sea de la fuente que sea, ya que las entradas disponen de previo phono. Cuenta con una salida no balanceada en formato RCA y otra de auriculares para preescucha en formato minijack en la parte frontal.

Por su tamaño, el Akai AMX recuerda mucho a los controladores modulares de Native Instruments, aunque es un par de centímetros más corto y centímetro y medio más ancho. Los controles quedan prácticamente a la misma altura que en los modulares de Native Instruments, así que si quieres poner el AMX en un setup con elementos de altura standard, necesitarás hacer uso de algún tipo de elevador para que no quede “hundido” entre el resto de aparatos.

La construcción del AMX es totalmente en plástico con pintura negro mate de tacto agradable en la parte superior y roja en la parte inferior. A pesar del uso intensivo del plástico, el AMX parece bien construido, con todos sus componentes bien encajados y no presenta partes con movimientos extraños o crujidos inesperados. El dispositivo curiosamente no necesita drivers en OSX, aunque sí en Windows, y cuando Serato DJ detecta que el AMX está conectado, automáticamente se activa una licencia completa del software. Se alimenta exclusivamente del puerto USB y, aunque esto es algo muy interesante ya que reduce el número de cables y te deja más tomas de corriente libres, es algo ligeramente “pretencioso” para un aparato como el AMX; alimentar dos previos phono, toda la iluminación del aparato y las dos salidas de audio sólo con la energía del USB es algo que habrá llevado a los ingenieros a la salomónica decisión de que la iluminación del aparato no sea excesivamente potente por una parte –se nota cuando lo usas con el AFX al lado cuya iluminación es más fuerte– y que sus salidas se queden algo cortas de potencia en determinadas circunstancias, aunque esto último tampoco de una manera dramática.

Cada uno de los dos channel strips cuentan con un fader de volumen de 50mm de tacto algo duro aunque de desplazamiento uniforme –y que creo que podrían ser como los que monta el controlador APC40 MK2 de la propia Akai– , tres potenciómetros para la EQ y uno para el filtro más grueso. En la parte superior hay un encoder que realiza la doble función de control de ganancia del canal y de control de tempo del deck. Como control de ganancia funciona bien, pero a la hora de controlar el tempo, cada paso del encoder supone un cambio en el tempo de 0.4% , algo totalmente inaceptable y carente de precisión, y que deja el DVS como única opción efectiva del control de tempo, o directamente tirar de Sync. Los potenciómetros de cada canal son idénticos tanto en aspecto como en respuesta a los empleados en el controlador Numark NV, del que publicamos una review hace poco. Cuentan incluso con la misma propiedad táctil que los del NV, activable desde el botón Touch de la esquina superior derecha del aparato. Activando esta función, al tocar un potenciómetro hacemos un kill de esa banda de EQ.

Junto a cada channel strip, al lado del encoder de doble función, hay un interruptor para conmutar la entrada de audio de cada canal entre phono y línea, según la procedencia de la señal timecode. Cada canal cuenta con un vúmetro de cinco segmentos –como en el Numark NV– , y otro doble de cinco segmentos para el master. Son vúmetros pobres, pero al menos hay vúmetros independientes para todo y sabes cuando estás “picando en rojo”. Sobre los vúmetros tenemos tres potenciómetros para regular el volumen de salida master, preescucha y la mezcla de auriculares.

En el área central del aparato tenemos ocho botones de plástico translúcido de click algo duro (al estilo Numark), cuatro para cada canal; las funciones que cubren son las de Load (carga), Sync/Sync Off, Cue/Retroceso y Play/Stutter. Las funciones secundarias de estos botones se activan con el minúsculo y difícil de ver (es negro y plano) botón Shift. Un poco más arriba tenemos un encoder para navegar por la librería, cuya función secundaria de desplazamiento rápido por la pista se activa si lo giramos mientras pulsamos los botones Search que tiene a los lados. En la esquina superior izquierda tenemos el botón panel, para visualizar en la pantalla del ordenador los distintos paneles de funciones adicionales de Serato, como el del sampler, efectos, grabación, flip, etc.

El crossfader que monta el AMX es nada menos que un Mini Innofader, componente que por sí solo tiene un precio de venta al público de unos 80€. Poco se puede decir sobre esta versión “mini” del crossfader que ha vuelto locos a muchos turntablistas que no se haya dicho antes; ya sabemos que no es tan brutal como su hermano mayor, la versión Pro, pero proporciona un deslizamiento excelente que no suele encontrarse en controladores de este precio, que combinado con su bajo cut-lag te permite atreverte sin miedo a hacer scratch. La curva del crossfader es totalmente ajustable desde un potenciómetro en el mini frontal del aparato.

Si has estado atento a todo lo que incorpora el AMX, te habrás dado cuenta de que se integra en un pequeño dispositivo todo lo necesario para sacarlo de la caja y directamente ponerte a pinchar con Serato DJ un tema tras otro, no necesitas absolutamente nada más. Los botones son algo pequeños para lo que habitualmente vienen a ser los botones de Play, Cue y Sync en un controlador, pero ahí están para que puedas usarlos, y tienes también control para navegar por la librería de Serato DJ. Los controles de mezcla están completos, quizá la única pega sea el control compartido ganancia/tempo, que aunque no funciona mal como control de ganancia es un desastre como control de tempo.

La posibilidad de usar DVS es inicialmente una mera posibilidad, ya que aunque el AMX cuenta con los elementos de hardware necesario para ello –entradas independientes y previos phono– , Serato DJ sólo nos permitirá usar DVS si pagamos los 80€ que cuesta la DVS Expansion que comercializan online. O dicho de otra manera, si quieres sacarle todo el jugo al AMX, deberás pagar un total de 310€ y no los 230€ iniciales. No obstante, es actualmente la opción más económica de todo el mercado para pinchar con Serato DJ empleando DVS. En el siguiente escalafón estaría el interfaz SL-2 de Rane por casi 400€ –y que necesita un mixer– y después ya pasariamos a controladores como el N4 de Numark, que junto con la necesaria DVS Expansion sale por unos 470€.

En las pruebas que estuve realizando, que en esta ocasión no pudieron ser con mi ordenador habitual y tuvo que ser con una máquina bastante menos potente, el AMX se comportó muy bien a muy bajas latencias, aunque con el DVS las cosas iban mejor subiendo un poquito la latencia. De todos modos es algo que achaco al ordenador tan flojo con el que tuve que hacer las pruebas. El sonido del AMX es bastante decente, su interfaz tiene conversores de 24 bits y 96khz le da una buena definición, y es una lástima que sólo cuente con una salida no balanceada.

Y ahora sigamos con el AFX

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El AFX es un controlador accesorio para Serato DJ de 180€ pensado para controlar las funciones de efectos, hotcues, loops, sampler, slicer y flip. Viene montado en una carcasa de un tamaño idéntico a la del AMX y construida con el mismo tipo de material plástico, pintura y acabado. Todos los controles que incorpora tienen el mismo tacto y respuesta que en el AMX, así que vuelve el deja-vu con el Numark NV. Igual que el AMX se alimenta exclusivamente del puerto USB, pero la diferencia es que la iluminación de los controles es mayor; la explicación es simple, en este dispositivo no hay que gastar energía en alimentar entradas y salidas de audio, ni tampoco previos phono. A diferencia del AMX, el AFX no activa la licencia completa de Serato DJ, simplemente está certificado como hardware accesorio oficial y sus controles quedan mapeados perfectamente en cuanto el software lo reconoce. Así que aunque te compres un AFX seguirás necesitando otro dispositivo certificado que active Serato DJ. No necesita drivers ni en Windows ni en OSX, es class compliant.

En su parte superior, el AFX tiene dos botones para seleccionar el deck que se controla con las funciones asignadas al touchstrip y los pads de la parte inferior, y justo bajo ellos encontramos ya el touchstrip, que bajo mi punto de vista comienza siendo una pequeña primera decepción del producto. Así como los touchstrips que monta Native Instruments o Pioneer han demostrado una respuesta muy buena, este que emplea Akai en su AFX parece menos sensitivo y requiere algo más de presión de la esperada para funcionar correctamente, si no se ejerce la presión necesaria al tocarlo, el touchstrip puede fallarte y hacerte cosas como quedarte atascado en un punto de la pista al usar la función Search. Esto puede parecer una chorrada, pero dependiendo de la altura y la distancia a la que tengas ubicado un dispositivo, el hacer más o menos presión para activar un botón o un control de este tipo puede resultar incómodo. Cuando usas el touchstrip en modo pitchbend, el control queda dividido en dos partes, tocando en toda la parte izquierda decelera la pista y la parte derecha la acelera; el efecto sobre el tempo es constante y progresivo mientras no levantes el dedo, con lo que si por ejemplo deceleras el tema y no levantas el dedo puedes llegar a pararlo del todo, algo que por cierto combinado con Pitch’n’Time puede servirte para crear unos efectos de parada larga muy chulos. Pero ojo, porque si una vez parado no levantas el dedo, ¡el tema se comenzará a reproducir a la inversa! En fin, un poco extraño. También puede emplearse para controlar simultáneamente con un sólo dedo todos los efectos activados, ejerciendo una especie de función de macro FX.

Debajo tenemos todos los controles de efectos, cuatro pequeños botones retroiluminados en amarillo para la asignación de los bancos de efectos y seis botones de retroiluminación azul para la activación de cada efecto y función secundaria de activación de selección de efecto, junto a cada botón un potenciómetro para regular la intensidad del efecto. Un poco más abajo tenemos dos encoders y dos botones para marcar manualmente el tempo al que responden los efectos y función secundaria de selección del modo del banco de efectos –single o multi–, así como para marcar la subdivisión del tempo al que se sincronizan los efectos. Entre todos estos controles tenemos un botón para activar la función táctil de los potenciómetros, que básicamente sirve para evitarte tocar el botón de activación del efecto, ya que al tocar el potenciómetro el efecto se activa. Mucho cuidado porque si no estás atento al nivel del efecto y tienes la función táctil activada puedes hacer barbaridades como aplicar distorsiones o reverbs brutales a la pista y fastidiar por completo una sesión.

En el AFX hay dos botones Shift, más grandes y visibles que los del AMX, ¿por qué no han hecho lo mismo en el AMX? El encoder pulsable que hay entre estos botones y su pantalla superior sirven para elegir el tamaño de los loops automáticos y activarlos, tiene como función secundaria desplazar los loops ya creados.

A los lados del encoder tenemos un par de botones para activar la grabación de flips, aunque la función de control de los flips se complementa con los pads. Bajo el encoder tenemos los pads y los botones para asignar su utilidad. El bloque de pads junto con los botones de asignación parecen, nuevamente, totalmente extraídos del Numark NV, mismo tamaño, tacto y colores. No obstante, parece que tienen un umbral de sensibilidad diferente, ya que reaccionan con algo menos de presión que los del NV, o al menos eso me ha parecido. Las funciones que pueden realizar son casi las mismas que las de los pads del NV, a excepción de que pueden usarse como controles de transporte –así que si compras un AMX y un AFX tienes funciones duplicadas– y la función de control de los flips no está “escondida” como pasaba en el NV. En general los pads resultan extremadamente útiles, y su sensibilidad es más apropiada en mi opinión que la de los montados en el NV.

Conclusiones

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El AMX y el AFX representan el concepto de controlador modular de Native Instruments adaptado a la filosofía de Serato DJ por obra y gracia de inMusic. La comparación es absolutamente inevitable. En el caso del AMX, Akai ha resultado ser muy ambiciosa con un producto que además de servir de activador de Serato DJ, aglutina muchísimas funciones y posibilidades de control muy bien distribuidas en una unidad de tamaño pequeño que es extremadamente sencilla de transportar. Por compararlo con un producto de NI, sería como si al Z1 le dieras la posibilidad de usarse para control DVS y le pusieras algunos controles dedicados de transporte. La inclusión del Mini Innofader le da puntos extra que atraerán a gente que quiera iniciarse en el turntablism por poco dinero. Pero para ajustarse a un precio tan bajo por el que se oferta el producto, el fabricante ha tenido que optar por acabados totalmente de plástico –aquí Native Instruments se sabe lucir mejor– y por obviar una conectividad profesional, contando para ello únicamente con una salida no balanceada para el master y la preescucha de auriculares en formato minijack. Su nivel de salida puede además resultar un poco insuficiente en determinados setups, aunque se le puede perdonar por la buena calidad de sus conversores de 24 bits y 96khz, algo que no esperaba. Por último, la pobre resolución del encoder para controlar el tempo me ha parecido un detalle que Akai debería mejorar, quizá puedan publicar una actualización de firmware o se podría resolver también dentro de alguna actualización de Serato DJ, ya que el programa no permite modificar por el usuario el comportamiento de los controladores certificados.

El AFX se presenta como un complemento ideal para tanto para el AMX como para los que tienen otro setup con Serato DJ –interface certificado y mixer, o mixer certificado, por ejemplo– y necesitan controles adicionales. Aunque los pads y los potenciómetros para el control de efectos funcionan francamente bien, el touchstrip me ha decepcionado un poco, ya que sin ser malo, se nota que no es tan bueno como el que montan otros fabricantes. Su respuesta creo que es mejorable.

Ambos dispositivos heredan ADN del Numark NV por todas partes y te hacen recordar que Akai y Numark son inMusic, y te hace también preguntarte por qué motivo estos productos se comercializan bajo la marca Akai. Ambos productos son como una modularización del NV. Sus potenciómetros táctiles, pads, encoders, vúmetros, botones… son idénticos. ¿Quizá la marca Akai tendrá ahora la tarea de comercializar los pequeños controladores para DJs mientras que bajo la marca Numark aparecerán los controladores “integrales” como el NV o el NS7-II? La estrategia de inMusic podría ser esa. ¿Lograrán el mismo éxito que Native Instruments con estos controladores modulares? Eso es complicado. Native Instruments ha tenido un éxito arrollador con sus dos modelos de X1, que sería comparable al AFX, pero la ventaja de Native Instruments es que Traktor funciona en cualquier ordenador sin que tenga que haber un “dispositivo certificado” conectado. Y aunque comparativamente estos modulares de Akai tienen más funciones que los modulares de Native Instruments, diría que los acabados de los de N.I. son de una calidad algo mayor. Eso sí, ojalá montara N.I. un Mini Innofader en un Z1. Con todo, es super interesante que puedan existir productos como el AFX y el AMX para Serato DJ, especialmente el AMX, que por poco dinero permite introducirse de lleno en el mundo del control por DVS.

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