Análisis de LD Systems U500, sistema inalámbrico para directo
LD Systems acaba de presentar una nueva serie de sistemas inalámbricos para directos bajo el nombre de serie U500, esta vez dedicado de pleno, según rezan sus palabras, al mundo del sonido profesional. Sin necesidad de licencia de uso, se disponen en varios rangos de frecuencia cerrados capaces de manejar hasta 12 unidades independientes. Así, la U505 está destinada al rango de 584-608 Mhz (capaz de trabajar con hasta 12 unidades simultáneamente), la U506 entre 655 y 679 MHz (12 sistemas) y la U508 entre 823 y 832 Mhz más el rango entre 863 y 865 MHz pero hasta 6 sistemas.
Aunque sobre el catálogo parece que existan multitud de opciones, en realidad LD Systems ofrece un paquete entero que comprende la unidad receptora (disponible en versión única de medio rack o doble con doble receptor) y la combinación posible con sus dos emisores disponibles: el de mano y el de petaca. A su vez, en la versión de mano se ofrecen hasta 4 diseños diferentes de cápsula (condensador o dinámico, cardioide o hypercardioide) y en el de petaca el headset de la marca (en color negro o carne) o con el adaptador de línea.
Lo interesante no es que estén disponibles hasta cuatro combinaciones de cápsula de micrófono de mano posibles sino que, ahí la sorpresa, puedes comprar las cuatro cápsulas e intercambiarlas utilizando un mismo emisor de mano. Para conseguirlo utilizan un sistema de rosca que, si lo mantenemos limpio, permitirá una conexión entre cápsula y cuerpo emisor limpia y segura, además de ser un proceso rápido y tremendamente sencillo. Un emisor, un receptor y cuatro micrófonos disponibles. Como orientación, una combinación sencilla de receptor y emisor de mano con micrófono de cápsula dinámica sale por 329 € (mod. U505 HHD).
Aún el carácter profesional de esta serie, patente además por su acabado constructivo, el fabricante afirma que la utilización del mismo es realmente sencilla. Y lo es. Me centro en los dos emisores, el de mano y el de petaca.
El de mano es sorprendentemente ligero, a la par que robusto. Construido en plástico (como sus competidores), incluyendo sus dos pilas AA estándares para su funcionamiento, su peso es muy liviano, algo de agradecer si debes utilizarlo durante un par de horas en un concierto. El tacto del micrófono, de su agarre, no es liso, sino que presenta una especie de material seguramente antideslizante, algo que se agradece cuando, además de pensar en el peso, piensas en la sudor de tus manos. Un ligero toque estético moderno basado en una pieza de aluminio le otorga ese “look” moderno que quizá puede tirar para atrás, no por ser distintivo, sino por esa posible necesidad de querer que el micrófono pase desapercibido visualmente.
Amén de ello, falta describir que hay una pequeña pantalla de tres líneas y un conmutador ON/OFF. No hay botón de muteado, pero cada vez que paré el micrófono en su posición OFF actuó como mute, sin ruido de RF ni electrónico audible, aunque sí algo de ruido del propio conmutador (físico). Si quiero ser algo más crítico, cuando muteo (apago) o enciendo el micro la respuesta es sensiblemente lenta, lo que el usuario debe conocer para así esperar y no empezar a hablar cuando todavía no se ha encendido el equipo. El fabricante afirma que cuando no hay emisión de audio “mutea” la recepción, justamente para evitar interferencias indeseadas.
Los únicos ajustes que se permiten realizar en el emisor (tanto el de mano como el de petaca) son el de potencia de emisión (disponible en 2, 10 o 30 mW lo que, según el fabricante, permite un alcance de hasta 100 m) y que nos permitirá ajustar la potencia o, en su defecto, la vida útil de la batería (más potencia, más consumo, menor duración de la batería: el fabricante informa de una vida útil de hasta 10 horas). Durante las pruebas paseé en una instalación mucho mayor que cualquier escenario y nunca perdí cobertura. La otra opción es el control de ganancia, disponible de 0 a -27 dB en pasos de 3 dB.
La pantalla informa de varios ajustes: vida de la batería, nombre de canal, frecuencia, canal de emisión, etc., pero para estos ajustes será necesario el concurso de la unidad receptora. La petaca hereda el mismo diseño (el material anti-deslizante, el toque de aluminio, el color de a la pantalla, etc.) del emisor de mano y los mismos ajustes. Para la conexión de entrada se utiliza un XLR en miniatura, un estándar conocido. La antena se puede desenroscar.
La unidad receptora está disponible en dos acabados: una unidad de medio rack de ancho con un receptor o la versión doble de unidad entera de rack de ancho con dos receptores independientes. Se pueden unir dos unidades individuales para su “enracaje” con los accesorios adecuados.
Dispone de una pantalla OLED, lo que para nosotros significa mayor contraste y definición a la hora de ver los datos en pantalla, incluso si es de día y hace sol. En realidad es en esta unidad donde realizaremos el resto de ajustes y configuraciones necesarias para nuestro equipo, desde etiquetar el nombre de cada micrófono, buscar frecuencias, etc., y luego enviaremos estos ajustes via inalámbrica al micrófono. Este paso se realiza de una manera mucho más rápida de lo que estoy acostumbrado con equipos mucho más caros, curiosamente. Aún así, la sencillez de ajustes presente en los emisores sigue presente en los receptores. Mediante un único mando rotatorio y conmutador integrado accedemos y ajustamos según necesidades. Su panel de conexiones es suficiente pero sorprende que en esta gama de precio nos encontremos en la parte frontal con dos interesantes aportaciones: por un lado, un potenciómetro para ajustar el volumen de salida y, todavía más interesante, una salida jack de pre-escucha con su propio control de volumen. El sistema es diversity.
Su precio es muy competente y atractivo visto su carácter profesional y, aunque no he probado las diferentes cápsulas, sus otras prestaciones están acorde a lo anunciado. En un mundo donde la especialización resulta cara, alternativas como esta ofrecen seguridad y fiabilidad a precio asequible.
Más información | LD Systems U500