Sintetizadores

Review de Dreadbox Erebus V3, una trayectoria ascendente

11/01/2019 por Pablo Fernández-Cid
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Veredicto
Si en el Erebus original encontrábamos una voz analógica un tanto ‘clásica’, las posibilidades de esta v3 permiten acceder a terrenos mucho más amplios, siempre sin abandonar lo que ofrece un sinte de esencia sustractiva. El sonido tiene la garra y carácter que esperamos encontrar al acudir a un 100% analógico, y las posibilidades de interconexión ampliadas permiten juegos importantes consigo mismo o interactuando con otros sistemas externos.

Pros

  • La línea Erebus mejora considerablemente en esta entrega III
  • Acabado, disposición y tacto de los controles muy agradable y útil
  • Sin salirse de lo analógico, buenas posibilidades de extraer colores
  • Semimodular e integrable en entornos analógicos y basados en CV
  • Parafonía bien resuelta

Contras

  • SIn memorias ni control MIDI, condiciona a grabar su audio 'en caliente' durante la interpretación, como es propio de este tipo de analógicos pura sangre.

La evolución de Erebus

[Índice]

Con unos paneles concentrados y bien concebidos y por tanto ágiles para la edición, Dreadbox ha adquirido con sus sucesivas propuestas buena reputación en el poblado mundo de los analógicos monofónicos/parafónicos ofreciendo un sonido que fácilmente resulta contundente. La especialización de Dreadbox en lo analógico se mantiene en este Erebus v3: en la parte de sintetizador sólo la generación de las envolventes es digital (Medusa, mucho más profuso en elementos digitales, es fruto de una colaboración con Polyend). El Erebus original se presentó en 2015 como un parafónico dual con un pequeño patchpanel y dotado de interfaz MIDI y unidad de eco, todo ello a un precio contenido especialmente tratándose de un equipo hecho a mano. Con mínimos retoques, referidos a un par de conexiones de las que se realizan por defecto internamente, hubo también una v2. Descendiente de ese diseño original es también Lil Erebus, una edición en kit muy simplificada, pensada para sistemas eurorack.

Antecedentes en la familia Erebus
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Sin embargo Erebus v3 está muy crecido respecto a sus antecesores, algo que salta a la vista por su tamaño y por un panel de conexiones mucho más amplio, así como por las funciones que incorpora.

Erebus v3
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Sigue tratándose de un sintetizador analógico que permite uso parafónico a dos voces, pero aparece un tercer oscilador mucho más flexible que los dos primeros. Este tercer oscilador ofrece un tipo de control y posibilidades que contrasta y complementa muy bien frente a los otros. Novedad también la generosa dotación en términos de modulación entre osciladores, con FM desde el oscilador 3, y una peculiar forma de 'anillo' en la que intervienen los tres osciladores.

El filtro sigue siento un 12dB/oct pero ahora ofrece la flexibilidad de un comportamiento continuamente variable desde paso bajo a paso alto. También novedad, las dos envolventes pasan a ser de tipo ADSR. Antes la de amplitud era sólo AR. Se mantiene la opción 'bucle' en la envolvente del filtro. También presentes y ya conocidos un LFO sencillo (en esta ocasión triangular) y una unidad de eco analógica 'lo-fi'.

Erebus v3 incorpora novedades que lo alinean mejor con los tiempos que corren. Además de la facilidad para los sonidos inarmónicos que prometen la FM y el anillo, hay una vocación mucho más decidida hacia la experimentación y el uso del ‘patching’. Así, hay disponibles, casi escondidos, a través de las conexiones un buen número de módulos adicionales a los que aparecen en el área principal de los potenciómetros, conmutadores y faders.

A partir de esa rápida comparativa evidentemente las capacidades respecto al Erebus original crecen muchísimo en este nuevo modelo, a pesar de que el precio se mantiene debajo de la cota de 500€, el mismo rango que sus antecesores.

En uso

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La inmediatez en llegar a resultados es algo que siempre he encontrado en los Dreadbox y que se agradece. Quien se decide por un sinte estrictamente analógico y sin memorias ni menús sabe lo que puede esperar y lo que quiere encontrar y agilidad y comodidad de uso que invite a interactuar son componentes esenciales aquí presentes.

Buena parte de esa comodidad la aportan el que los capuchones sean de tamaño grande en comparación con otros competidores. Personalmente me gusta el uso de faders para los generadores ADSR, así que bienvenido ese cambio respecto al anterior v1/v2 y sus potenciómetros giratorios en las envolventes. El panel de conexiones concentrado en uno de los extremos es otra de las buenas costumbres que estamos viendo con frecuencia en los nuevos sintes híbridos. Permite usar cables cortos y mantener despejada la zona de control manual.

En los osciladores 1 y 2 hubiera preferido que el recorrido de los ajustes tune llegara a ser de +/- 1 octava y no se agotara en los aproximadamente 11 semitonos que ofrecen a ambos lados, haciendo necesario acudir a los conmutadores de salto de octava. A cambio el recorrido continuo enorme que permite el oscilador 3 abarca en un único giro del potenciómetro desde la región propia de LFOs lentos (con ciclos de más de un minuto) hasta notas agudísimas fuera del registro habitual y al límite de lo audible (alcanza los 15kHz). Ese control principal está acompañado de otro de ajuste fino para afinar osc3 con precisión. Es un contraste de comportamiento bien útil el que separa a los osciladores. Todo es cuestión de decidir adecuadamente cuál de los tres debemos elegir para cada tipo de intención sonora. Algo que también asoma en las formas de onda: diente o pulso en osc1, diente o triangular en osc2, y mucho más variada en osc3: diente ascendente o descendente, pulso, triangular, senoidal, doble diente (al modo de un ‘multisaw’ sencillo) o ruido blanco. Una variedad de formas en osc3 bien interesante para el uso como LFO, dado que el LFO dedicado que existe es de forma fija (triangular).

El oscilador 3, con su propio ajuste de intervalo, sigue las evoluciones del oscilador 1 en cuanto a notas y glide, de forma que la parafonía hace que sea el oscilador 2 el que quede a disposición de la segunda nota que interpretemos, aunque por defecto mientras toquemos monofónicamente se combina con los otros.

La posibilidad de silenciar los osciladores 1 y 2 se consigue mediante la posición central de sus selectores de forma de onda, dado que sus niveles se establecen con un control único ‘mix’ horizontal que da una idea inmediata e intuitiva. Es curioso que al silenciar alguna de ellas mediante el selector de forma de onda, automáticamente la mezcla es siempre 100% del que sobrevive, tengamos el control ‘mix’ donde lo tengamos, garantizando así que no se nos hunda el sonido al eliminar uno de los osciladores. La adopción de un control glide individual en osc 1 y osc 2 es un acierto del que ya hablé en la review de Dreadbox Nyx. Como en las anteriores versiones, no hay opción 'sync' entre osciladores. Una lástima porque por lo demás es un sintetizador bien dotado en términos de modulación / interacción entre osciladores.

El control de FM desde osc3 actúa sobre los otros dos y es una modulación en frecuencia ‘analógica’, de tipo exponencial y sin osciladores ‘thru-zero’, de forma que los resultados se orientan de forma natural a los sonidos metálicos, acampanados e inarmónicos.

Campanas también puede producir el uso del anunciado como ‘triple anillo’ si las afinaciones de los osciladores no guardan relaciones sencillas, pero al tratarse de una modulación de amplitud es mucho más contenida y controlable que la FM, ofreciendo con facilidad variaciones de color sin necesidad de abandonar el carácter armónico. Si partimos de osciladores afinados entre sí, la introducción de los productos del anillo a través de los dos potenciómetros que le dan salida hacia el filtro mantendrá las notas ‘biensonantes’. En un apartado dedicado os hablamos de este triple anillo para que conozcáis su arquitectura, muy atípica y que podréis recrear en otros sintes, especialmente modulares.

La presencia de la señal de osc3 en el panel de conexiones permite realizar también modulaciones hacia otros destinos, como el siempre útil recurso de modular la frecuencia de corte del filtro. Una modulación mucho más dulce que la FM y con un color característico.

El filtro es multimodo, pero a través de un control continuo que permite variar su comportamiento desde el clásico paso bajo a un paso alto, con 12dB/oct, pasando por una respuesta intermedia de tipo ‘notch’. Permite hacer variaciones graduales entre extremos muy diferentes y resulta muy útil. Es una estupenda opción frente al simple conmutador entre varias respuestas. Al ser continuo permite matizar y transformar los sonidos durante la interpretación. Carece el filtro de un control de ‘keyscaling’ al que siempre tengo apego para poder equilibrar la interpretación sobre un registro no demasiado cerrado, así que hay que acudir al panel y cableado para alguna acción semejante si se requiere, aunque en todo caso no está pensado para un seguimiento fino y afinado de la acción sobre el teclado. No es un filtro 'calibrado'. La acción de la envolvente es por defecto directa, no invertida, pero el panel permitiría transformar la envolvente y generar un contorno invertido.

El disparo de las envolventes y su relación con el toque desde un teclado MIDI (via control CV dependerá del cableado) se realiza en función de si elegimos el modo parafónico o forzamos uso estrictamente monofónico a través de un microinterruptor trasero. El uso parafónico redispara las envolventes con la llegada de nuevas notas mientras el uso monofónico es ‘legato’. Cambia también la prioridad, que es a favor de la nota alta en uso monofónico (útil con el típico dibujo en trino), y que en uso parafónico reserva la nota baja para osc1 y 3 dejando osc 2 para la siguiente nota más baja (útil para mantener una nota o notas pedal intercalando alguna de contraste más alta, o bien para interpretar intervalos). Importante por cierto cara a la programación de secuencias: usad tiempos de 'gate' que os permitan sacar partido adecuado, y en particular si usáis el modo parafónico procurad que las notas estén separadas con claridad, sin que se solapen.

El comportamiento parafónico es muy eficaz, y ayuda a adornar el fraseo dando presencia ocasional a algún intervalo que rompa la estricta monofonía. Como si se tratara de la dirección asistida en los coches, cuenta con cierta inteligencia por parte de la conversión MIDI a control que permite que al soltar las dos teclas de forma no perfectamente sincrónica no haya necesariamente una vuelta a la monofonía que afee el desvanecimiento: se mantiene sonando cada oscilador en ‘su’ nota siempre que soltemos ambas teclas suficientemente cercanas en el tiempo. Eficaz y reconfortante para poder desarrollar con mayor naturalidad esas líneas a dos voces.

La envolvente de filtro (no así la de amplitud) asoma en el patch panel y cuenta con modo ‘bucle’, con lo que puede realizar funciones de LFO. Los tiempos individuales en ambas envolventes tienen un recorrido amplio desde los 10ms a los 60 segundos.

La unidad de ‘echo’ es básica y voluntariamente ‘lo-fi’. Especialmente en el caso de dosis altas de feedback la degeneración acumulativa tras cada vuelta por el retardo se hace evidente. También se nota una mayor degradación con los tiempos más largos, una característica común con las unidades de retardo de la época analógica. La realimentación en su extremo alto llega al forzar la presencia de sonido incluso en ausencia de señal, al estilo de lo que sucede cuando se sube la resonancia en los filtros. Los tiempos de retardo (entre 50 y 400 ms) no llegan a ser lo suficientemente cortos como para que pueda aplicarse en funciones de filtrado peine o flanging, pero sí para generar sensaciones de chorus, para lo cual resulta especialmente útil la presencia de control CV del tiempo de retardo dado que permite por ejemplo controlarlo con el LFO pudiendo regular la velocidad y profundidad del chorus con los controles 'rate' y 'depth' del LFO.

Cualquier ajuste ‘a tempo’ del eco tiene que ser resuelto a oído, no hay sincronización, y da lugar a la aparición de los clásicos cambios de tono ante variación del tiempo de retardo que ocasionalmente pueden resultar interesantes como efecto.

El LFO viene precableado para generar vibrato, pero esta conexión se rompe al usar el patch panel. Su limitación a forma triangular debe considerarse teniendo en cuenta que hay otras posibles fuentes de control cíclico más variadas: la envolvente de filtro en modo loop, el oscilador 3 y sus diferentes ondas en su registro más lento, o la señal pulso que del generador de 'clock' que existe en el patchpanel.

El patchpanel

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Lejos de ser sólo una selección de entradas y salidas de los módulos ya comentados, el patchpanel ofrece extras importantes. Podéis ver el detalle de los puntos de conexión disponibles ampliando la imagen.

Podemos encontrar como entradas controlables por voltaje el gate general, el CV general para tono y los tres individuales por cada oscilador (CV1, CV2, CV3), el control de la anchura de pulso de los osciladores 1 y 3 que en el caso del 3 también regula cambios de color sobre el multisaw, control del tiempo del eco, controles sobre la frecuencia de corte y la resonancia del filtro, y dos puntos de acceso para insertar audio externo: antes del filtro y antes del amplificador.

Formando parte del grupo de señales de salida encontramos el grupo Gate/CV/Mod que se refiere al gate y CV generados para la primera voz y a la información de la rueda de modulación MIDI, con lo que se puede tener cierta automatización vía MIDI. No está sin embargo la información de velocidad de las notas MIDI, así que si queremos animar de forma diferenciada cada nota tendremos que hacerlo generando mensajes de rueda, además por supuesto de las opciones vía voltaje y panel. Por ejemplo disparar con el propio 'gate' la captura en el Sample&Hold de valores de ruido es un truco útil que os muestro en el vídeo para tener un valor aleatorio diferente en cada nota que dé mayor animación y contraste a secuencias e interpretación.

En cuanto a salidas, la fuente de ruido blanco, además de poder seleccionarse como forma de onda en el oscilador 3, asoma en un conector dedicado del panel lista para aplicarse a cualquier destino. Otras señales disponibles como salida son la envolvente del filtro, la salida del LFO (triangular), y la señal generada en el oscilador 3, pero no las de los osciladores 1 y 2. Mientras la presencia en el panel de osc1 y osc2 era necesaria en los Erebus v1/v2 para poder realizar modulaciones, aquí se dispone de recursos FM y anillo dedicados y precableados, haciendo suficiente la presencia de osc3 en la matriz de conexiones. Uno de los usos de esa salida 'osc3' es el de funcionar como LFO dado que llega a tiempos de más de un minuto de ciclo y puede evitarse que haga ‘tracking’ de las notas sin mas que insertar un cable ciego en el control CV de osc3. Además la salida de osc3 en el panel está regulada con el 'level' de dicho oscilador (es 'post-potenciómetro') de forma que se tiene un control sobre su profundidad de acción.

También es con el panel como accedemos a una unidad de S&H (sample & hold) totalmente configurable (conectores in, clock, out, e incluso control por potenciómetro de su nivel de salida para acomodar su excursión) pero por defecto ya viene preconectada de una forma habitual: a la fuente de ruido como entrada y al generador de reloj que también se aloja en el panel.

Sólo accesible a través del panel se encuentra un VCA controlable por voltaje y con salidas invertida y normal, que tiene también un control de nivel en potenciómetro. Útil como ‘scaler’ y como ‘inverter’ pero también para las otras muchas funciones que puede dar un VCA. El control CV que ofrece es de tipo logarítmico. Llega a ofrecer una significativa ganancia de 18dB, que implica multiplicar casi x10 el nivel de la señal si lo necesitamos. Interesante por ejemplo para formar una realimentación hacia el filtro que fácilmente lo sature y provoque distorsión.

El generador de reloj ofrece pulso de ancho regulable y control de su velocidad de repetición tanto en potenciómetro como vía entrada CV,con un recorrido desde ciclos de aprox. un minuto hasta los 2700Hz. Puede actuar por tanto también como LFO adicional de tipo cuadrado con el que complementar el triangular principal y capaz de entrar con alegría en banda audio.

Un ‘multiple’ de 3 conexiones es un imprescindible en cualquier panel de ciertas dimensiones para poder bifurcar una salida hacia dos destinos. Pero además aparece un curioso conmutador controlable por CV que permite elegir cuál de dos ramas (X,Y) se conecta a una tercera (Z) y que puede funcionar indistintamente como 2in/1out o 1in/2out. Una función que recuerda poderosamente a la forma en la que Dreadbox ha resuelto el peculiar 'triple ring' de Erebus v3.

Un singular triple anillo

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El panel del Erebus habla de un ‘triple ring’ en el sentido de que se ofrece una forma de modulación sobre la amplitud en la que intervienen los tres osciladores. Pero no se trata ni del habitual y verdadero ‘anillo’ (producto de señales continuas) ni del falso anillo que otros sintes crean mediante puerta XOR (un producto de señales binarias). [Si quieres recordar qué es un anillo puedes acudir a este tutorial]

Es una idea interesante la de este triple anillo en el que se combinan la forma triangular del oscilador 2, la senoidal del oscilador 3 y el pulso del oscilador 1. Se trata de que el pulso (osc1) determina quién sale en cada momento: el triángulo (osc2) o el seno (osc3). Además sendos potenciómetros regulan el nivel con el que salen, aunque troceados y alternándose, el triángulo y el seno. Y por supuesto cada una de las señales (pulso, triángulo, seno) actúa con la frecuencia establecida en su correspondiente oscilador. La acción final de este sistema la podemos entender y comparar con un auténtico anillo para comprender su funcionamiento.

El 'triple ring' de Erebus v3
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Pensad sólo en una de las ramas. Por ejemplo la del triángulo (osc2), cosa que podríamos generar silenciando la presencia de osc3 con el potenciómetro correspondiente (ring 1/3) al mínimo. Lo que está haciendo la conmutación es dejar pasar el triángulo o bien silencio en función del pulso de osc1. Es como si multiplicaramos el triángulo por una cuadrada generada en osc1 y que variara entre nivel 0 y 1 (por tanto unipolar, con cierto contenido en DC). La multiplicación en el tiempo equivale a la convolución en el espectro, y tenemos como resultado que se trasladará una réplica del rico espectro del pulso unipolar sobre cada uno de los armónicos que presenta el triángulo, además de otra réplica centrada en DC (y que por tanto es la propia señal original de osc1).

La otra rama, la de osc3, usa senoidal pero tiene un comportamiento equivalente. Al reunir las dos ramas con niveles graduables, tenemos un resultado combinado de ambos.

Si la afinación de todos ellos es en la misma nota o en octavas y otros intervalos sencillos, el resultado se mantendrá esencialmente armónico y generará una alteración de timbre sin afectar a la afinación. En el momento en que hagamos diferencias importantes y menos consonantes de afinación entre unos y otros iremos distanciándonos de la armonicidad.

Muy buena idea, la verdad. Y fácil de replicar por quienes seáis usuarios de modulares. Cierto que al ser tecnología analógica nunca será una modulación de una pureza cristalina (por ejemplo aparecen sobreimpulsos en las conmutaciones) pero eso no le resta utilidad, sólo forma parte de su tipo de respuesta. El uso de dos formas de reducido contenido armónico (seno y triangular) y otra de amplio desarrollo (la cuadrada/pulso) es una buena combinación.

Opinión

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Si en el Erebus original encontrábamos una voz analógica un tanto ‘clásica’, las posibilidades de esta v3 permiten acceder a terrenos mucho más amplios, siempre sin abandonar lo que ofrece un sinte de esencia sustractiva. El sonido tiene la garra y carácter que esperamos encontrar al acudir a un 100% analógico, y las posibilidades de interconexión ampliadas permiten juegos importantes consigo mismo o interactuando con otros sistemas externos.

La capacidad de Dreadbox para resumir en un mínimo de controles posibilidades variadas sobre el sonido obligar a familiarizarse con sus interfaces, por ejemplo a conocer las diferencias y especialización de cada uno de los tres osciladores. Pero a cambio es muy veloz y directo. Lo demuestra también la presencia tan ágil de reclamar de dos formas de modulación tan diferentes como son anillo y FM, según deseemos transformaciones más sutiles o más graves.

Destacaría también la comodidad y efectividad del uso parafónico, gracias al colchón de seguridad que aporta vía MIDI para no romper la dualidad de notas si soltamos las dos teclas ‘casi’ a la vez pero no en una siempre imposible perfecta sincronía.

El color marcado y las posibilidades limitadas de su unidad de retardo hacen que no haya que descartar aplicar efectos más limpios externos, pero cumplen con su cometido anunciado de permitir una degeneración algo alocada que también tiene cabida como recurso y es más difícil de alcanzar desde unidades más convencionales.

Hubiera agradecido la presencia de sync entre dos de los osciladores, como también el que osc1 y osc2 admitieran con su control de 'tune' un recorrido continuo que llegara a la +/- octava y no se parara a tan corta distancia de ella. Hubiera sido práctico que el interfaz MIDI diera cabida al uso de la información de velocidad. Pero se trata de pequeños reparos que no desdicen de lo mucho que aporta este renovadísimo Erebus v3.

Si la llegada de Dreadbox Nyx me dejo el buen sabor de un sinte más imaginativo frente un Erebus original por comparación mucho más convencional, este nuevo Erebus v3 altera de nuevo la relación de fuerzas. Aunque cada uno tiene su sitio (por ejemplo en Nyx por la presencia de dos filtros de 12dB/oct y varias formas de encaminamiento), sospecho que muchos mirarán más hacia el nuevo Erebus que hacia Nyx, dado que los precios no son tan diferentes y de hecho dejan a Erebus un poco más alcanzable que Nyx, salvo ofertas puntuales. Aun así la competencia en este segmento de analógicos híbridos es enorme si ampliamos hacia otras marcas. Cierto que en muchos casos con modelos que tienen un precio bastante más elevado para una complejidad parecida, pero no está de más recordar a Arturia y sus Minibrute 2/2S, prácticamente equiparable en precio en la actualidad y con secuenciador y teclado/pads. Moog Mother 32 está también cercano en precio, pero palicede en número de módulos frente a Erebus v3 y por tanto deja fuera y pendientes de conexión con elementos externos muchas posibilidades, aunque aporta un secuenciador y el afamado filtro ladder Moog. Son en todo caso propuestas que no se contradicen pero que sí obligan a pensar lo que cada cual valora más, estudiando bien las muchas diferencias que las separan.

Más información | dreadbox-fx.com

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