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Review del Klark Teknik 76-KT: ¿de verdad suena como un 1176?

03/06/2019 por Ibon Larruzea
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Veredicto
El 76-KT se parece a un 1176. Tiene un amplificador que le da el timbre de un 1176 y tiene una respuesta temporal muy parecida, pero efectivamente, no es un 1176. Por un lado tiene más ruido de fondo y por otro, si bien su régimen de utilización es bastante amplio, el sonido de clase A solo está presente en un margen estrecho de éste.

Pros

  • Precio
  • Compite con los clones digitales

Contras

  • Más ruido de fondo que el original
  • Poco aconsejable para masterización por sus inestabilidades
  • Sonido clase A presente en un margen reducido de su uso

Precio

Introducción

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Klark Teknik es una compañía de origen británico fundada en 1974 que actualmente forma parte del grupo empresarial Music Group liderado por Uli Behringer. Desde la inclusión en Music Group, la marca ha aumentado de forma importante la relación calidad precio de sus ya bien considerados productos, lo que nos ha llevado a centrar nuestro interés en este clon del apreciadísimo limitador 1176 —aunque no es el único de la marca—. Razones no faltan: Amplificador clase A, circuito discreto, conectores Neutrik, transformadores Midas y un precio imbatible en el mundo de los clones del 1176: poco más de 200€.

Algunas consideraciones previas

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Estamos ante un amplificador clase A. Esta “A” no quiere decir que se pueda considerar esta clase mejor que la clase “AB”, “B”, C” o las de conmutación “D” o “E”. En términos de eficiencia, peso, fiabilidad o facilidad de construcción sí que podríamos tratar de catalogar estas clases —en las que por cierto la clase “A” no saldría especialmente bien parada—, pero a la hora de evaluar cual suena “mejor”, esta clasificación se complica hasta puntos en los que personalmente prefiero no entrar. Cada una tiene una tipología de distorsión propia ligada a unos parámetros más o menos comunes que dan de forma muy relativa un tipo de timbre. Sin embargo, otros parámetros, como el grado de re-alimentación empleado, la tipología de los componentes o los diseños específicos de cada modelo pueden llegar a alterar el resultado de forma importante.

Cuando hablamos de circuitería discreta no queremos referirnos a ella como de “calidad discreta o moderada” sino que hacemos referencia a ella como circuitería en la que sus componentes son elementos discretos —dicho de otro modo, genéricos—. Hablamos de transistores, condensadores, resistencias, inductancias, transformadores, etc. que son fácilmente sustituibles en caso de avería y que del mismo modo simplifican modificaciones posteriores. Una electrónica no discreta tiene muchas ventajas, pero el tiempo de fabricación de esos componentes específicos determinará la vida operativa del aparato, por no hablar de que ante una avería, aunque tengamos reemplazos todavía en el mercado, localizar el fallo es considerablemente más complicado, lo que suele llevar a cambiar toda una placa antes que buscar el componente específico y sustituirlo, encareciendo la reparación.

El acoplamiento de circuitos eléctricos se puede hacer mediante transformadores, de modo que se cambia el acoplamiento físico por el acoplamiento electromagnético que se produce entre el primario y el secundario del transformador. Los transformadores distorsionan, alteran el ancho de banda y reducen la componente de corriente continua que pueda haber en la señal, por lo que son elementos importantes en el sonido final. Recuerdo una frase, creo que atribuida a R. Neve, que decía algo así como “el secreto está en el hierro”, haciendo referencia a los núcleos de los transformadores que montaba en sus equipos. El comportamiento normal de un transformador es, por una parte, filtrar la señal continua, generando más distorsión en el extremo grave del espectro audible, reducir el ancho de banda y generar distorsión armónica, bien por saturación magnética del núcleo, algo que a duras penas conseguiremos con núcleos de ferrita donde necesitaremos entre 0,3 y 0,5T y virtualmente imposible en núcleos de aleaciones modernas, bien por la histéresis —esto es, el retardo en el cambio de alineamiento de las partículas de metal siguiendo las curvas del campo magnético que tiende a producir un acampanamiento de la onda senoidal debido al aumento del tercer armónico invertido—. Incluso, creo recordar que existen estudios que determinan que ciertos diseños de transformadores pueden filtrar los armónicos de orden alto que se producen en los transistores cuando trabajan en modo push-pull.

A lo quiero llegar con esta última consideración es que las marcas tienden a generar cierta confusión: “Mi aparato tiene transformadores, y eso es bueno” o “mi aparato no tiene transformadores, y eso es bueno”, etc. En ocasiones, el mismo fabricante utiliza un argumento con un modelo y seguidamente el contrario con otro modelo. Y esto es tan solo un ejemplo.

Creo que debemos conocer qué estamos comprando y decidir en función del uso que vayamos a dar a la máquina, de modo que un aparato voluminoso y pesado, de electrónica discreta, con transformadores clase A con grandes disipadores de calor, fuente de alimentación convencional y algunas válvulas por aquí y por allá —no es el caso concreto del 76-KT, que no lleva ninguna válvula— por mucho que el fabricante nos lo venda como estupendo, puede ser una buena compra para un estudio pero una compra discutible como complemento para un control de PA, donde va a andar moviéndose de aquí para allá. Todas estas valoraciones son complejas y no me corresponde a mí valorarlas, pero invito a que se tengan en cuenta porque el 76-KT es un compresor de un único canal que ocupa dos unidades de rack y pesa casi tres kilos.

Descripción de los controles

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El frontal es clavado al UA 1176. De izquierda a derecha tenemos un control de entrada seguido de un control de salida que en nuestra unidad brindan una ganancia máxima en nuestra unidad de 40dBs y una atenuación máxima de al menos 120dBs según nuestras mediciones. Le siguen los controles de tiempo de ataque y relajación que quedan a su vez a la izquierda de los selectores de ratio, 4, 8, 12 y 20. Pulsando todos ellos a la vez el compresor entra en el modo “British” o “Squash” que le caracteriza.

A la derecha de los selectores queda el medidor de aguja y bajo él un control de ajuste fino de la aguja. Por cierto, hemos tenido que utilizarlo ya que de fábrica ha llegado con un ligero desajuste que llevaba a la aguja a no descansar sobre la indicación de 0dBs en modo GR. Por último, tenemos cuatro selectores de modo de lectura y la palanca de encendido bajo un indicador luminoso de encendido.

La parte trasera presenta, además del conector de alimentación, salida en XLR y Jack, entrada en XLR y Jack, un interruptor de atenuación de 20dBs, que en nuestra unidad se queda en unos 18dBs y un control de posición de aguja para ajustes más severos que los que permite el control frontal.

Mediciones

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Ruido residual

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Comenzamos analizando el ruido residual del 76-KT. Control de entrada a -46 (aproximadamente) y el de salida a -18, obteniendo ganancia unitaria:

El ruido de fondo se mantiene en -85dBFs/-69dBus, un valor un poco elevado. Cabe destacar que no se aprecian componentes de la corriente alterna de alimentación en la ruta de señal más allá de una discreta presencia de 50 y 150Hz.

Activamos el atenuador “Pad” del panel trasero y volvemos a ajustar la unidad en ganancia unitaria con los valores -40 para el control de entrada y 0 para el de salida:

El ruido de fondo se queda en unos escuetos -71.2dBFs/-55.2dBus.

Respuesta espectral

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A continuación pasamos una señal de barrido para comprobar la respuesta espectral del aparato. Ganancia unitaria, entrada -46 (aproximadamente) y salida -18, nivel de la señal entrante +16dBus, nivel de la señal saliente +16dBus, sin compresión:

La respuesta es plana a lo largo del espectro audible.

Procedemos ahora a realizar la misma prueba pero ajustando el compresor para una reducción de ganancia de 6dBs, Ratio=8, control de entrada -46, control de salida -18, nivel de señal entrante +16dBus, nivel de señal saliente +6dBus:

La respuesta se mantiene muy plana aunque presenta ligeros realces en los extremos del espectro analizado.

Respuesta tímbrica

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Veamos ahora la respuesta tímbrica introduciendo 1KHz a +6dBus, ajuste de entrada -46 y de salida -18. No hay reducción de ganancia, ganancia unitaria:

La presencia de segundo y tercer armónico y la ausencia o prácticamente ausencia de armónicos superiores es característico de los amplificadores clase A. Sin embargo, si aumentamos la señal a +16dBus, todavía nos quedan 9dBs para alcanzar el nivel máximo de salida de la máquina, la estructura de la distorsión armónica generada se alarga apareciendo armónicos de orden superior.

El timbre el 76-KT funcionando con niveles de señal altos se aleja de un comportamiento de clase A. Este cambio sucede en todas las máquinas, pero en el 76-KT el cambio se produce a niveles bastante modestos. Que el compresor de Klark Teknik no mantenga el timbre de un clase A a los niveles actuales de señal siendo una máquina que presenta un umbral de ruido más bien elevado es algo que lo limita bastante. A modo de referencia, el Studio Electronics C2s, el que es seguramente el mejor clon del 1176 que he probado, y seguramente en parte porque Studio Electronics perteneció a Bill Putnam —el creador del 1176—, puede lidiar perfectamente con estos niveles de señal sin cambiar el timbre del sonido.

Aquí vemos 1KHz pasando a un nivel de +16dBus a través de un Studio Electronics C2s sin compresión y con ajustes equivalentes a los del 76-KT:

Dinámica

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A continuación introducimos 1KHz cuyo nivel decrece 9dBs súbitamente después de 1 segundo para ver cómo reacciona dinámicamente el 76-KT:

Ajustamos el 76-KT con los tiempos más rápidos, presionamos todos los pulsadores de ratio y ajustamos los tiempos para que reaccionen lo más rápidamente posible:

Podemos observar varias cosas: por un lado, efectivamente presenta las dos etapas de reducción de ganancia típicas del 1176, la primera muy rápida y la segunda mucho más lenta, con una zona muy estrecha de paso de un comportamiento a otro debido a su duro codo. Por otro lado, vemos que tan solo deja pasar el primer semi-ciclo de la señal, de modo que podemos establecer que durante los primeros 0,5mS el compresor no actúa para seguidamente y casi de forma instantánea, aplicar la mayor parte de la reducción de ganancia. También observamos que la relajación es tremendamente rápida, podemos considerar que en 7mS ha liberado prácticamente la totalidad de la reducción de ganancia. Todos estos comportamientos cuadran estupendamente con el comportamiento de un 1176.

Ahora bien, también se observa que inmediatamente después de los cambios de ganancia existe una inestabilidad que lleva a una distribución asimétrica de la señal debido a lo que parece que es una onda portadora de 8Hz. Esta inestabilidad, aunque no es corriente, ya la había encontrado otras veces, y en ocasiones provocando auténticos problemas, como por ejemplo el de este Tube Tech LCA2B:

Todas estas asimetrías respecto al eje de 0V son indeseables, pues puede que provoquen recortes de la señal aún cuando el valor de amplitud máxima de ésta no sobrepase el valor de escala máxima. Dicho de otra forma, si empujamos la señal hacia, por ejemplo, arriba, de modo que ya no oscile sobre el eje de -∞, podemos llegar al techo superior de la escala sin haber realizado ningún incremento de ganancia de la señal en realidad. Este escenario provoca una situación de no optimización de la energía que puede ser almacenada por un archivo digital de audio y es por consiguiente indeseable —sobre todo en el proceso de masterización donde cuesta sacar incluso unas décimas de dB más de energía—.

Con valores más lentos y ratios más moderados la inestabilidad desaparece. 6dBs de compresión con ratio=4 y tiempos medios:

Condiciones de ensayo

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  • Voltaje de alimentación: 222V
  • Temperatura ambiente 20ºC
  • Humedad relativa: 72%
  • Número de serie: S190100905BR3
  • Frecuencia de muestreo: 44K1Hz
  • Resolución: 24Bits
  • Convertidor D/A/D: Motu HD192 (modificado)

Anotaciones varias

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  • El vúmetro de la unidad se tuvo que calibrar utilizando el control de ajuste delantero.
  • Al enganchar el modo Squash pulsando a la vez todos los pulsadores de ratio la aguja pasa a descansar en el extremo derecho de la escala de medición.
  • El tacto de los potenciómetros es bastante bueno aunque no presenta un comportamiento muy lineal.
  • El rango del ataque siempre tiene un comportamiento rápido, en el ajuste más lento en 20mS ha terminado ya su primera etapa de reducción de ganancia, pero los tiempos de relajación son considerablemente más configurables, yendo de los 7mS a varios segundos para soltar 6dBs de reducción de ganancia.

Ejemplos de sonido

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En los siguientes archivos M4A podréis escuchar al 76-KT en acción.

En los siguientes archivos WAV podréis escuchar las diferencias que se presentan al utilizar un régimen en el que el 76-KT trabaja sonando como el clase A que es, y trabajando en un régimen más alto en el que pierde su carácter de clase A. Podéis focalizar por ejemplo en la caja, donde se aprecia más cuerpo trabajando en régimen bajo y un sonido más agudo trabajando en régimen alto. También podéis centraros en la parte final de cada audio para ver cómo afecta a la relación señal/ruido el trabajar en uno u otro régimen. Efectivamente la primera toma en la que el audio ha pasado con máximos de 0dBus a través del 76-KT, el archivo ha sido posteriormente, ya en digital, aumentado de nivel hasta equiparar a la segunda muestra donde el audio ha pasado por el 76-KT con máximos de +16dBus.

Conclusiones

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Sí, el 76-KT se parece a un 1176. Tiene un amplificador que le da el timbre de un 1176 y tiene una respuesta temporal muy parecida, pero efectivamente, no es un 1176. Por un lado tiene más ruido de fondo y por otro, si bien su régimen de utilización es bastante amplio, el sonido de clase A solo está presente en un margen estrecho de éste. Además, al utilizarlo para aplastar la señal de la forma que caracteriza a un 1176 se nos presentan inestabilidades que lo hacen poco aconsejable para masterización.

Por otro lado, tenemos una herramienta que es capaz de competir con los clones digitales, y es que por muy poco dinero —en comparación a lo que había hasta ahora— podemos disponer de un rack entero de compresores que no adolecerán de la distorsión de alias que sufren los plugins de compañías como Waves Audio o TC Electronic, que además serán ajenos a des-actualizaciones del sistema y que podremos tocar, oler y hasta oír. Sí, oír cómo la aguja del vúmetro golpea con fuerza el fondo de escala una y otra vez mientras machacamos esa batería que gracias al 76-KT suena como una apisonadora.

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