Review de Moog Moogerfooger Effects Plug-ins: como un enorme abrazo analógico
Pros
- Una recreación más que correcta (y muy divertida) de los pedales originales
- Suenan realmente bien
- Las opciones de conectividad CV virtual son una genialidad
Contras
- No se venden por separado
- Consumen bastantes recursos
Precio
- Moog Moogerfooger Effects Plug-ins: 279€ en Thomann
Introducción
[Índice]Cuando se habla de sintetizadores y efectos analógicos, pocas sombras son tan alargadas como la de Robert Moog, que durante su carrera firmó algunas de las piezas más destacadas e influyentes de la tecnología musical de los últimos 50 o 60 años. Y puede que una de sus últimas aportaciones realmente relevantes fuesen precisamente los Moogerfooger, esos pequeños pedales de efectos analógicos que llegaron al mercado en el año 1998 (al menos los modelos MF-101 y MF-102) y que después fueron creciendo hasta completar una colección de siete procesadores (y diversas versiones de varios de ellos) que llegaron al final de su recorrido en 2018, al menos como dispositivos hardware, porque ahora Moog ha decidido resucitarlos por lo civil y lo digital presentando Moogerfooger Effects Plug-ins, una colección de efectos virtuales que llevan a tu DAW toda la magia de los pedales Moogerfooger originales.
Qué incluye
[Índice]La colección incluye un total de siete plugins: MF-101S Filter, MF-102S RingMod, MF-103S Phaser, MF-104S Delay, MF-105S MuRF, MF-107S FreqBox y MF-108S ClusterFlux. Todos ellos son recreaciones de las siete unidades originales, aunque en un par de modelos hay ligeras diferencias respecto al hardware (como en el MF-101S, donde se sustituye el interruptor de la velocidad de la envolvente por un knob). Más allá de esos pequeños cambios, todo lo demás es y está como y donde cabría esperar, incluso la posibilidad de realizar juegos de conexiones basados en CV, que en este caso se realizan de forma virtual entre los siete pedales, pero también con otras utilidades, como Ableton CV Tools y Bitwig Grid.
La esencia de unos pedales irrepetibles
[Índice]Durante los 20 años que estuvieron a la venta en sus diferentes versiones, los Moogerfooger cosecharon un sin fin de fieles usuarios y alabanzas que por lo general los situaban en las listas de los mejores pedales de efectos del mercado. Eso sí, acorde con los precios de otros productos Moog, estos procesadores de efectos no eran precisamente baratos, y la cuestión relativa a su precio solo empeoró una vez que el fabricante estadounidense anunció el fin de su producción. Tanto es así, que hoy en día no resulta complicado encontrar anuncios en mercados online de segunda mano en los que se ofrece alguno de estos modelos por cantidades que duplican los precios originales de venta, y que en el caso concreto del MF-104 Delay hasta alcanzan los 2000 dólares. Así pues, reunir la colección completa de pedales hardware desde cero se antoja una aventura nada económica en estos tiempos, y completarla si solo tienes alguno de ellos tampoco dibuja un escenario mucho mejor.
Por suerte, Moog ha tenido a bien capturar la esencia de esos siete dispositivos para llevarla al mundo digital, donde siempre brilla el sol y los precios son mucho más accesibles. Y aunque algunos de los plugins de la colección se quedan, en mi opinión, algo más lejos de lo que me gustaría de los originales, otros, como el MF-104S Delay o el MF-101S Filter, se acercan encomiablemente a sus homólogos físicos. Pero más allá de los parecidos razonables entre unos y otros, creo que lo importante es saber si esta colección de herramientas tiene algo que ofrecer a los usuarios. Y yo diría que sí. Las interfaces son amplias, cómodas e inspiradoras, y el sonido es fantástico y empapa cualquier cosa que le des para procesar con ese cálido sabor analógico tan característico de Moog y de los pedales originales. La perilla de Drive presente en todos los módulos añade una de las saturaciones más musicales y analógicas que yo he podido escuchar en el entorno virtual. Tan solo con cargar cualquiera de estos efectos en la cadena de plugins de tu DAW, apreciaras cómo el sonido crece y se abre, y eso con tan solo cargarlo, porque una vez que te pones a realizar ajustes e interconectar unidades, puedes asomarte al borde de la demencia sonora sin apenas esfuerzo. Aunque sí a cambio de una cantidad de recursos no precisamente amable con el procesador, ya que estos plugins chupan bastante.
Un tema aparte me parece el hecho de que Moog haya optado por vender los siete procesadores en bloque y sin dar la opción de adquirirlos por separado. Lo digo porque es bastante probable que haya un buen número de usuarios que puedan estar interesados en alguno de los plugins, pero no en todos, y es posible que la estrategia de venta de Moog eche para atrás a alguno de ellos por entender que al final van a invertir una parte de su dinero en material que no van a aprovechar. Yo mismamente he caído rendido a los pies de cuatro de los módulos incluidos (MF-101S Filter, MF-102S RingMod, MF-103S Phaser y MF-104S Delay), mientras que los otros tres me han resultado bastante más prescindibles (aunque casualmente son los mismos modelos que nunca me llamaron la atención en versión hardware). Aun así, los 279 € fijados como precio regular para la colección no me parecen en absoluto descabellados, y menos viendo cómo se ha puesto el mercado de unidades de segunda mano. Puede que esta colección no sustituya al 100% a sus equivalentes hardware, pero sin duda es la opción más fácil y económica para reunir la familia Moogerfooger al completo, y de hacerlo además añadiendo algunos extras de configuración que en las versiones originales no existen, como la posibilidad de seleccionar tipos de delay o elegir el comportamiento de las envolventes y otros parámetros, según el plugin del que estemos hablando.
Territorio CV
[Índice]Una de las mayores virtudes que ofrecían los pedales hardware originales eran unos paneles posteriores repletos de conexiones CV, y hasta eso han sabido recrear en Moog, añadiendo a las versiones software la capacidad de interconectarse entre sí vía CV virtual, así como por sidechain con los canales “a la izquierda y a la derecha” en el DAW. Y podéis creerme cuando os digo que esta conectividad CV es una auténtica genialidad que hace que el conjunto de plugins sea mucho más que la suma de sus partes, y eso que algunas de las partes, como el MF-104S Delay o el MF-103S Phaser, son simplemente geniales por sí solas.
Si por separado los plugins ya suenan bien, en cuanto te pones a tirar conexiones virtuales y a jugar con los parámetros de unos sobre otros, lo que obtienes es una verdadera bestia del diseño sonoro prácticamente inagotable en posibilidades y con un sonido que en mi sistema hacía empequeñecer otros plugins de prestigiosas marcas que no citaré aquí, porque tampoco es el objetivo de esta review hacer ninguna confrontación directa entre desarrolladores, sino valorar las virtudes del objeto de análisis, y ya os digo que no son pocas.
Del mismo modo, quiero detenerme un instante en un par de detalles que, si bien no son buenos ni malos, creo que no está de más comentar: el primero es que la suma de tantas opciones de conectividad y tantas perillas de Drive (una por módulo) son un “peligro” para la integridad sonora de las señales, porque las posibilidades son tantas y la saturación suena tan bien, que podría pasar que en más de una ocasión te adentres sin darte cuenta en la experimentación sonora y pierdas de vista el objetivo inicial por el que cargaste el plugin. El segundo, que este paquete de plugins brillará mucho más en manos experimentadas y acostumbradas a entornos modulares, aunque no tanto porque cada módulo sea difícil de manejar por separado, sino porque a la hora de añadir la conectividad CV en la ecuación, es necesario controlar ciertos conceptos, o al menos tener ganas de aprender sobre ellos, para aprovecharlos debidamente.
MF-109S Saturator: nota al margen sobre "el octavo pasajero"
[Índice]Recientemente Moog presentó un nuevo pedal virtual inédito que no se inspira en ninguno hardware ya existente. Su nombre es MF-109S Saturator y es una distorsión creativa que según sus creadores permite tener un control dinámico sobre todo el circuito de la unidad, abriendo una nueva forma de interactuar con una herramienta de saturación. Por desgracia no he tenido acceso a él, ya que la versión que me hizo llegar Moog todavía no lo incluía, así que no puedo opinar con criterio sobre sus cualidades sonoras, pero sí puedo deciros que, al menos temporalmente, será un añadido gratuito para la familia Moogerfooger, que ahora está formada por ocho miembros en lugar de siete, y quién sabe si poco a poco seguirá creciendo con nuevos modelos. Yo al menos no me enfadaría si a Moog le da por desarrollar alguna reverb o algún compresor en este formato.
Conclusión
[Índice]Puede que el hardware siga teniendo ese je ne sais quoi que a veces se echa en falta en el software, pero estas versiones digitales te dan gran parte del sonido de los modelos originales por una fracción del precio que te costaría de segunda mano una sola unidad, y además añadiendo la opción de cargar tantas instancias de cada uno como te permita tu máquina y aprovechando algunos extras que amplían aún más las posibilidades sonoras de una colección de efectos virtuales que suenan increibles y que llegan con verdadera denominación de origen. ¡Bravo, Moog!
Precio y disponibilidad
[Índice]El precio regular de Moog Moogerfooger Effects Plug-ins es de 279 €, pero se puede adquirir por 179€ hasta el mes de enero, incluyendo el reciente MF-109S Saturator, que no formaba parte del paquete inicial. Los plugins requieren una cuenta iLok gratuita y están disponibles para Windows y macOS en formato VST3, AU y AAX. También hay una demo funcional de 7 días a disposición de los posibles interesados.
Más información: Moog