Micrófonos de válvulas The T.Bone: review comparativa
Precio
- the t.bone SCT 2000: 263€ en Thomann
- the t.bone SCT 800: 198€ en Thomann
- the t.bone SCT 700: 182€ en Thomann
- the t.bone Retro Tube II: 225€ en Thomann
Introducción
[Índice]The T.Bone es una marca de micrófonos, auriculares y accesorios manufacturados en la República Popular China para Thomann, la conocida tienda con sede en Treppendorf —cerca de la ciudad de Bamberg, patrimonio de la humanidad desde 1993—.
Hace un tiempo pude tener un leve encuentro con el modelo SCT-800 y quedé tan impresionado al compararlo con otro micrófono —éste de la reputada marca Brauner—, que la idea de analizar estos micros me pareció algo que tarde o temprano tocaría abordar. Ahora ha llegado ese momento.
Descripción
[Índice]En concreto y por agilizar la comparativa, vamos a limitarla a sus modelos de válvulas: SCT-700, SCT-800, SCT-2000 y Retro Tube II, aunque esta marca dispone de otros modelos de micrófonos de estudio de gran diafragma de precio aun más reducido, como el SC-300, SC-400 y SC-400 USB, SC-440, SC-450 y SC-450 USB, SC-600 y SC 1100.
SCT-700
[Índice]El más económico de la comparativa —actualmente a 145€— es un micrófono cromado que recuerda a la estética del Neumann M 147. De 70Ω de impedancia de salida a 1KHz y unos impresionantes 45mV/Pa de sensibilidad, presenta un patrón super-cardioide.
SCT-800
[Índice]El segundo de la comparativa por precio, 195€, sigue la estética del AKG C12 y presenta unos colores llamativos en azul y dorado. De 165Ω de impedancia de salida a 1KHz y aun más sensibilidad llegando a 48mV/Pa, responde a un patrón polar cardioide. Es el único de la comparativa cuyo ancho de banda no abarca de 20Hz a 20KHz, quedándose en 20Hz-15KHz.
Retro Tube II
[Índice]Es el micrófono de patrón polar variable más económico de la comparativa por 218€, y tiene un diseño parecido a algunos micrófonos de Blue o Violet, con el diafragma separado del cuerpo. La suspensión es también de diseño diferente, pues no sigue la línea de Neumann, pero la fuente de alimentación —recordemos que todos los micrófonos de válvulas deben ser alimentados externamente, dado que los 48V de la alimentación fantasma no son suficientes— sí que recuerda a las de esa marca.
La sensibilidad de este micrófono difiere mucho de sus hermanos de gama, quedándose en unos 3,6mV/Pa en modo cardioide, que es un valor solo un poco superior al de un micrófono dinámico estándar. Presenta una impedancia de 75Ω a 1KHz. En la unidad de prueba el conector XLR de 7 pines no se acoplaba correctamente y tuvo que ser manipulado con especial atención. De hecho, todos los micrófonos de la comparativa presentan conectores de muy baja calidad, haciendo recomendable que sean remplazados por el usuario por unos de mayor calidad si el uso que se las va a dar conlleva conectar y desconectar habitualmente.
SCT-2000
[Índice]También de patrón polar variable es el tope de gama con sus 266€, y aunque es un poco más grande, tiene una gran similitud con el modelo SCT-700. Tiene una impedancia de salida también de 75Ω a 1KHz y una sensibilidad más usual en micrófonos de condensador de 22,6mV/Pa. En nuestra unidad de prueba la suspensión no enroscaba correctamente, por lo que se tuvo que utilizar la de otro micrófono.
Todos los micrófonos vienen con sendos maletines con llaves de combinación, salvo el del SCT-700, que si bien es más que suficiente, no tiene el refinamiento de sus hermanos.
Analizando su sonido
[Índice]Soy de la opinión de que en el caso de los transductores —en nuestro caso micrófonos y altavoces, pues transforman energía mecánica en eléctrica— es especialmente importante poder escuchar su sonido, pues al menos a mí me es casi imposible describirlo mediante gráficos (pese a ser lo habitual en otros de mis artículos). Por tanto, hemos realizado una serie de capturas con todos los micrófonos bajo las mismas condiciones.
Ensayo 1: audiciones
[Índice]Realizamos este ensayo con el fin de determinar el comportamiento de los micrófonos con señales diversas, tanto monofónicas como polifónicas, melódicas o rítmicas, a niveles de presión moderada.
Condiciones del ensayo 1:
Colocamos el micrófono a analizar a 50cms de un monitor de escucha plana ATC scm50asl, de modo que su cápsula quede situada entre el motor de agudos y el cono de medios.
Emitimos un ruido blanco para calibrar con valores máximos de 0dBFS en nuestro DAW y lo ajustamos para obtener una presión de 96dBs (Flat), con tiempos de respuesta medios de 250ms.
Conectamos el micrófono de prueba a un Neve 1073 DPA, con la impedancia alta seleccionada, y una ganancia de 30dBs. A su vez, conectamos la salida del 1073DPA a una entrada de un convertidor Motu HD192, que es el mismo que se ha utilizado en la conversión D/A.
No se ha ajustado el volumen de las muestras de audio para que puedan apreciarse las diferencias de sensibilidad, y es que hemos medido más de 10dBs de diferencia entre el SCT-700, que es el más sensible, y el Retro Tube II, que es el menos sensible, de modo que se recomienda descargar los audios y equilibrar los niveles para poder apreciar correctamente las diferencias.
Así mismo, hemos añadido a la comparativa dos grandes micrófonos de AKG, el Solidtube y el C414 XLII, para que aquellas personas que conozcan su sonido puedan hacerse una idea más exacta.
Resultados del ensayo 1:
WAV06- SCT-700: Ligeramente exagerado en agudos y de carácter muy resonante en 10KHz, con un toque nasal o plasticoso y con unos medio-graves un poco escondidos. Ha resultado el más silencioso de la comparativa. Muy bueno en la muestra de trompeta, pero hay que recordar que el sonido de un trompetista tendrá bastante más presión sonora que las muestras de nuestra comparativa.
WAV07- SCT-800: Muy cálido y equilibrado, medio-grave un poco realzado. Muy silencioso, casi al nivel del SCT-700. Muy buenos resultados en piano, caja, sección de cuerdas —impregnando un toque retro—, guitarra acústica y voz, que aunque queda un poco apagada, tiene buen cuerpo y un sonido dulce.
WAV08- Retro Tube II Omnidireccional: Presenta unos agudos un poco exagerados, un medio-grave escondido y un ligero realce en el sub-grave.
WAV09- Retro Tube II Cardioide: Muy equilibrado, pero ligeramente atenuada la zona del medio-agudo. Muy buenos resultados en bombo, caja, sección de cuerdas, saxofón, trompeta, trombón y voz.
WAV10- Retro Tube II Ocho: Muy nasal, con la zona alta del agudo muy atenuada.
WAV11- SCT-2000 Omnidireccional: Tremendamente aguda en la zona de 8KHz a 10KHz, de modo que suena muy resonante. Ha resultado ser el más ruidoso de la comparativa, especialmente en este modo, pero también hay que tener en cuenta que los patrones omnidireccionales y los de figura de ocho captan el sonido proveniente de la parte posterior del micrófono, de modo que tienen más facilidad para registrar los ruidos de la sala, alguno de ellos seguramente producido por mí.
WAV12- SCT-2000 Cardioide: Menos que en modo Omnidireccional, pero todavía excesivamente agudo. Aceptable en la trompeta.
WAV13- SCT-2000 Ocho: De nuevo muy agudo, aunque el realce queda más difuminado dando un sonido más natural y menos resonante. Un poco medioso y con unos graves un poco atenuados.
WAV15- AKG C414 XLII Omindireccional.
WAV16- AKG C414 XLII Cardioide.
Ensayo 2: saturación
[Índice]Una de las características preocupantes de los micrófonos T.Bone es que su presión máxima admisible es bastante baja. Veamos:
- SCT-700 = max SPL 115dBs
- SCT-800 = max SPL 112dBs
- Retro Tube II = max SPL 136dBs para 1% de THD ( figura en ocho)
- SCT-2000 = max SPL 123dBs
De modo que nos preocupa cómo puedan responder a instrumentos de percusión, donde es fácil alcanzar valores de 130dBs o más en el interior de los tambores.
Así mismo, recordando los altísimos valores de sensibilidad del SCT-700 y para evitar introducir en la ecuación la variable del preamplificador, decidimos hacer un ensayo atípico: conectar el SCT-700 directamente a los convertidores sin pre-amplificador.
Sabemos que el SCT-700 tiene una sensibilidad de 45,4mV/Pa, y como sabemos que 130dBs equivalen a 63 Pascales aproximadamente, nos lleva a calcular que si este micrófono pudiera soportar esa presión sin distorsión nos entregaría 2,86V, que son +11,35dBus al registrar esa presión acústica. No nos queda claro, pues el fabricante no proporciona ese dato, pero suponemos que son valores eficaces, por lo que podemos calcular que perfectamente podríamos obtener +14,35dBus de pico en ese supuesto de que el micrófono respondiera de forma lineal al impulso. Sabiendo que el fondo de escala de nuestro convertidor está a 0dBFs= +18dBus de valor de pico, calculamos que sin utilizar el preamplificador, deberíamos poder obtener valores máximos de -3,65dBFs. Por esta razón opinamos que tanto el SCT-700 como el SCT-800 se pueden utilizar sin preamplificación, al menos teóricamente.
Condiciones del ensayo 2:
Colocamos un tambor Djembé horizontalmente sobre el sofá de la sala de control y colocamos en su boca el SCT-700 y un AKG C414 XLII, tal y como muestra la figura.
Previamente hemos obtenido unos valores de presión sonora en esa posición de 128,3dBs (flat) pero sospechamos que el valor es algo más alto, debido a dos razones. Por un lado porque la lectura máxima del sonómetro son 130dBs, y suponemos que en la zona más alta no tendrá una respuesta muy lineal; por otro lado porque golpeando fuerte el tambor todas las lecturas quedan en una zona sospechosamente estrecha comprendida entre 127,9 y 128,3dBs, lo que nos da a entender que el sonómetro está trabajando en el codo de saturación. Además, golpeando el Djembé suavemente ya alcanzamos valores de 120dBs, lo que de nuevo indica que la lectura del sonómetro de 128,3dBs es algo más baja de lo que realmente debería ser, que calculamos entre 130 y 134dBs.
Resultados del ensayo 2:
Bien, veamos a donde queríamos llegar con este ensayo. En el siguiente gráfico tenemos arriba las señales registradas por el C414 XLII y abajo, las registradas por el SCT-700. Primeramente golpeamos moderadamente el Djembé en tres ocasiones con intensidad creciente. Como podemos observar, el canal de arriba correspondiente al AKG registra el cambio de volumen marcado por las líneas rojas. Pero en el canal de abajo la respuesta del SCT-700 se ha mantenido constante, debido a que a esos niveles de presión el micrófono ya se encuentra en el codo de saturación.
A continuación golpeamos otras tres veces el tambor, pero esta vez con la máxima intensidad. Podemos observar que el SCT-700 apenas ha variado su nivel mientras que el AKG ha registrado con bastante éxito los cambios de volumen entre la primera tanda y la segunda.
Aquí podemos comparar visualmente la cantidad de distorsión de ambos micrófonos:
Otra de las conclusiones es que efectivamente, el SCT-700 es capaz de grabar audio a niveles adecuados sin la necesidad de un pre-amplificador. Las señales ciertamente están distorsionadas, pero como la distorsión se produce ya en el interior del micrófono, los resultados al conectar un preamplificador no serán mejores.
Bien, ¿y cómo suenan estas muestras del SCT-700? Pues como bien indican los gráficos, suenan distorsionadas. A continuación dejamos las muestras, esta vez sus niveles si han sido ajustados.
WAV22- Muestra del AKG C414 XLII: Ligeramente distorsionado, pero hay que destacar que no se ha utilizado su atenuación.
WAV23- Muestra del SCT-700: Claramente distorsionado, aunque retiene cierta musicalidad como sonido creativo.
Estas nuevas muestras han sido registradas utilizando un previo Tejuca Audio 4 EZ 1290.
WAV24- Muestra del SCT-800: Presenta también distorsión, pero al menos a estos niveles no llega a romper claramente y se mantiene dentro de lo discreto, aportando cuerpo al sonido.
WAV25- Muestra del Retro Tube II, modo cardioide, sin Pad: El Retro Tube II viene equipado con un atenuador de 10dBs, siendo además tal y como hemos reflejado anteriormente el que según las especificaciones tiene la mayor capacidad de manejar señales de alta intensidad, de modo que incluso sin la utilización del Pad el sonido se mantiene sutil de forma parecida a lo que ocurría con el SCT-800.
WAV26- Muestra del Retro Tube II, modo cardioide, con Pad: Sonido muy limpio y transitorio fiel al sonido original.
WAV27- Muestra del SCT-2000, modo cardioide: Volvemos a encontrarnos con el mismo panorama que teníamos con el SCT-700: Realmente, no es capaz de registrar adecuadamente estos sonidos tan intensos, y además, su distorsión es poco musical.
Conclusiones
[Índice]Hay pequeños detalles en los que creo que no merece la pena recortar, y los conectores de estos micrófonos son un buen ejemplo. Incluir unos terminales Neutrik apenas hubiera incrementado el precio final; de hecho, sinceramente, hubiera preferido un maletín más sencillo y haber tenido esos conectores de mayor calidad, ya que al menos en mi caso los maletines terminan en algún altillo ocupando espacio.
De toda la gama, descartaría el SCT-700 y el SCT-2000: su sonido no es fiel a la fuente y no son capaces de captar señales intensas, pero tanto el SCT-800 como el Retro Tube II son altamente recomendables.
Si bien el SCT-800 no es capaz de dar un sonido completamente limpio con señales fuertes, su sonido gordo y equilibrado para casi todas las fuentes y su bajo nivel de ruido lo hacen una alternativa válida incluso en estudios profesionales. Particularmente, es el sonido que más me ha emocionado de la comparativa.
El Retro Tube II por su parte, gracias a su atenuador que le permite lidiar perfectamente con señales intensas, a su sonido equilibrado especialmente en modo cardioide y a su también bajísimo precio se presenta como un micrófono estupendo, un todo terreno válido para casi todo tipo de fuentes.
En el caso de nuestros ganadores, el SCT-800 y el Retro Tube II, la diferencia de precio no parece ser una razón para decantarse por uno u otro, sino más bien su sonido, su estética, su tamaño, y la mayor versatilidad del segundo, al disponer de nueve patrones polares y un atenuador que permite registrar transitorios limpios.
Generalmente, los equipos baratos suenan como equipos baratos, pero a veces, solo de vez en cuando, tenemos excepciones que confirman la regla general.
Más información | Micrófonos de condensador a válvulas The T.Bone