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Review del Pioneer DDJ-RZX, controlador para mezcla de audio y vídeo

09/11/2016 por Teo Tormo
Veredicto
El DDJ-RZX ofrece una muy buena calidad de construcción, con jogwheels idénticos a los de los reproductores de gama alta, y un excelente sonido. Es genial como mixer autónomo, con seis Sound Color FX y cuatro efectos para micro, aunque flojea en la parte de vídeo.

El pasado verano Pioneer presentó el completo controlador y mixer DDJ-RZX al mismo tiempo que lanzó también la expansión de vídeo para su software Rekordbox. Ambos productos están totalmente relacionados, ya que el DDJ-RZX podría definirse grosso modo como un controlador DDJ-RZ al que se le han incorporado pantallas táctiles que sirven tanto para previsualizar los vídeos y su mezcla, como para también controlar los efectos aplicados a vídeo con la función táctil de las pantallas. Sin embargo la llegada de estos dos productos no estuvo exenta de cierta polémica, Pioneer tuvo que retirar la actualización de Rekordbox que permitía usar la expansión de vídeo por una serie de problemas de funcionamiento, y el lanzamiento se retrasó 10 días, haciendo que el DDJ-RZX estuviera a punto de llegar a las tiendas sin software que lo soportara.

Posteriormente pudimos analizar la expansión de vídeo y constatar que sus funciones quedaban por debajo de las de la competencia, además de ofrecer resultados pobres en algunos aspectos; y todo ello con unos requisitos mínimos bastante más elevados. Ahora hemos tenido la oportunidad de probar el DDJ-RZX y analizar cómo se integra con Rekordbox y aprovecha las funciones de vídeo, ¿mejorará la experiencia con el controlador de más alta gama de Pioneer DJ? Vamos a contártelo.

Construcción y controles

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El DDJ-RZX está construido de manera muy similar al DDJ-RZ y DDJ-SZ, el cuerpo es una combinación de plástico en los laterales y aluminio en la parte superior bastante bien ensamblado; para el área donde van montadas las pantallas táctiles se ha empleado lo que parece metacrilato. Botones, faders y potenciómetros parecen emplear los mismos componentes y ensamblaje firme que en reproductores y mixers de gama alta de la marca, y los pads son los mismos que ya hemos visto en el DDJ-RZ. Especial mención a la suavidad de los faders y el crossfader, este último a pesar de que Pioneer no especifica nada concreto parece el anterior modelo de crossfader Magvel.

Como novedad en este controlador tenemos los controles de tipo “gatillo” que hay en los módulos de efectos RMX de la marca, con idéntico tacto también y cuya finalidad es la de controlar lo mismo que en esos módulos, los “release FX”. La otra novedad en cuanto a controles son las pantallas táctiles, que son pantallas resistivas sin capacidad multitáctil, idénticas a las que monta Pioneer en sus reproductores actualmente.

Los jogwheels merecen mención especial. Por primera vez Pioneer monta en un controlador exactamente el mismo jogwheel que en sus reproductores de más alta gama. En lugar de jogwheels capacitivos como los que hemos visto en el DDJ-RZ y DDJ-SZ, estos funcionan mediante presión mecánica, igual que en los reproductores. El ajuste de dureza del jogwheel permite también un ajuste idéntico al de los CDJ-2000NXS2, que tiene un ajuste de dureza tope ligeramente más suave que en otros productos con la misma función. También dispone de la función de iluminación blanca y azul para recordarnos el deck que manejamos y la función de parpadeo de luces para avisar del fin de pista.

Otra de las novedades con respecto a los anteriores controladores de gama alta está en los vúmetros en el área de mezcla, que ahora son de 15 segmentos en lugar de 10, exactamente igual que en los mixers Pioneer de gama alta.

Respecto a la distribución de los controles hay también algunas novedades. La más obvia es la presencia de las pantallas en la parte superior con botones que las flanquean para elegir el modo de visualización que ofrece cada una o la interacción táctil con ellas para disparar efectos. En la sección de mezcla, tenemos ahora separados físicamente el canal destinado al sampler y el área destinada a los dos canales de micro, que ahora en lugar de usar los Sound Color FX tienen su propia sección de efectos con cuatro para elegir: Echo, Reverb, Pitch y V-Tune. Ya que hemos nombrado los Sound Color FX, ahora hay seis para elegir con sus seis respectivos botones y un nuevo control que permite ajustar un parámetro de cada SCFX. Tanto los SCFX como los efectos para canales de micro están disponibles cuando el dispositivo se emplea como mezclador autónomo.

Los gatillos antes mencionados para los release FX se encuentran ubicados en línea con el resto de controles habituales para los efectos. También es nueva, y a mi parecer errática, la nueva posición de los encoders para navegar por la librería musical; ambos se encuentran ubicados en los laterales de la parte superior de la sección de mezcla. Esto hace que el encoder izquierdo esté un poco desplazado a la derecha con respecto a la posición que tenía en el DDJ-RZ y que el encoder derecho haya cambiado totalmente de posición. Resulta un poco extraño acostumbrarse a estar manejando el deck derecho, ir a cargar ahí una pista y al mover tu mano a la derecha para buscar el encoder ver que en realidad la deberías estar moviendo a la izquierda para encontrarlo. El eterno debate del uso simétrico de los controles en estos dispositivos puede volver a comenzar.

Se continúa arrastrando otro grave error de otros controladores en la distribución de funciones, y es la ubicación de las funciones Master Tempo y Tempo Range en el mismo botón, ubicado sobre el control de tempo. Da lugar a confusiones al tratar de usar una de las dos funciones.

Conexionado

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En la parte trasera tenemos salidas máster en formato XLR y también en RCA, así como salida de monitoraje en cabina en formato TS. Respecto a las entradas en el panel posterior, tenemos un par RCA a nivel de línea por cada canal del mixer, y dos pares RCA adicionales a nivel phono para los canales 3 y 4. Tenemos también en este panel las dos conexiones combo jack/XLR para micrófonos. En el panel delantero tenemos doble conexión de auriculares –aunque es la misma salida– en formato 3.5mm y 6.3mm.

Hay dos conectores USB tipo B para conectar el controlador con dos ordenadores simultáneos si así lo queremos. Se pueden asignar posteriormente desde los controles del área de mezcla los canales por pares a cada ordenador conectado, esto es, el canal 1 y 3 van en un par asignable mientras que el 2 y el 4 van al otro. El canal del sampler se asigna por separado.

En uso

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Para un uso como mixer autónomo, el dispositivo no tiene absolutamente ningún secreto si se ha usado previamente un mixer de la gama DJM de Pioneer, el flujo de trabajo es exactamente el mismo. Es más, incluso la calidad de sonido se acerca bastante a la de una DJM-900NXS, aunque las opciones en cuanto a efectos son más limitadas, ya que al igual que en los anteriores controladores de gama alta, sólo disponemos de los Sound Color FX –en adelante SCFX–, y adicionalmente en este modelo de los efectos independientes para micro. El OSC Sampler que ya se estrenó en el controlador DDJ-SZ contiene ahora el sonido “Noise” –ruido blanco modulable– de los SCFX, con lo que si quieres usar ese efecto sonoro para alguna transición, puedes dispararlo desde el OSC y seguir aprovechando los SCFX.

A la hora de usar el DDJ-RZX con Rekordbox, nuevamente vivimos sensaciones que ya conocíamos por el DDJ-RZ. Los fans de los jogwheels de los reproductores Pioneer estarán encantados, ya que tanto las sensaciones que transmiten como la respuesta que da el software al usar los jogs es idéntica a la de los reproductores de la marca, más todavía ahora con el sistema mecánico de la parte superior del jog. Los nuevos “gatillos” de tres posiciones para disparar los release FX son muy divertidos de usar, y bastante más cómodos que pulsar un encoder. Al pinchar con Rekordbox el sonido es también fantástico, el interfaz de audio de 24 bits y 96khz que monta el dispositivo da un resultado excelente.

Por otra parte resulta algo decepcionante ver que se sigue manteniendo el problema de la baja resolución de los controles de pitch que ya había en los anteriores controladores para Rekordbox, algo bastante inexplicable para la categoría de este controlador –y del DDJ-RZ, que tiene el mismo problema– y que me hace comenzar a pensar que sencillamente Rekordbox no soporta controles MIDI de alta resolución.

Las pantallas tienen un uso que requiere cierta curva de aprendizaje y alguna que otra mirada al manual. Las pantallas laterales pueden mostrar información de pista de 1 o 2 decks, así como de los efectos que controlan los potenciómetros que tienen justo encima –y también seleccionarlos desde la pantalla– e información de los distintos modos de los pads inferiores. Resulta un poco frustrante no poder emplear estas pantallas táctiles como complemento a los pads, es decir, poder tener seleccionado el modo Hotcue en los pads mientras usas la pantalla táctil para disparar loops automáticos o los Pad FX. También podemos emplear las pantallas para disparar efectos combinando los beat FX y los SCFX, y un modo de disparo combinado de sampler y efectos, aunque debo decir que no me parecen excesivamente cómodas de usar para estas tareas. Finalmente, se pueden usar también para previsualizar vídeos.

La pantalla central tiene también múltiples usos. Podemos emplearla para visualizar la mezcla de vídeo y elegir la transición que queremos emplear, y también para ver las formas de onda del audio en detalle y en desplazamiento. Esta última función supone otra decepción, porque aunque la representación de las formas de onda es detallado, el movimiento de las mismas no es muy fluido. Por último la pantalla central puede emplearse para visualizar la librería musical, pero esta función está algo escondida y no se activa desde los botones que flanquean la pantalla, debes entrar en uno de los submenús de preferencias de Rekordbox y activarlo desde ahí. Y sí, hasta que no te lees el manual ni te enteras de esto.

Tuve ciertas esperanzas de que los resultados al usar las funciones de vídeo de Rekordbox con el DDJ-RZX mejoraran de alguna forma, pero estuve totalmente equivocado. El controlador no tiene absolutamente nada que mejore el rendimiento de vídeo –es un mero controlador– y en las pantallas obtenemos los mismos resultados pobres en cuanto a transiciones de vídeo y algunos efectos que ya teníamos empleando estas funciones sin el controlador.

Ideas finales y conclusiones

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El DDJ-RZX causó algo de confusión cuando fue anunciado. Cuando todo el mundo esperaba de Pioneer DJ un dispositivo autónomo de cuatro canales al estilo del XDJ-RX, Pioneer lanzó este controlador, y al ser de cuatro canales e incorporar pantallas todo el mundo asimiló que sería esa especie de unicornio del que todo el mundo habla pero que nunca se ha llegado a ver. Cuando la gente leía la descripción del producto y se aclaraba la finalidad del mismo, mucha gente se sentía defraudada. Y probablemente esa “decepción” en el público ha jugado en contra de un dispositivo que, a pesar de sus defectos, es interesante por méritos propios que nada tienen que ver con las ficticias cualidades del ficticio producto que la gente esperaba.

El controlador es excelente como tal, y como mesa de mezclas autónoma es también un dispositivo sobresaliente. El concepto de controlador que nos ofrece Pioneer DJ con este aparato es algo diferente a lo que estamos acostumbrados; entendemos mayoritariamente como controlador algo que se puede desmontar y transportar con poco esfuerzo, y este aparato por su tamaño y prestaciones está probablemente más pensado para permanecer en una instalación fija. Su finalidad es servir como parte de un sistema completo en combinación con un ordenador para poder realizar sesiones de música y vídeo. Ahora bien, la cuestión es si la gente está dispuesta a instalar un controlador como reemplazo de un sistema modular autónomo.

Un dispositivo como el DDJ-RZX necesita añadir a su precio el coste de un ordenador capaz de mover vídeo sin problemas, lo que probablemente nos lleve a un Mac de al menos 1.500€. Con los 3.000€ del DDJ-RZX, el monto total del sistema de audio y vídeo que propone Pioneer asciende por tanto a un total de unos 4.500€, que a fin de cuentas no es precisamente caro para ser un sistema completo audio-vídeo de especificaciones profesionales, el problema está en los resultados que ofrece.

Las funciones de vídeo de Rekordbox están lejos de obtener los resultados que se consiguen con Serato, que es actualmente el software puntero para DJs en cuanto a cuestiones de integración de vídeo. Muchas transiciones van a trompicones, no hay opciones para generar visualizaciones en tiempo real, las opciones de superposición se quedan cortas, y los efectos de vídeo siguen siendo simplones. Y esto es a causa del software, cuando analizamos el plugin de vídeo por separado sin el controlador ya nos dimos cuenta de esto. A fin de cuentas, el DDJ-RZX en cuestiones de vídeo es un mero controlador que muestra por sus pantallas lo que el ordenador procesa, ni más ni menos.

Otra función que emplea las pantallas, la de mostrar las formas de onda detalladas en desplazamiento, es poco fluida, especialmente si lo comparas con cómo aprovechan esta misma función los controladores de Native Instruments o los de Numark con sus respectivos softwares compatibles. Quizá no usen pantallas tan grandes, pero la representación y desplazamiento de las formas de onda es mucho más fluida. Una de las funciones estrella con las que se publicita el controlador, precisamente deberían haberla cuidado más.

Lo mejor:

  • Muy buena calidad de construcción. Jogwheels idénticos a los de los reproductores de gama alta.
  • Excelente sonido.
  • Genial como mixer autónomo, con seis Sound Color FX y cuatro efectos para micro.

Lo peor:

  • Rendimiento de las funciones de vídeo del software todavía por mejorar.
  • Poca fluidez al mostrar formas de onda en desplazamiento.
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