Review de Roland System-8, sintetizador con alma analógica en cuerpo digital
Pros
- Por fin un 'System/Plug-out' en teclado convencional y con velocidad, con concepción muy 'para teclista' por el tipo y uso de controles
- Resultados convincentes en la emulación del espíritu analógico, en cuanto a sonido y en cuanto a uso
- 4 sintes en uno, con el muy interesante juego plug-in / plug-out para uso en ordenador o en el teclado
- Vocoder altamente configurable
- Los 3 sintes de origen (System-1, Jupiter-8 y Juno-106) ofrecen variedad y crecerán con más plug-outs
- Cuenta con todos los recursos habituales en sintes analógicos polifónicos avanzados (FM, sync, anillo,...)
- El suboscilador es sintonizable en un total de 5 octavas y con forma de onda regulable
- Lector de tarjeta de memoria para backups/restore, etc. que permiten configurar System-8 para cada proyecto como necesitemos
- Secuenciador polifónico y capaz de crear secuencias de control (8 notas y 4 controles en cada paso)
- La iluminación es regulable hasta su desaparición, permitiendo un aspecto llamativo o bien otro más sobrio y de sabor añejo.
- Todos los controles envían MIDI CC (mensajes controller change) facilitando la automatización
- Muy útil como controlador mediante un 'MIDI learn' intensivo con sintes soft, también para disparar un analógico externo (CV/Gate)
Contras
- 4 octavas sin aftertouch
- Son fijos la polifonía (8 voces) y el reparto (4+4), sean cuales sean los sintes y sonidos usados (podría cambiar vía firmware, pero hoy por hoy es así)
- Secuenciador sin transposición (la hay, pero entrando en menú y toqueteo de botones, no desde el teclado)
- Control de los efectos limitado
- El uso de CCs (valores 0..127) desaprovecha vía MIDI el recorrido ampliado de los controles en el hardware (0..255)
- La espera para disfrutar de los otros plug-out se hace eterna, hay demasiadas ganas (eso sí, al menos mientras se puede hacer hucha para los que sean de pago)
Precio
- Roland System-8: 1499€ en Thomann
Roland sigue atacando en múltiples frentes, hasta hacerse la competencia a sí misma. Aún reciente nuestra review del JD-XA probamos el novísimo System-8. Inevitable reparar en los parecidos externos, por tamaño y por abundancia de controles e iluminación, pero pocos más parelelismos pueden hacerse.
System-8 expone una filosofía bien diferente, que recupera el sonido y el uso de los analógicos desde una recreación digital 'VA' con todos los controles a la vista y sin acudir para la síntesis a pantalla/menús, huyendo de cualquier complicación de uso. Una recreación que se convierte casi en 'clonación' en los modelos disponibles en System-8 para emular sintes clásicos como el Jupiter-8 o el Juno-106 de la propia Roland. Y con el plus del concepto ‘plug-out’ que permite alojar 4 modelos de sintetizador para uso autónomo en el teclado y asimismo contar con su versión 'plug-in' en ordenador, dando continuidad y formas de trabajo que funden más íntimamente la labor de estudio y la de directo.
Esa dualidad hardware/software es un punto muy a favor de System-8 sin duda, pudiendo controlar los plugins desde su panel para una sensación 100% hardware sin pensar en automatizaciones y ediciones complejas, y pudiendo llevar a directo sin trasladar ordenador esos mismos sonidos y controles en el teclado para usarlos en cualquier actuación con el sinte propio de System-8 y otros 3 que carguemos en él, dentro de los disponibles como plug-out.
System-8 reconstruye el espíritu de lo analógico desde una implementación digital. Modelado de los circuitos analógicos que Roland indica como ACB (Analog Circuit Behaviour) y que ya hemos visto dando pruebas de buenos resultados en System-1 como antecesor evidente, y de las posibilidades para 'clonar' sintes clásicos en la línea Boutique con los JP-08, JX-03 y JU-06. ACB es en el fondo la etiqueta bajo la que Roland implementa la idea del 'analógico virtual' entendido como un intento de recrear el mundo analógico con mayor mimo que el que permiten los sintes tipo workstation/rompler, en los que domina la presión por maximizar polifonía y multitimbralidad y se juega con el uso de muestras para ofrecer sonidos realistas y variados. Aquí se ofrecen 8 voces o 4+4 en modo bitímbrico, una polifonía equiparable a la de los analógicos que evoca.
Con System-8 la serie Aira a la que pertenece, que inicialmente parecía orientada al mercado 'DJ', se acerca a los teclistas más tradicionales gracias a esa polifonía crecida y el teclado de tamaño convencional y con velocidad, dejando atrás el control 'scatter' del System-1 como evidencia del cambio de foco para dejar paso a más controles útiles al teclista.
El sintetizador nativo de System-8
[Índice]Como la presentación en vídeo es muy extensa sobre lo que ofrece la arquitectura de System-8, en este apartado simplemente completo y enumero características a modo de resumen
- Numerosos controles dedicados relativos al teclado y la ejecución: octavación, transposición, controles de arpegiador (arriba/abajo/zigzag en recorrido de una o dos octavas, y botón 'key hold'), 4 faders de ajuste de profundidad de bend y modulación, función 'chord', botón velocidad fija (velocity off), cambios entre modo patch/performance y elección inmediata de sonidos, ...
- Entrada audio para mezclarla con la salida propia y con posible uso de micro
- Vocoder muy ajustable y dedicado, sin retirar otros efectos al activarlo
- Polifonía de 8 voces, con posible uso de dos sonidos en reparto 4+4 (tomados sin restricciones de cualquiera de los 4 sintes)
- Modos poli/mono/unison
- Oscilador 1 y 2 con 12 formas de onda incluyendo desde luego diente, rectangular y triangular, pero también ondas 'multi' y configuraciones que generan FM desde un único oscilador, así como una onda para generar vocales y otra para generar 'cowbell'. Todas ellas usan el control 'color' para ofrecer variación de timbre (como PWM, desafinación en el grupo múlti, intensidad FM, etc...). Como resultado de 'color' se ofrece mucho más juego en los osciladores que el clásico conjunto de 3 o 4 formas de onda. Dicho control 'color' puede realizarse manualmente o bajo acción del LFO, cualquiera de las 3 envolventes, o incluso desde el oscilador 3.
- Oscilador 3 dotado también con control 'color' ofrece como punto de partida seno y triangular, que pueden sintonizarse en un recorrido de 5 octavas (elección con comutador entre 0, -1, -2 octavas más un control contínuo que se recorre -1 a +1 octava, permitiendo por tanto barridos extensos fluidos). Sus funciones por tanto van mucho más allá de lo que podría inicialmente parecer un suboscilador.
- Oscilador 1 y 2 usan ajuste de afinación mediante 3 controles (octava, semitonos, fino)
- Oscilador 1 puede venir modulado por la frecuencia del oscilador 2 (crossmod = FM al estilo analógico)
- Oscilador 2 puede reemplazarse por su modulación anillo con osc1 y admite sync
- Portamento de duración regulable y aplicación permanente o sólo en toque legato
- Envolvente de tono tipo ataque/decaimiento con regulación de intensidad bipolar (+/-)
- El mezclador regula la combinación entre los 3 osciladores y añade una cuarta fuente: ruido blanco o rosa. Como sucediera en los analógicos de antaño, la suma no es neutra: cuando el nivel de alguna de las señales o de su combinación excede ciertos límetes, realiza una acción de saturación suave individual en cada voz (lo veréis en el vídeo especialmente claro con la entrada del suboscilador)
- Filtro resonante y autooscilante, ajuste continuo y bipolar de keytracking, y ajuste continuo y bipolar de la intensidad de acción de la envolvente ADSR dedicada.
- Hay 12 tipos de filtro: LPF en 24/18/12 dB/oct, HPF en 12/18/24 dB/oct, y 6 versiones de 'side filter' que permiten ajustar su sintonización en tres recorridos distintos (bajo, medio, agudo) y obtener su salida pura o bien combinada con el sonido de entrada (el 'side band' es un filtro de tipo retardo realimentado sintonizable y por tanto de tipo comb / flanger, muy útil como 'resonador' ajustable)
- Filtro secundario HPF en serie con el anterior para retirada de la región grave
- Amplificador con envolvente ADSR dedicada y regulación de nivel (para equilibrar la sonoridad de distintos sonidos), más un muy eficaz control tone que permite introducir cambios notables y que tiene recorrido continuo y bipolar, realzando agudos y transitorios o bien los graves según el sentido de giro, pero de una forma que no es tan simple como la de una mera ecualización final: la actuación voz a voz y con codos saturantes entrega un mayor significado a este 'tone'.
- La velocidad ejercida al tocar las teclas se aplica fácilmente con controles dedicados tanto al filtro (frec. de corte) como al nivel
- LFO con 18 formas de onda, sincronizable a tempo, con controles bipolares (+/-) dedicados para regular acción hacia tono / filtro / amplitud, control de entrada gradual, disparo libre o ligado a arranque de nota
- 3 unidades de efecto con controles inmediatos en el panel: distorsión, delay y reverb, cada uno con 6 tipos, regulación de la mezcla/nivel, y un parámetro (color de la distorsión, y tiempo de delay o de reverb)
- Secuenciador por pasos polifónico:
- hasta 64 pasos, con 8 notas y 4 controles y duración 'gate' en cada uno
- grabación y edición paso a paso o en tiempo real
- Posibilidad de especifica y modificar sobre la marcha qué pasos son inicio/fin de la secuencia y modos de reproducción directa (libre o sólo mientras pulsemos cualquier tecla), invertida, zigzag, cruzada pares/impares, y aleatoria, ofreciéndo así formas de variar el uso del contenido de la secuencia
- control 'scale' dedicado a ajustar la figura del paso (corchea, semicorchea, fusa y tresillos de negra, corchea y semicorchea)
- ajuste swing global
Conexiones
[Índice]En cuanto a conexiones además de la alimentación, encontramos MIDI en DIN 5 puntas con In y con Out (reconfigurable a Thru), conexión USB que ofrece tanto MIDI como audio en alta calidad incluso con frecuencia de muestreo de 192kHz, ranura para tarjeta de memoria SD, entrada para dos pedales (sustain y control), interfaz 'analógico' que consta de una entrada trigger para sincronía y de una salida para control de un monofónico mediante un par CV/Gate, más las entradas audio (estéreo y con opción a ganancia de linea o micrófono) y salidas tanto en par de jack como para auriculares.
System-8, cuestión de concepto
[Índice]Aunque digital internamente, es un sinte de espíritu analógico, no sólo por el tipo de sonidos, también por el tipo de uso que promueve. Respecto al sonido incluye mejoras frente a los ACB anteriores, con mayores velocidades de cálculos internos para mejor cercanía al comportamiento 'continuo' de los sistemas analógicos, y con detalles como una resolución duplicada en los controles: sus potenciómetros recorren 256 valores, en lugar de los 127 convencionales, algo que se nota y se agradece Por cierto, aunque es algo que sólo afecta a la automatización vía MIDI, sería deseable que esos 256 valores quedaran reflejados al menos para los parámetros más críticos (afinaciones varias, frecuencia de corte, etc.) porque en la versión actual de firmware usa mensajes CC (controller change) limitados a 7 bits y no aprovecha la extensión que la norma admite mediante pares de CCs o el uso de NRPNs.
En cuanto al uso e interfaz, no hay ningún parámetro oculto en menús o combinaciones de teclas. Todo controlable desde el panel frontal. El display y los menús quedan para cosas como copias de seguridad en tarjeta, guardar o poner nombre a los sonidos, ajustar la zona de teclado en la que se usará cada uno de los dos sonidos simultáneos, y tareas semejantes. Incluso los efectos se editan exclusivamente desde el panel, lo que limita el alcance de la edición, reducida a tres controles en cada efecto (por ejemplo sin control independiente para el feedback en el delay). Otra muestra de esa voluntad directa: no existen las típicas 'rutas de modulación' programables con decenas de orígenes y destinos seleccionables. Las posibilidades de interacción y modulación son, literalmente, las expresadas en su panel.
No han querido en Roland distorsionar esa sensación 'analógica' de un control para cada parámetro. No les hubiera supuesto especial esfuerzo añadir más parámetros en menús y rutas de modulación como en tantos otros sintetizadores. Al fin y al cabo en JD-XA ya se jugaba con acierto con un panel igualmente rico pero ampliado con parámetros más secundarios a golpe de menú y pantalla. Así que es una decisión que, a mi entender, evidencia la filosofía con la que se ofrece System-8: vivir con precisión lo que permitía un analógico desde la fiabilidad de un sistema digital abierto a esas personalidades múltiples que permiten los plug-out para ofrecer un compendio de sintes analógicos en una única carcasa. Y hacerlo sin crear una máquina ultracompleja que nos lleve a tener sensaciones de workstation. Es una máquina directísima, con el 'lo que ves es lo que hay' como idea central.
Hablando de ver, es sin duda muy llamativo en el escenario. Si, ya he visto tocar uno en vivo el pasado fin de semana y quedaba impresionante. Además si fuera de escena no te gustan las luces llamativas, se pueden bajar hasta apagarlas y queda sobrio y clásico tipo los primeros sintes con panel negro y letras en blanco, ofreciendo una estética en la línea del System-100 y tantos otrs, muy diferente a la verde inicial. Como tener dos 'skins', con lo que uno u otro contentarán a casi todos.
Cuatro (y más) sintes en uno
[Índice]System-8 aporta su propio sintetizador 'nativo', una evolución hacia arriba en calidad y en funciones desde System-1, y hueco para 3 'plug-outs' que pueden elegirse en cada ocasión sobre los que vaya ofreciendo Roland. De partida, la adquisición de System-8 autoriza el uso de los 'plug-out ' que recrean el Jupiter-8 y el Juno-106, aunque personalmente me quedo con la flexibilidad del sinte nativo, salvo para cuando sea para recuperar algún sonido que tengamos en la memoria de aquellas máquinas polifónicas analógicas y que lógicamente se mimetizan mejor desde su propio modelo. También hay algunos recursos, como la sync o la cross-mod, que tienen diferentes resultados, diferente cualidad, en cada modelo. La posibilidad de contar con varios sintetizadores ofrece formas de ampliar las posibilidades nativas que entrega System-8. Así, por ejemplo, la envolvente de tono en System-8 no puede activarse sólo sobre uno de los osciladores, es siempre 'global'. Pero en el modelo de Jupiter-8 sí contamos con la elección de la aplicación a uno cualquiera o a los dos osciladores presentes en ese modelo, con lo que por ejemplo algunos tipos de uso de la sync pueden desarrollarse mejor en Jupiter-8, que por cierto cuenta con una acción sync especialmente bonita para mi gusto (podréis escuchar ambas en el vídeo).
Me extraña la decisión del reparto estricto de la polifonía. Siempre 8 voces en modo sonido único o 4+4 en el uso bitímbrico. Pensaba que el modelo de un sinte como el Juno-106, mucho más sencillo que System-8 o Jupiter-8, permitiría a cambio entregar una mayor polifonía, pero la información actual es estricta en ese sentido: son ocho voces. También hubiera preferido, ya que para que el modelado sea fiel no es posible un reparto dinámico al usar dos sonidos, sí al menos un reparto de voces más flexible que además de 4+4 ofreciera 1+7 y 2+6, para las ocasiones frecuentes en las que un sonido tiene un uso 'armónico/polifónico' y el otro es más solista, ya sea por ser un bajo o un lead en el que nos bastan una o dos voces. No estaría mal ver llegar esa posibilidad en un futuro firmware.
El uso bitímbrico es a través del modo 'performance'. Gracias a los botones dedicados para activar/desactivar cada sonido y para seleccionar cuál de los dos se edita desde el panel, hay mucha comodidad e inmediatez, palabras a las que veis que retorno permanentemente ante System-8. Seguramente por venir de haber probado hace poco el JD-XA sugeriría a Roland que en el caso de que se esté usando el mismo modelo para las dos partes, se permita la edición simultánea de ambas (pulsando los dos botones 'select'). Como es habitual, no se avisa al borrar o editar un sonido que se usa en una performance (ojo con ello, sólo cuestión de ser organizados). Las performances también sirven para usar sonidos simples y poder llevar ajustes de CV/Gate o para el vocoder pensados para cada tema y no usando los que existan 'globalmente', que son los aplicados para el modo 'patch'.
Los modelos System-8 y Jupiter-8 son los dos disponibles en el momento de realizar las pruebas, y gracias a sus diferencias, ninguno sobra pese a la apariencia inicial de mayor riqueza de funciones de System-8. El modelo de Juno-106 tiene anunciada su llegada para 2017, sin coste para propietarios de System-8. Junto a esos 3 sintetizadores ya comprometidos, acabarán por estar disponibles, aunque no haya aún fechas, los plug-out que ya conocemos para System-1, y que suponen una reedición casi narcisista de sintes históricos de la propia Roland: SH-101, SH-2, ProMars, y System-100. Y sin duda aparecerán otros nuevos aprovechando la mayor potencia del nuevo hardware. Como ya pasaba en System-1 y JD-XA, la iluminación de los controles indica cuáles están activos en cada ocasión / modelo de sinte, facilitando su uso.
Un VA maduro con buenas maneras
[Índice]Encontramos aquí la flexibilidad de lo digital aplicada a generar las sensaciones de un sinte analógico complejo en posibilidades, sin sufrir las limitaciones de un sinte rompler/workstation convencional para esa tarea. Por ejemplo abundan las posibilidades de modulación a velocidad audio directamente implicando a los osciladores tales como sync, crossmod, ring, pwm desde oscilador, control de frecuencia de corte desde un oscilador, etc. También el LFO sube a velocidades audio y he podido medir unos 130Hz como velocidad máxima aproximada. Cosas que hace con soltura evidentísimamente superior a un rompler, en los que muchas veces sencillamente no existen esas posibilidades o no suenan como se espera.
¿Sensaciones analógicas hasta el punto de eliminar 100% cualquier rastro digital? Seré sincero, no al 100%, pero sí en un porcentaje cercano. Igualmente alto y sincero debo decir que al nivel al que está System-8 ya uno debe preguntarse también por los límites de calidad de lo analógico. No es justo hablar de los límites de lo digital por comparación con lo analógico sin hablar de los límites intrínsecos a lo analógico. Un sistema complejo como lo es un sinte polifónico, resuelto en tecnología 100% analógica se antoja a día de hoy un disparate y de hecho muchos tienen una implementación con control digital. Sólo el conjunto osciladores, filtros y VCAs es analógico. La mayor parte de los analógicos que escucho a día de hoy de una u otra forma 'sufren' al llevarlos a los mismos límites de los que nos quejamos en sus recreaciones digitales habituales, y cuestan más. Incluso en un analógico al 100% y sin memorias, que generalmente será monofónico, lo que ganamos en términos de ausencia de alias, lo perdemos en términos de relación señal/ruido, y lo que ganamos en cuanto a control continuo se desdibuja en forma de todo tipo de imperfecciones. Por ejemplo, varios sintes analógicos también ensucian los sonidos con sync extrema y los tornan excesivamente ruidosos y desdibujados, o distorsionan fieramente al acudir a modulaciones intensas y con frecuencias altas.
Una modulación analógica extrema la mayor parte de las veces deja de responder como está previsto y genera artefactos fácilmente audibles que pueden trastocar totalmente la intención de quien estaba intentando crear un determinado sonido. Puede haber quien lo encuentre útil, pero hablamos de sonidos tan distorsionados y fieros que, en el fondo, serán más 'efecto' que otra cosa, hay muy poco control y dependemos de la sorpresa en buena medida.
Dejando de lado esos extremos severos, que no son además el objetivo ni el pan nuestro de cada día para una mayoría de usuarios y que tampoco en analógico son terreno llano, en las cosas que sí exijo y compruebo en cualquier VA (alguna compensación tienen que darnos a cambio de la menor polifonía frente a los rompler, ¿no?) encuentro en System-8 buenas maneras al emular lo analógico. Los barridos de filtro son suficientemente continuos. La resonancia tiene un comportamiento y color agradable que apreciaréis en el vídeo, bien definido y puro, que puede luego adulterarse a algo más distorsionado con el control 'tone' de la sección de amplificación que permite tanto distorsión simétrica como asimétrica con un recorrido muy variado. Cuando modulamos no aparecen artefactos de tipo 'moiré': escuchamos realmente la velocidad de modulación que hayamos ajustado sin que venga acompañada de variaciones sobreimpuestas como subproducto de la velocidad a la que se ejecuta el control. Contamos con formas de onda libres de alias incluso ante desplazamientos de tono (especialmente limpio el diente de sierra) aunque haya otras variedades que dejen traslucir algo de aliasing residual cuando las llevamos a extremos muy agudos, fuera de lo ordinario. Quizá la sync más fiera y tocando en registro agudo tenga una presencia algo destacada de alias, pero salvo en contadas ocasiones como esa, está bajo un control suficiente, y además el distinto color de la sync en Jupiter-8 ofrece una alternativa que me ha gustado especialmente en ese terreno. En definitiva, un VA de resultados más que razonablemente 'analógicos' para los usos más habituales, que no es justo juzgar bajo la perspectiva de los sonidos más dislocados reservados a un modular y en todo caso nunca limpios de polvo y paja, tampoco en tecnología analógica.
Si os gusta no depender sólo del soft y valoráis poder trastear con hardware generoso en controles, si os gusta el tipo de sonidos y de uso que permitían los analógicos clásicos aunque sean menos variados y complejos/realistas que en un rompler/workstation con mega o giga librerías, y sí también valoráis la tranquilidad y fiabilidad a medio y largo plazo de una máquina nueva y digital frente a esos mismos clásicos envejecidos ya, sin duda System-8 es un candidato interesante con dos caras: hardware cuando queramos y software cuando lo necesitemos así. Competencia desde otras marcas hay, tanto an analógico como en VA, pero sin la posibilidad de combinar el uso en teclado y el uso 'plug-in' que en el fondo nos permitiría ir creando sonidos e ideas musicales en el teclado, pero ganar en polifonía y multitimbralidad a través del uso de la versión para ordenador al producir un tema, al menos mientras la CPU aguante.
Las comparaciones son odiosas
[Índice]Podríamos pensar en numerosos sintes con los que compararlo. Descartaré de partida cosas como Minilogue (por citar un analógico real) o Reface CS (por citar un VA) , porque su formato y su polifonía recortada a 4 voces los sitúan ya de partida en otra liga, cosa que se refleja en su menor precio. También por considerarlos otro tipo de producto dejo fuera sintes más de tipo rompler/workstation como los Korg Krome, Yamaha MOXF, o Roland FA o el Jupiter-50 entre otros. Si pensamos en analógicos de funciones parecidas, como un Prophet-6 o un OB-6, sus precios doblan los 1500€ de System-8 y las opciones de síntesis son algo menos variadas. Con Prophet-12, aunque amplía mucho las funciones de síntesis (con AM, FM incluso lineal a lo DX, wavetables, combs y distorsión en cada voz, etc.), conlleva ya el uso de controles combinados y algo más de 'programación' frente al panel 'directo' de System-8 en el que la pantalla no es necesaria durante la creación de sonidos, pero sobre todo seguimos doblando el precio de System-8. El JD-XA de la propia Roland, ya semejante en precio, ofrece una combinación diferente y no fácilmente comparable, con 4 voces analógicas más limitadas que la arquitectura de voz de System-8, y con las 64 voces digitales resueltas mediante un esquema más propio de rompler que no admite técnicas de síntesis sí presentes en System-8. Aunque JD-XA es una combinación acertada de complejidad de resultados con un gran apoyo para la usabilidad, siempre será menos inmediato e intuitivo que algo tan directo como System-8. DeepMind 12 de Behringer, que aún está por llegar, es interesante sin duda y algo más barato, pero en cuanto a su arquitectura de voz de sinte su alcance es más limitado porque nace del diseño del Juno-60/106, aunque los excelentes efectos y algunos trucos y juegos con el control digital lo llevan a relucir mucho más allá de esa referencia Juno. Si pensamos en otros VA como los Access Virus, nuevamente subimos en precio y encontramos un panel necesariamente 'recortado' con controles multifunción y combinaciones de teclas para dar acceso a todo su enorme potencial. El King Korg, que acaba de reeditarse en negro y tiene un precio menor, sería un concepto cercano, pero con muy inferior panel de control...
Podríamos seguir con comparaciones a medias y poco detalladas. Cada uno de los mencionados tiene evidentes motivos para ser útil y deseable, pero lo que está claro es que System-8 cubre un terreno muy demandado y muy ofertado, el de los polifónicos de espíritu analógico más allá de cómo sean sus tripas, y lo hace con la singularidad de los plug-out que permiten llevar cuatro sintes en uno, y de los plug-in que permiten seguir usando esos y otros sintes desde la integración total en un entorno de ordenador prescindiendo incluso del propio hardware System-8. Con esa visión qué menos que recomendaros que lo probéis sin prejuicios.