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Review de Samson QH4, un amplificador de auriculares de 4 canales

18/05/2017 por Soyuz

Samson QH4 es un dispositivo compacto que alberga cuatro amplificadores independientes. Sólo hay que entregarle una fuente de sonido y podrás conectar cuatro auriculares a la vez, cada uno con su control de volumen. Sus aplicaciones son múltiples, pero a nosotros nos interesa sobre todo el papel que puede jugar en el home studio: las interfaces de audio suelen montar una única salida de cascos, o dos con algo de suerte. Con este aparato, obtienes cuatro adicionales.

QH4 ocupa el lugar del S-Amp en el catálogo de Samson, pero sus especificaciones son mejores, con una mayor potencia y unas conexiones y ruta de señal más flexibles. Cuenta con dos entradas balanceadas y cuatro salidas no balanceadas, todas ellas con conectores jack de 1/4". Hay un potenciómetro Master para controlar el nivel general, y potenciómetros dedicados para cada salida de auriculares, así como funciones mono y mute generales.

Contar con entradas balanceadas es interesante. Si el recorrido de cable es largo, este tipo de entrada siempre va a esquivar mejor los problemas de interferencias que se puedan colar. Con las entradas balanceadas de QH4 sería planteable incluso su uso para el escenario, donde encontramos grandes distancias y muchas fuentes de interferencias entre focos, dimmers, amplis potentes, etc. Igualmente puede ser útil para aportar escucha por auriculares a varios músicos desde nuestra sala de control a otra sala en el estudio.

Tenemos además salida y entrada auxiliar en minijack. La entrada es muy cómoda para conectar directamente dispositivos de consumo, como puede ser un smartphone. Con la salida podemos conectar varias unidades QH4 en cascada —enlazando salidas y entradas auxiliares en cadena—, multiplicando así los auriculares que podemos usar. También, si nuestra interfaz de audio sólo tiene un par de salidas estéreo, podemos conectarla al QH4 y utilizar su salida auxiliar para ir a monitores, aunque el minijack no sea ideal para esta tarea.

Para encender la unidad no tenemos un interruptor dedicado, sino que el potenciómetro master actúa como tal en el primer paso de su escala. Os recordamos aquí, como en otros equipos similares, que hay que andar con cuidado en cuanto al orden de encendido y conexión: primero enchufad la fuente de sonido, luego poned todos los niveles a cero en el QH4 y encendedlo, y sólo después, conectad los auriculares y subid los niveles suavemente. Si tenéis los cascos puestos cuando encendáis el QH4, vuestros oídos sufrirán un molesto "pop".

Lo normal será conectar una fuente estéreo a través de las entradas L y R —la salida de tu ordenador o de una mesa, por ejemplo—, pero también podemos introducir una fuente mono con un único cable conectado a la entrada L; en este caso, el QH4 doblará la señal y la escucharemos en ambos canales.

Acompañando al potenciómetro master tenemos dos botones. El botón "Mono" sirve para convertir la señal de entrada en monoaural, algo muy útil para comprobar problemas de cancelación de fase —si notas que se pierden frecuencias al alternar entre mono y estéreo, revisa tu mezcla—. El botón "Mute" silencia completamente el QH4, y lo hace con suavidad: no hay que temer un peligroso pico de nivel cuando volvemos a pulsar el botón.

Los potenciómetros de cada una de las cuatro salidas recorren una escala marcada con 11 puntos; hay que decir que, al girarlos en el tramo que va del cero al primer punto de la escala, notamos algo de imprecisión: el sonido fluctúa entre el canal izquierdo y derecho. Aunque esto revela cierta escasez de construcción, no es un problema serio, porque hablamos del rango de volumen apenas audible; en el resto del recorrido obtenemos un sonido consistente. El movimiento de los potenciómetros ofrece cierta resistencia al tacto, algo que puede gustar más o menos según tus preferencias —en teoría, esa resistencia mejora la precisión, pero resta velocidad en los ajustes—.

Las impresiones en cuanto al sonido han sido buenas. Hemos probado tres auriculares diferentes —podemos conectar cascos con una impedancia de entre 16 y 600 ohms— y múltiples pistas de referencia. Poco podemos objetar al QH4 en este rango de precio, considerando sus propósitos. No hay una merma significativa, el ruido sólo se percibe a niveles altos, y sobre todo, la potencia es suficiente —y eso es lo que vas a reclamarle cuando grabes a una banda—. En sus especificaciones presume de 282 mW RMS a 32 ohms por lado y una respuesta en frecuencia muy amplia, de 17 Hz a 47 kHz, con un rango dinámico de 122dB y ruido de fondo de -114dBu.

La calidad de construcción es correcta, sin más: la carcasa, potenciómetros y botones son de plástico. Eso sí, todo está muy bien ubicado: las conexiones van delante y detrás sin entorpecer los controles, que quedan en la parte superior, bien separados. Hay que tener en cuenta que QH4 es muy ligero (apenas 400 gramos), lo que puede ser una ventaja y una desventaja: con todos los cables conectados no es difícil que se desplace de la mesa o se levante, pero es cómodo de transportar.

El QH4 se vende en tiendas por unos 90 euros ahora mismo. Se pueden encontrar unos cuantos amplificadores de cuatro canales por debajo de 100 euros, o incluso muy por debajo, como el Behringer Amp800, LD Systems HPA 4 o ART HeadAmp 4, por no citar las marcas blancas. Lo que puede distinguir al Samson en esa liga son refinamientos como el botón Mono y un buen conjunto de especificaciones. También está el PreSonus HP4, similar en funcionalidad al QH4 —incluyendo el botón Mono en este caso—, pero casi 40 euros más caro.

Pros

  • Es una forma simple y efectiva de sumar cuatro salidas de auriculares a tu sistema
  • El botón mono es un extra muy útil que permite comprobar problemas de fase
  • Controles bien situados

Contras

  • Construcción sencilla
  • Precio algo elevado
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