Roland A-88 MKII, cuando el tacto tiene buen gusto
Pros
- Calidad del tacto de las teclas
- Poco fondo, ayuda a ubicarlo en espacios reducidos y bandejas extraíbles en muebles de estudio
- Hábil como controlador maestro, sin depender de ordenador para su plena configuración
Contras
- Ubicación tan a la izquierda de los controladores, en lugar de más centrados y repartidos.
- Precio, al ser un estricto controlador y considerando que por poco más hay productos como el RD-88 de la propia Roland.
Precio
- Roland A-88 MKII: 1015€ en Thomann
Introducción
[Índice]Son muchos los teclados controladores en el mercado, incluso en el algo más peculiar mundo de las 88 teclas y tacto piano. Con A-88MKII, Roland mantiene el buen tacto y mejora la apuesta que hizo con su anterior A-88 ampliando el número de controles y manteniendo todavía a raya el peso y el fondo para no robar mucho espacio ni en estudio ni en escenario.
Cuando a finales de 2016 preparé una guía sobre controladores de 88 teclas, ya dejaba intuir que el A-88 original me gustaba y mucho. En particular por su tacto más que por su despliegue de controles, que no era especialmente amplio. Con el A-88MKII seguimos en la misma línea. Aunque con una notable mejora en el apartado de controles, no se trata del típico controlador pensado para gobernar el mezclador de un DAW. Sigue siendo en todo caso un controlador sobrio y elegante, que tiene en esos matices buena parte de su atractivo, pero está mucho mejor armado para el control que su antecesor.
La presencia de 8 pads con diversas funciones asignables y de 8 potenciómetros, el carácter de auténtico controlador multizona capaz de resolver por sí mismo divisiones de teclado y apilamientos en hasta 3 zonas / canales MIDI, el propio hecho de ser totalmente programable desde sí mismo aunque una aplicación lo haga todavía más sencillo, ... Son cuestiones que enfocan hacia un uso para músicos vinculados al piano. No está orientado al mundo del collage de clips en DAWs como Ableton Live o Bitwig Studio. Para eso, o para alguien que desee el máximo número de controles en el mínimo espacio, hay otras opciones. Pero quien valore el buen tacto y una cierta sobriedad en cuanto a controles que no llegue a ser un límite pero que tampoco distraiga ni haga innecesariamente compleja la utilización, tiene aquí un candidato de líneas elegantes... Y no me digáis que la estética da igual: da gusto ponerse delante de algo bonito, no seamos mentirosos.
Características básicas
[Índice]Como controlador maestro, cuenta con 3 zonas. Llamadas Lower / Upper1 / Upper2 para encajar con los usos más habituales, nada impide en realidad que esas tres zonas se definan con total flexibilidad y puedan o no solaparse como deseemos. Los 8 snapshots (instantáneas) facilitan llevar a bordo diferentes configuraciones ya listas para usar en según qué partes de un repertorio con diferentes repartos de zonas hacia canales MIDI, en determinados recorridos de teclas, y asociando a cada una de ellas un valor de CC de control de volumen y un número de banco de programas (mensajes 'bank select' MIDI). Pero es también súmamente fácil alterar qué capas están activas o los puntos de división desde el propio teclado. La sensibilidad del teclado puede endurecerse o relajarse a través de la selección entre varias curvas de velocidad, de fora que tanto los acostumbrados a las exigencias de un piano acústico de cola como los que provengan de tactos más ligeros, podrán adaptar la respuesta a sus necesidades.
Los 8 pads pueden generar mensajes de cambio de programa, de controlador (CC) o de nota. Se selecciona con 3 botones dedicados cuál de esos usos tendrán. Pero además podemos elegir fácilmente entre 16 bancos para cada uno de esos usos, en los cuales los mensajes que podemos tener especificados serán diferentes si lo deseamos, con lo que en total acabamos por disponer de hasta 128 mensajes de cambio de programa, otros 128 de CC, y hasta 128 de nota, lo que no está nada mal. Podemos elegir entre varios colores para cada uno de los pads en cada banco de forma que nos ayuden a recordar su función.
El colorido diferente también puede animar el aspecto de los 8 potenciómetros. Curioso que no existan 'banks' para ellos, con lo que los mensajes CC que hayamos elegido para ellos serán esencialmente fijos durante la interpretación, aunque en cada uno de los 'snapshots' podemos tener una configuración distinta (lo comentamos en más detalle en la sección 'en uso').
En cuanto a pedales, encontramos 3 entradas jack, configurables en cada snapshot para el mensaje que deseemos, y todas ellas capaces de usar pedales de tipo continuo, lo que implica que en la entrada de pedal de sostenido (damper) podremos usar por ejemplo el clásico DP-10 de la propia Roland y usar técnicas de medio pedal en sonidos de piano o de cualquier otro tipo que lo reconozcan.
En el panel trasero asoman conexiones USB MIDI en conector USB-C, y también MIDI In y Out en DIN 5 puntas para dialogar directamente con sintes hardware. Por cierto Roland ha indicado que dotará de compatibilidad MIDI 2.0 a este controlador, así que es una inversión tranquila cara al despliegue del nuevo estándar. Para la alimentación, en caso de estar unido a ordenador, le basta la que recibe por el cable USB, y en otros casos podremos usar un adaptador externo sin necesidad de ocupar el puerto USB. Y por último, y casi lo cito como anécdota, cuenta con arpegiador.
En uso
[Índice]En relación al tacto usa el teclado PHA-4 Standard, que cuenta con superficie imitación marfil en la superficie de las teclas y con mecanismo de escape en su recorrido a medida que las desplazamos hacia abajo al interpretar. Dos cosas que describía con detalle en la guía de compra antes referida y que a día de hoy son ya dos de mis exigencias personales ante un 88 teclas. Ambas ayudan a tener unas sensaciones de interpretación muy placenteras y que aseguran el buen control. No olvidéis si tenéis ocasión de probarlo adecuar a vuestra preferencia personal la curva de velocidad, porque las diferencias que permite son extensas, aunque en general el ajuste por defecto no creo que os ofrezca problemas.
Pese a que en otras épocas fue importante tener controladores multizona, la facilidad con la que en cada sintetizador (sea hard o soft) podemos a día de hoy configurar límites de zonas de teclado, velocidad, etc. hacen menos necesarias estas funciones en el propio controlador. Así que con sus tres zonas, en A-88MKII se está dando respuesta a aquellos usuarios que buscan un uso más sencillo y que normalmente tampoco van a requerir mucho más. En mi caso, sinceramente, no es de las cosas que más me paro a mirar en un controlador, porque sé que lo puedo resolver de otras mil maneras, ajustando los propios sintes De hecho prefiero realizar los ajustes en los sintes, porque si cualquier día toca cambiar de controlador (a veces una maleta se extravía) las cosas seguirán funcionando con cualquier otro teclado que haya a mano. Pero para quienes aún valoren este tipo de cosas, las tres secciones cubren las situaciones más demandadas. Cada una de las zonas puede ser enviada por USB MIDI y/o por MIDI DIN 5 puntas según preferimos, son ajustes que van definidos en cada snapshot.
En cada snapshot podemos elegir una función para dos pulsadores (S1 y S2) que están situados inmediatamente junto a la palanca de tono/modulación, en esa ubicación que era habitual y bien cómoda para ese tipo de controles en algunos de los primeros sintes, que mimaban las cuestiones vinculadas a la interpretación y expresividad.
Más allá de esos pulsadores y la palanca tono/modulación, continúa la sencillez de controles físicos, con 8 pads y 8 potenciómetros, y un juego de entradas para 3 pedales. Pero esa aparente sobriedad es en realidad la puerta de entrada hacia un número mucho mayor de posibilidades dado que a través del uso de los bancos y las instantáneas (banks y snapshots) podemos cambiar con facilidad qué mensajes están generando. Cierto que la ubicación en el extremo izquierdo los deja un poco fuera de mano, pero es parte de la decisión consciente de Roland por crear un controlador muy para amigos del 'piano' y que encuentran un tanto ajeno y distractivo tener controles demasiado en primer plano. Por cierto tened en cuenta el ancho extra que necesita al extenderse más allá de las propias 88 teclas. El A-88MKII no ocupa mucho en fondo pero si de lado a lado.
En el caso de los pads ya hemos señalado que podemos llegar a disponer de 128 PC, 128 CC y 128 notas. Pero además, y encuentro esto muy útil y bien pensado, la selección de banco para los pads se realiza independientemente para las funciones de cambio de programa, CC y nota. Así que podemos estar usando un determinado banco de 8 notas y combinarlo con otro diferente de 8 CC, mientras usamos un tercero para 8 cambios de programa. No van 'emparejados' en bloque sino que podemos concebir totalmente independiente el uso de cada una de esas tres asignaciones Nota/CC/PC.
Con las funciones relativas a CC y notas encontraremos lo que típicamente cabe esperar. Podemos elegir para los CC comportamiento 'conmutador' (cada pulsación alterna entre activo/inactivo) o 'pulsador' (activo mientras se pulsa) y podemos definir el valor que se enviará en el paso a activo y en el paso a inactivo. Con las funciones de nota, aunque podrían algunos haber deseado crear 'acordes' en pad, lo que se generan son notas individuales. Nada que no pueda cambiar con una futura actualización, y en el fondo algo que quizá es más propio del mundo DJ/Productor, pero que tampoco estaría mal como recurso ocasional.
Es en las funciones de cambio de programa donde sí veo alguna mayor limitación. En general, cualquiera que sea estudioso de los manuales de sus sintetizadores no tendrá pegas en resolver esto a su gusto, porque a día de hoy sobran funciones como para reunir en un único banco de cada sinte todo lo que necesitemos para una actuación, pero sí me parece oportuno que lo conozcáis. Supongo que en aras a la simplicidad de uso, los mensajes de cambio de programa son estrictamente eso: cambio de programa. No se contempla la selección de banco. Tampoco hay una opción para generar un PC diferente para cada zona. No es que no haya ningún tipo de selección de banco, sino que esta se realiza a través que cada 'snapshot' además de dejar preparadas tres zonas de teclado envia para cada una de ellas un cambio de programa. La idea es que con el snapshot dejamos configuradas tres zonas y para cada una de ellas un banco. Y ya habiendo elegido un snapshot, los pads y su posibilidad de generar un mensaje de cambio de programa nos permiten movernos por sonidos de esos bancos esos bancos preseleccionados con el snaoshot. No es el colmo de la flexibilidad y el número de sólo 8 'snapshots' puede resultar limitado para algunos usuarios, pero como decía tampoco es nada que no encuentre otras formas de resolverse a día de hoy.
Respecto al uso de los potenciómetros, hablaba antes de que el mensaje que envían lo podemos personalizar pero no lo podemos variar con facilidad como sí permiten los 'banks' en el uso de los 'pads'. Y es que los potenciómetros permiten elegir mensaje sí, pero no con la flexibilidad de los 'banks'. Podemos guardar en cada uno de los 8 'snapshots' una diferente configuración (qué mensaje MIDI y qué color) queremos en cada uno de los potenciómetros. Pero no hay que ovidar que los snapshots también definen las zonas de teclado, así que cambiar de snapshot cambia algo más que los mensajes de los potenciómetros y además no es instantáneo: consume apenas unos pocos segundos, pero no es algo que podamos hacer 'en caliente'.
La presencia de un arpegiador es un extra, y como tal se centra en lo más básico. Selección de patrón arriba/abajo/zigzag/aleatorio, número de octavas de extensión, y cosas semejantes. Pero para algunos momentos es un apoyo que puede tener su uso.
Conclusiones
[Índice]Con esta acertada revisión de su anterior controlador, Roland sigue centrada en ofrecer un controlador orientado a usuarios más interesados por 'tocar' que por 'producir', o bien aquellos que ya cuentan con otras soluciones para disponer de control avanzado de la mezcla en DAW y quieren incorporar un teclado de extensión y sensación piano. Pensado para quienes ya sea en estudio o en escenario quieren enfocarse sobre el piano y acompañarlo de controles sencillos y fáciles de mapear, para alterar ocasionalmente mientras tocan el sonido de sintes y efectos tanto hardware como software. No para frenéticos del giro constante de potenciómetros. Claramente, como se espera de un 88, más para músicos que para DJs, dicho para que se entienda y con el mayor respeto hacia ambas orientaciones.
El tacto de los pianos Roland está aquí disponible con todo el esplendor del acabado marfil y la presencia de mecanismo de escape. Las preferencias personales muhcas veces vienen de la costumbre, y es cierto que yo tengo costumbre de Roland en pianos desde hace largos años. Pero aún estoy por ver a alguien que probando este tacto no lo aprecie.
Buena cosa que todo sea ajustable sin depender de ordenador, como lo es también que no falte una aplicación para quien prefiera la comodidad de ajustar zonas y mensajes desde una gran pantalla. Podemos dejar todo listo cómodamente antes de ir a un ensayo o escenario, pero si surge cualquier novedad atenderla en el momento sin pasar malos tragos buscando urgentemente un portátil.
Hay controladores más baratos, pero palidecen en cuanto al tacto. Hay controladores más ambiciosos en la integración con DAWs y los procesos de mezcla o producción. Pero no dudo de que hay muchos teclistas y pianistas potencialmente interesados por un teclado confiable, robusto sin dejar de ser todo lo ligero que un 88 bien lastrado puede llegar a ser (16,3kg), con funciones de teclado maestro multizona, y que no olvide que un teclista necesita a día de hoy controles para varios parámetros y que tampoco desdeña hacer inflexiones de tono para las que necesita la clásica rueda o palanca. Además con la tranquilidad que da el compromiso de Roland de hacer este modelo compatible con MIDI 2.0.
Su principal competencia, como también apunté en esa guía, es la existencia de modelos de piano electrónico portable, incluso de la propia Roland. Como el FP-30, que puede aportar un tacto del mismo nivel casi a mitad de precio respecto al controlador A-88MKII. Sin embargo, está claro: el FP-30 no es un controlador y no cuenta ni con la palanca de pitch-bend/modulación, ni con potenciómetros y pads, ni con opciones de zonas de teclado. Ya sí mucho más próxima, otra alternativa la representa el piano de escenario Roland RD-88 que por sólo un poco más de desembolso incluye sonidos piano SuperNatural, más el sistema de síntesis Zen-Core, varios controles, incluidas ruedas de tono y modulación y 8 giratorios, e incluso altavoces, con un peso de menos de 13,5 kg. Eso sí, nada de que pueda estar alimentado por la propia conexión USB, y también diferencias claras estéticas al tener controles y pantalla desplegados por todo el teclado. Además de que los kilos extra en el A-88MKII corresponden también a una construcción un tanto más firme y estable.
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