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Traktor Kontrol D2, lo probamos a fondo

11/06/2015 por Teo Tormo Actualizado el 12/06/2015
Veredicto
Kontrol D2 es la adaptación modular del workflow y el diseño de deck que ya propuso NI con el Kontrol S8. La adaptación al mundo modular está bien llevada a cabo, la inclusión de las patas para elevar el dispositivo, la posibilidad de alimentar dos dispositivos con un único adaptador y la inclusión de un hub en cada D2, son detalles que mejoran el producto más allá de ofrecer un mero "lateral" de un S8.

Pros

  • Buena construcción. Mantiene los mismos materiales y calidades que el S8. Las ideas de las patas y el hub USB son excelentes.
  • Lleva el workflow y el control del S8 a cualquier setup.
  • Puedes controlar cuatro decks con un único Kontrol D2.
  • Consigue el objetivo de “olvidar” el portátil.

Contras

  • Imposibilidad de controlar algunas cosas –efectos 3 y 4, BPM de Remix Decks–.
  • Sólo 8 botones para los Remix Decks.
  • No guarda los ajustes de la pantalla.

En noviembre llegó al mercado el Kontrol S8, controlador integral de Native Instruments diseñado para ofrecer control sobre la mezcla, transporte y Remix Decks en Traktor. El aparato fue muy esperado por todos los fans de Traktor ya que el anterior Kontrol S4 MK2 había dejado regusto a pocas novedades a unos cuantos usuarios que demandaban un controlador integral de muy alta calidad realizado por la misma gente que está detrás del software y que pudiera competir de tú a tú con dispositivos que marcas como Pioneer –DDJ-SX, DDJ-SZ– o Numark –NS-7 II– estaban lanzando en el mercado con cierto éxito, a la vez que aportar algo de aire fresco a un software muy maduro como Traktor. A Native Instruments se le aguó un poco la campaña de marketing, ya que por un descuido de Amazon se filtraron en internet imágenes del producto antes de que se lanzara oficialmente la información del producto. Dado que el S8 incorporaba algunas características algo radicales y novedosas como prescindir de los jogwheels y controles de tempo en forma de fader, e incorpora pantallas a todo color como ya hizo Native Instruments con la Maschine Studio, la gente comenzó a especular sin parar en todos los rincones de internet. La gente ya había teorizado sobre cómo funcionaba el S8 antes de que llegara a las tiendas, asumiendo cosas como que no se podía controlar el tempo y todo sería mediante Sync, y barbaridades similares. Cuando se realizó el lanzamiento oficial del S8 y surgieron todos los datos se pudo comprobar cómo el aparato era bastante más de lo que parecía, pudiendo emplearse como mixer autónomo, integrando un interfaz de audio certificado para Traktor Scratch, permitiendo libre control sobre el tempo, e integrando muy bien las pantallas en el flujo de trabajo. La manera de emplear los Remix Decks que propone el S8 y de integrarlos, permitiendo incluso desde una misma área del aparato controlar y ver en pantalla un deck normal y un Remix Deck, también resultó ser interesante.

Sin embargo el S8 como controlador integral con una propuesta de workflow distinta o alternativa tiene un problema, y es que puede interesar a los que no tengan ningún hardware o pretendan desprenderse del suyo para sustituirlo por algo integral, pero seguramente será ignorado por gente que aunque le llame la atención el dispositivo no esté dispuesto a renunciar a un mixer o un interfaz de audio que le funciona muy bien. También los que buscan elementos muy portables no tomarían el S8 como algo que facilite su trabajo.

Desde un principio me pareció muy raro que con el coste que debió soportar Native Instruments en diseñar algo como el S8, con el sistema de control y las pantallas de los laterales, se fuera a invertir únicamente en un sólo aparato de alta gama, gran tamaño y precio fuera del alcance de principiantes. Era evidente que tenían que salir más aparatos que aprovecharan ese diseño y ese workflow, las opciones más posibles eran una versión de dos canales del S8, o un aparato modular que incluyese el área de control y las pantallas del S8. Y aquí es donde el Kontrol D2 llega, o dicho de otra forma, la segunda de las dos posibilidades que había. Es la versión modular, o la versión “para todos” del sistema de control que ofrece el S8, y que se puede colocar al lado de cualquier mixer o de cualquier controlador que ya tengamos. Su precio es de 499€ y ya está disponible en tiendas.

Aspecto exterior

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Aunque no suelo hablar mucho del empaquetado de los productos, debo decir que el del Kontrol D2 me ha sorprendido bastante positivamente. Viene en una caja de cartón bastante rígido –recuerda al empaquetado de los productos Apple, muy cuidado–, la caja es tan buena que incluso te la puedes guardar para transportar el aparato y sus accesorios en viajes. El Kontrol D2 va acomodado dentro de la caja en un bloque de espuma blanda con diversos huecos donde van todos los accesorios: fuente de alimentación, cable en Y para compartir fuente con otro D2, diversos conectores internacionales para la fuente, cable USB de los buenos, un póster desplegable con todas las funciones del aparato, y una cajita negra con pegatinas de Traktor y la tarjeta con el número de serie para la licencia de Traktor Pro que incluye el aparato –debes descargar el software por tu cuenta–. La última versión de Traktor en el momento de redactar este artículo, y por tanto la que descargarás, es la 2.8.1. Versiones anteriores a la 2.8 no son compatibles con el D2. Por cierto, en la caja Native Instruments describe el producto como “Next Generation Deck”, siendo así continuista con su línea de marketing en la que afirman ser los desarrolladores de los productos DJ del futuro.

Antes de comenzar a describir el aspecto, controles y funciones principales del Kontrol D2, os invito a ver este vídeo que he elaborado donde en unos 20 minutos hago una descripción de todo esto. Habitualmente los artículos son sólo de texto y fotos, pero voy a comenzar a introducir este tipo de vídeos en los artículos ya que algunas personas me han sugerido que podría ser un complemento interesante. El artículo escrito es bastante más detallado tanto en descripciones como en valoraciones –de hecho en el vídeo apenas se hacen valoraciones–, pero para los que gustáis de material videográfica quizá os interese verlo. Es el primer vídeo que hago de estas características y tiene algunos fallos, especialmente de sonido, de sinusitis, y de hacer las cosas con prisas y con una cámara que me conozco poco, pero prometo tratar de mejorarlos poco a poco. No me castiguéis demasiado en los comentarios, ya me autocomento en el vídeo algunas meteduras de pata.

El Kontrol D2 es casi como cortar el lateral derecho de un Kontrol S8. Los materiales con los que está fabricado son prácticamente los mismos, la parte superior es toda de aluminio negro salvo el área que rodea la pantalla, que está realizada en metacrilato. Todos los laterales son de plástico negro mate con el logotipo de Native Instruments grabado. El ensamblaje del aparato parece bastante consistente, como ya vimos en el Kontrol S8. Las diferencias llegan por debajo; el D2 cuenta con 4 patas desplegables de manera independiente que sirven para elevar el controlador a la altura estándar del equipamiento para DJs, al desplegarse las patas de manera individual puedes desplegar sólo las dos de delante y dejar el aparato en ángulo por si así resulta más cómodo para el DJ. Las patas son de plástico con un recubrimiento de goma, y el aparato queda bastante bien fijado y sin posibilidad de deslizarse. Esta característica evita tener que comprar una funda semirrígida o una caja-elevador rígida como las que comercializa N.I. para sus otros controladores modulares y que añaden mayor coste al producto. Muy buen detalle por parte de N.I.

El Kontrol D2 tiene 37.8cm de profundo, misma medida que un mixer profesional o que muchos reproductores de gama alta y platos –suelen rondar entre 37 y 39cm–, con lo que no desentona en un setup profesional. De ancho tiene 19.6cm, bastante más que los controladores modulares que han lanzado hasta el momento como el F1 o el X1 y que ciertamente al lado del D2 parecen enanos. Lo cierto es que en general las grandes dimensiones de casi todos los controles del D2 marcan una diferencia bastante importante con respecto a los anteriores modulares de N.I., ya que más que un controlador modular hacen parecer al aparato casi un reproductor independiente. Su peso es también considerablemente mayor, 1.5Kg, aproximadamente el doble de lo que pesa por ejemplo el Kontrol F1.

Los botones del aparato son todos de goma agradable al tacto y retroiluminados, los potenciómetros y encoders son los habituales de los productos de Native Instruments –tanto los encoders grandes por pasos como los pequeños tipo Maschine– y tienen un revestimiento de goma en el capuchón. Los faders son muy suaves, aunque son más cortos que los del Kontrol F1 su tacto recuerda mucho a los de este producto, quizá sean un pelín más suaves de mover. Una vez más, como ya hice con el S8, quiero destacar que lo que N.I. denomina en el aparato como performance pads –incluso yo me refiero a ellos en el vídeo que acompaña el artículo como pads–, no son en realidad pads si tomamos un pad como algo que se golpea con los dedos y es sensible a la presión ejercida; en realidad se trata de botones de gran tamaño que como cualquier otro botón tiene únicamente dos estados, pulsado y no pulsado.

Conexiones

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En la parte trasera del aparato tenemos un conector para el clásico adaptador de 15V que usa N.I. en sus aparatos, un puerto USB tipo B, y un hub USB para dos conectores tipo A. El hub lo podemos emplear para conectar otro D2 o cualquier dispositivo USB como otro controlador modular de N.I. o un interfaz de audio. La idea del hub USB no es nueva, ya la incorporaron en el Kontrol Z2 y es realmente práctica para ahorrar en conexiones USB del ordenador, especialmente con portátiles modernos que tienen pocos puertos. Además el hecho de que use conectores USB normales es muy práctico ya que otras empresas como Allen & Heath han incorporado algo parecido a sus últimos dispositivos para poder enlazarlos y ahorrar puertos USB, pero empleando un puerto ethernet y convirtiendo la solución a algo cerrado a productos de la marca. Ojalá N.I. siga incorporando estos hubs USB en productos que requieren alimentación adicional.

El aparato tiene botón de encendido y apagado. Puede parecer una tontería, pero es práctico ya que hasta ahora en sus otros controladores modulares la única manera de apagarlos era desconectarlos del cable.

Controles y funciones

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Poco ha cambiado en el D2 con respecto al número de controles y funciones que ya se podían encontrar en el lateral de un S8, concretamente un lateral derecho ya que el D2 dispone los controles de la misma forma que están ubicados en esa área del S8. En primer lugar hablemos de la pantalla, mismo tamaño y definición que las del S8 y Maschine, y que aunque en mi opinión yo diría que no es de alta definición como reza el marketing, sí que es lo bastante buena como para mostrar adecuadamente toda la información gráfica y de texto que debe mostrar. El vídeo que acompaña el artículo no hace justicia a cómo se ve realmente la pantalla, en algunas de las fotos que he conseguido hacer sí que se puede apreciar la calidad de la pantalla.

En condiciones normales la pantalla nos muestra el estado de un deck, indicándonos en la parte superior el artista, título, BPM, tiempo transcurrido, tiempo restante, y artwork de la canción cargada. Nos muestra también una representación general y una detallada de la forma de onda. Estas representaciones son idénticas a como se ven en Traktor DJ para iOS. Si lo que tenemos cargado o es un remix deck, veremos un tercio de la pantalla empleado en representar las formas de onda que estén en reproducción y debajo veremos los nombres de las muestras que se pueden disparar desde los performance pads del Kontrol D2. A la derecha de la pantalla tenemos un encoder por pasos pulsable, al pulsarlo la pantalla cambia del modo deck al modo librería y podemos navegar por toda nuestra librería de Traktor, iTunes, e incluso explorar las unidades de almacenamiento conectadas a nuestro ordenador. Con los giros y pulsaciones del encoder avanzaremos por la librería, y con el botón Back de debajo retrocederemos a la carpeta o rama anterior de la librería. Mientras vemos listados de canciones, si tocamos el encoder táctil de abajo a la izquierda, podemos elegir que las canciones en lugar de estar en su orden habitual aparezcan ordenadas por artista, título, BPM, puntuación, tonalidad –ideal– … Con el encoder táctil inferior derecho y el botón de debajo podemos activar la preview de la canción y avanzar o retroceder por ella, esto en el vídeo aparece explicado. Podemos configurar el D2 desde las preferencias de Traktor para que en lugar de pulsar el encoder, simplemente al tocarlo cambie al modo librería. Una vez encontremos la canción o Remix Set adecuado, pulsando el encoder lo cargamos en el deck. En las últimas versiones de Traktor, aunque carguemos un Remix Set en un deck normal o hagamos lo contrario, carguemos una canción normal en un Remix Deck, el programa cambiará automáticamente el formato del deck para adaptarse a lo que cargamos.

Alrededor de la pantalla tenemos 8 botones, cuatro a cada lado. El que se encuentra en la parte superior izquierda sirve para entrar en el modo de configuración de brillo y proporción de color RGB. Aquí encuentro un defecto, y es que aunque cambies los valores de RGB, cada vez que apagues y enciendas el D2 de nuevo estos valores vuelven a ser los de fábrica, que son 100% para cada valor RGB. Estaría bastante bien que los valores quedaran fijados cuando apagas el aparato si es que los has cambiado.

Debajo del botón que da acceso a la configuración de la pantalla tenemos dos botones que activan diferentes funciones en el encoder del browser, el primero sirve para que el encoder nos permita cambiar los BPM, al pulsarlo aparece en grande el valor en BPM de la canción y girando el encoder cambiaremos los BPM en pasos de 0.01, si pulsamos Shift al girar los pasos serán de 1 BPM. En mi opinión en un dispositivo totalmente digital es mejor este tipo de control sobre el BPM que el que ofrece un pitch fader, aunque no faltará gente que prefiera el método de control clásico. El otro botón que mencionaba sirve para que el encoder nos permita cambiar la tonalidad, al pulsarlo aparece en grande los tonos que hemos aumentado o disminuido la canción, y lo más interesante: al lado nos aparece la tonalidad en codificación Open Key, algo ideal si trabajamos realizando mezclas armónicas en Traktor y queremos modificar la tonalidad de la canción para que sea armónicamente “compatible” con otra. Cuando el deck está en modo Remix Deck este botón de tonalidad sirve para modificar la cuantización que se aplica al deck, y el botón de cambio de BPM no sirve da nada, en el modo Remix Deck no se permite cambio de BPM desde el aparato. Algo que no he entendido para nada, y que supongo que será porque desde N.I. asumen que la gente normalmente usa los Remix Deck sincronizados siempre a otra pista. No obstante no estoy de acuerdo con esta decisión. Los botones que sirven para hacer zoom cuando el deck es normal, en modo Remix Deck sirven para navegar por las páginas de muestras. Como el D2 tiene sólo 8 botones para disparar muestras, en lugar de 4 páginas cuando usas un D2 en su pantalla navegas por 8 páginas de muestras. Personalmente para un uso intensivo de los Remix Decks prefiero tener los 16 botones del F1 original, aunque para según que cosas no es complicado adaptarse a cambiar más a menudo de página.

Sobre la pantalla tenemos cuatro potenciómetros y un botón debajo de cada uno de ellos, y a la derecha cuatro botones A,B,C,D, así como un botón rotulado como FX Select. Todos estos controles sirven para controlar los efectos y su asignación, aunque tienen una limitación, y es que en caso de que seas de los que emplean los cuatro bancos de efectos disponibles en Traktor, no vas a poder controlar los bancos 3 y 4. Los Kontrol D2 sólo permiten controlar los bancos 1 y 2. Es un poco extraño, porque aunque un solo Kontrol D2 puede controlar cualquiera de los 4 decks de Traktor –luego explicaré cómo– , sólo los han mapeado de fábrica para controlar dos bancos de efectos. En caso de que el D2 esté controlando los dekcs A y C controla el banco de efectos 1, y en caso de que esté controlando los decks B y D controla el banco de efectos 2; no creo sinceramente que a Native Instruments le cueste mucho trabajo de programación hacer que el aparato controle los cuatro bancos. Al tocar cualquiera de los potenciómetros y gracias a su respuesta táctil, se despliega en pantalla el panel de información de efectos, que nos muestra cada uno de los valores del efecto elegido asignado a cada potenciómetro en caso de usar el efecto en modo single, y si estamos en modo group vemos cada uno de los efectos asignados bajo cada potenciómetro. Para cambiar de efecto o la configuración del panel, el botón FX Select abre en pantalla una serie de menús para elegir efectos y configuración del banco. Para asignar el banco de efectos a los decks que queramos tenemos los botones con letras de la derecha.

Bajo la pantalla tenemos cuatro encoders, con cuatro botones debajo, cuatro minifaders y ocho performance pads. Estos controles se emplean para las funciones de los Remix Decks, aunque los performance pads también se emplean con los decks normales. En primer lugar, los encoders táctiles tienen una triple función ya que permiten controlar en los Remix Decks tanto los valores de filtro de cada slot, como el envío a efectos y la tonalidad –pitch–. El cambio entre una y otra función se realiza con los dos botones inferiores que hay a los lados de la pantalla del D2. Pulsando esos botones rotamos entre las tres funciones de los encoders y lo vemos reflejado en los paneles que se despliegan al tocarlos. Los botones que hay bajo los encoders activan o desactivan el que alteremos esa función. A destacar el hecho de que se pueda controlar la tonalidad de los slots desde un control físico, el D2 y el S8 son los únicos aparatos que permiten hacerlo ya que Traktor no deja mapear esa función a ningún controlador. Los minifaders cumplen bien su función de regular el volumen de cada slot, aunque son pequeños son lo suficientemente suaves y tienen bastante resolución.

Al igual que en el S8, los performance pads no son propiamente pads. Sencillamente son botones grandes con retroiluminación RGB que sólo tienen dos estados, pulsado o sin pulsar, no hay sensibilidad a la presión ni nada parecido. No estoy en contra de que sean botones, pero es una lástima que no sean pads ya que muchos controllerists habrían estado encantados de contar con pads. También es cierto que para integrar auténticos pads y que Traktor los aprovechara de alguna manera habría que reprogramar un poco –o quizá bastante– Traktor para que admitiera mensajes de velocidad, y reconozco que eso sería un poquito quebradero de cabeza para los ingenieros. Los botones son más grandes que los de un F1 –en el vídeo del artículo lo podéis ver más claro porque pongo uno al lado del otro– y su pulsación es más o menos igual de dura a no ser que pulses muy desde un extremo del botón, desde donde necesitarás hacer más presión.

Cuando usamos el D2 para controlar un deck normal tenemos en la parte inferior los habituales controles de transporte Play y Cue, junto con un botón Sync del mismo tamaño y a la izquierda del todo un botón Shift. Sobre estos controles la tira táctil, del estilo de la del X1 MK2 pero mucho más larga. La tira táctil me ha gustado bastante para hacer búsquedas tanto de precisión como para moverme rápido por la canción, aunque personalmente para el pitchbend tardas un poco en acostumbrarte, más que nada porque hay que deslizar el dedo y no sólo tocar. Recomiendo probar a regular la sensibilidad de la tira táctil si ves que te cuesta acostumbrarte a hacer pitchbend con ella, a mi subir la sensibilidad me sirvió.

A la derecha de los controles de transporte tenemos el botón Deck. Si tenemos un único D2 conectado, con una pulsación de Deck cambiaremos de controlar el deck A al C y viceversa, sin dejar de controlar la unidad de efectos 1. Si pulsamos Deck y uno de los botones superiores de asignación como B o D, cambiaremos a uno de esos Decks y el D2 funcionaría para controlar esa pareja de decks y la unidad de efectos 2. Si tenemos dos D2 conectados, uno queda automáticamente asignado a A y C, mientras que el otro a B y D. Aunque estemos controlando uno de los decks, el otro que podemos controlar con la pulsación de Deck podemos verlo “en resumido” en la pantalla pulsando el botón superior derecho que hay junto a la pantalla, este botón divide la pantalla y muestra cómo va el deck que no estamos controlando. Si se trata de un deck normal muestra la visión global de lal forma de onda y el punto de reproducción y si se trata de un remix deck muestra en pequeño las cuatro muestras que hay en reproducción.

Sobre Deck tenemos el botón para activar el Flux Mode –ya hemos explicado muchas veces de qué trata– y sobre él tenemos cuatro botones para cambiar de modo los performance pads cuando estamos en modo deck normal. Con el modo Hotcue los botones pasan a crear y disparar hotcues, puedes borrarlos pulsando Shift y el botón con el hotcue. En Loop los botones superiores disparan loops automáticos de corta duración, aunque su duración puede ajustarse desde las preferencias de Traktor. Con Freeze activamos el freeze mode del que también hemos dado bastantes explicaciones en Hispasonic, si necesitas conocer a fondo este modo puedes hacerlo en este artículo.

Remix nos pone en un modo en el que si por ejemplo en el deck A tenemos una canción normal y en el C un Remix Deck vacío, podemos ir capturando en tiempo real fragmentos de la canción y almacenarlos en el Remix Deck simplemente pulsando los performance pads.

Sobre estos botones de modo tenemos un encoder para loops automáticos, girándolo elegimos la duración del loop y al pulsarlo lo activamos o desactivamos. Mientras esté activado el loop veremos un juego de luces giratorias alrededor del encoder.

En uso

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No es difícil acostumbrarse al workflow del D2 como ya comenté que tampoco lo era con el S8, otra cosa es que te guste o no, y eso ciertamente es muy personal. Yo no hecho de menos el pitch fader ni los jogs, prefiero mil veces más pulsar Sync y entretenerme en buscar el tema adecuado, o meter el efecto justo, o varios… pero entiendo que eso no tiene por qué ser para todo el mundo. A pesar de ello, los que quieran un control manual tienen una precisión brutal usando el encoder para controlar los BPM y acostumbrarse al touchstrip o tira táctil tampoco es tan costoso. Eso sí, scratch con la tira táctil ni se os ocurra, aunque en la última versión de Traktor han habilitado poder hacer scratch en reproducción no es algo que vea muy útil, tan sólo los spinbacks tienen cierta gracia. O igual soy muy torpe.

Siguiendo con el tema del workflow, debo reconocer que obviamente al igual que con el S8 puedes olvidarte de la pantalla del ordenador. Si tienes la librería bien ordenada y preparada, ponerte a pinchar con el D2 te permite tal y como reza el marketing de Native Instruments olvidar la “pantalla grande” y sólo guiándote por las pequeñas de los D2, como si de reproductores autónomos se tratara, hacerlo prácticamente todo. ¿Pero te convierte eso en mejor DJ o un DJ más atento? Eso ya debe decidirlo cada uno. Hay público purista que critica que un DJ ande mirando la pantalla del ordenador, pero ¿hasta en los requisitos técnicos hay que satisfacer al público? Eso son debates que os dejo para los comentarios.

Debo decir que con la última versión de Traktor –2.8.1 en el momento del artículo– el D2 funciona perfectamente, de hecho es quizá la mejor versión de Traktor en general y funciona muy bien después de unas cuantas actualizaciones con problemas aquí y allá. Espero que Native Instruments siga con versiones así de estables porque da gusto lo bien que funciona ahora. Si tienes la última versión de Traktor instalada el D2 es reconocido inmediatamente por el software al conectarlo y encenderlo, no hay que hacer absolutamente nada; además en las preferencias aparece una pestaña adicional para el D2 desde donde puedes configurar aspectos de su comportamiento y calibrar los controles. Si conectas más de un Kontrol D2, el primero que conectes quedará "bautizado" para siempre como Traktor Kontrol D2-1 y el segundo que conectes como Traktor Kontrol D2-2. Si en algún momento futuro quieres invertir su denominación porque vas a prescindir de uno de ellos y quieres adaptar un mapeo específico que tenías, debes reasignar los nombres desde el Controller Editor. Como curiosidad, si al encenderlo mantienes pulsados los botones de asignación de efectos C y D, activas el "Vegas Mode", un modo de demostración del aparato en el que aunque no esté conectado a un ordenador hace juegos de luces con la iluminación del aparato mientras muestra en pantalla imágenes como si estuviera funcionando Traktor. Un detalle para facilitar su exposición en tiendas.

¿Más allá de Traktor podemos aprovechar el D2? Sí, el Kontrol D2 tiene un modo MIDI bastante competente que se activa con Shift+Back y que desde el Controller Editor permite cargar varias páginas de control, pudiendo cambiar entre ellas con los botones inferiores de los laterales de la pantalla . Puedes incluso estar en Traktor controlando con el D2 en modo normal, activar el modo MIDI y controlar mediante MIDI otra aplicación que tengas funcionando simultáneamente como Ableton Live y volver al modo normal para seguir controlando Traktor. En el modo MIDI la pantalla ciertamente queda algo desaprovechada, ya que sólo muestra los controles MIDI asignados a algunos controles y los valores y posiciones de otros.

¿Qué hay de los Stems?

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El Kontrol D2 va a estar bastante relacionado con los stems, el formato multipista de N.I. pensado para la música de club. Por lo que sabemos hasta ahora en la pantalla del D2 podrán verse por separado las formas de onda de cada pista y con los faders se podrá regular el volumen de cada pista, pero poco más sabemos. Hemos tratado de conseguir una versión beta o preliminar del software de creación de stems, hemos movido los hilos a nuestro alcance para conseguirlo pero no ha sido posible. Nos hubiera gustado mostraros antes que nadie en castellano qué tal funcionan los stems con los D2, pero a veces las políticas de privacidad y marketing de las empresas implican no mostrar las cosas hasta que no están acabadas, y eso es algo totalmente legítimo. Y ojo, no es una queja, de hecho mandamos desde aquí un gran agradecimiento a la gente de Adagio, que son los distribuidores y representantes de Native Instruments en España por prestarnos los D2 todos los días que los hemos necesitado para este artículo y por ayudarnos en todo lo posible.

A pesar de todo, dentro de muy poco se hará en Sonar+D una presentación oficial de los Stems, y allí estaremos para contarlo. Y en cuanto se libere públicamente el formato os prometemos informaros y enseñaros a aprovecharlo.

Conclusiones

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El Kontrol D2 es la adaptación modular del workflow y el diseño de deck que ya propuso N.I. con el Kontrol S8. La adaptación al mundo modular está bien llevada a cabo, la inclusión de las patas para elevar el dispositivo, la posibilidad de alimentar dos dispositivos con un único adaptador, la inclusión de un hub en cada D2, son detalles que mejoran el producto más allá de ofrecer un “mero lateral” de un S8. El permitir que con un Kontrol S8 se pueda controlar cualquier deck es otro detalle fantástico, y el modo MIDI del aparato es muy competente y amplía su utilidad más allá de Traktor. El aparato sigue además las mismas calidades –altas– en cuestión de construcción y materiales que ya vimos en el S8 y que resultaban satisfactorias. El objetivo que marca N.I. de “olvidarse” de mirar el portátil se cumple, se puede hacer de todo desde el Kontrol D2 mientras se pincha, hasta editar los beatgrids desde su pantalla por si en casa no lo hiciste. Ahora bien, si esto es un avance o no, y si merece pagar la pena por ese avance, es una cuestión que os dejo a vosotros en los comentarios. A mi personalmente me gusta, es como pinchar con reproductores independientes… aunque realmente no lo sea. En mi setup personal de casa tengo un ordenador con dos pantallas, una para trabajar en cuestiones de oficina y otra pantalla frente al equipamiento para pinchar donde veo el software de DJ, y os puedo asegurar que no he tenido que encender esa pantalla con los D2. Sería bueno ver vuestras opiniones al respecto.

Hay ciertas cosas mejorables, no entiendo lo de no poder controlar cuatro bancos de efectos ni el no poder cambiar los BPM de los Remix Decks. Y si se puede debo ser muy torpe o la forma es muy rebuscada. Se echa de menos alguna acción que estaría bien poder activar o desactivar desde el aparato, como activar el Snap, Quantize en Traktor. También es bastante incomprensible que no se guarden los ajustes hechos a la pantalla.

El tema del precio del aparato es correoso aunque trataré de ser objetivo en la medida de lo posible. Evidentemente sale más caro comprar dos Kontrol D2 y un mixer y un interfaz de audio que un Kontrol S8, que es el tema que se ha repetido muchas veces en las redes, mucha gente argumenta que hay que “pagar casi la mitad de algo de lo que sólo obtienes una parte”, por resumir un poco, pero esto en el fondo no es del todo cierto. Realmente es el precio que pagas no sólo por las funciones de control, si no por todo el aparato en sí y por poder conectarlo en cualquier setup. Además de por supuesto todo el trabajo de diseño y programación tanto del aparato como del software para funcionar con él. Native Instruments necesita rentabilizar el concepto creado en el S8, y únicamente con un aparato integral de altas características no iba a lograrlo, el concepto lo vamos a ir viendo en más formatos. Con el S8 por ejemplo podía gustarte el concepto en general, pero podía no gustarte el mixer que incorporaba en particular, porque igual ya tienes un mixer Allen & Heath o Pioneer muy bueno del que no estás dispuesto a renunciar, o podría no gustarte su interfaz de audio porque tienes una de mayor resolución y con más canales que suena muy bien y que quieres seguir usando. Como ya he dicho antes, pagando el D2 pagas por poder incorporar ese tipo de control, de pantalla, de workflow, a tu setup. ¿Merece la pena pagarlo? Eso debe decidirlo cada uno en base a su poder adquisitivo y necesidades laborales y personales.

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