Traktor Pro 3 ya está aquí: primera toma de contacto
Hoy ya es el esperado 18 de octubre de 2018, y tras el primer coitus interruptus que tuvimos hace poco más de un mes, cuando Native Instruments anunció sus novedades y nos dejaron a medias con Traktor Pro 3, por fin la nueva versión de uno de los más populares y extendidos programas profesionales para discjockeys está disponible para todo aquel que quiera pagar por su licencia o por la actualización de la misma si ya posee una licencia del anterior Traktor Pro 2 o Traktor Scratch Pro 2 (99€ la nueva licencia, 49€ la actualización).
Como no podía ser de otra manera, hemos probado el software y os trasladamos nuestras primeras impresiones –que no son pocas– para que estéis totalmente al tanto de lo que os espera a aquellos que decidáis seguir con este software ya clásico en las cabinas o a aquellos que lleguen nuevos al mundillo y se planteen elegir el nuevo Traktor como su plataforma de trabajo. Es importante dejar claro que este artículo no es una review completa –eso llegará más adelante–, sino un análisis rápido de las novedades y las impresiones que nos causan. ¿Listos? Pues empezamos.
Una nueva interfaz gráfica no tan nueva
[Índice]Obviamente el primer nuevo aspecto de Traktor Pro 3 en el que se repara es en el visual, que tiene un buen número de cambios, pero también parece que sigue arrastrando cuestiones en las que se habían demandado mejoras desde hace tiempo. Vayamos por partes.
Distribución
[Índice]El nuevo diseño de la interfaz está 100% basado en el de las anteriores versiones, no han querido arriesgar con cambios funcionales excesivamente importantes. Muy probablemente por no confundir a los antiguos usuarios y hacerles buscar controles y funciones en sitios distintos, aunque también sospecho que puede haber motivos técnicos; lo que a fin de cuentas es cierto es que el layout es prácticamente idéntico, casi todo está en la misma ubicación independientemente de que pueda tener un aspecto algo diferente y el número de controles de cada elemento del programa no ha sufrido variaciones. El mixer virtual sigue ocupando la misma ubicación y sus controles también, los decks se distribuyen igual, el navegador de archivos sigue estando abajo y cuenta con los mismos elementos, el menú de preferencias es idéntico y se accede a él de idéntica forma… nadie tendrá problemas para encontrar nada.
Si hay que nombrar cosas concretas que ocupan un nuevo lugar, lo principal sería el master clock, que ahora está ubicado sobre el mixer en donde antes estaba la grabadora de loops, que intercambia su ubicación con el citado elemento y quedando en la zona izquierda del panel de efectos. Junto al vúmetro del máster tenemos también el control para activar o desactivar el limitador, evitando así que tengamos que dirigirnos a la ventana de preferencias cada vez que queramos cambiar su estado.
Otro elemento reubicado son las opciones de fuente de sincronía, que ahora están en un menú de las preferencias. Ahí es donde ahora tenemos las opciones para elegir Ableton Link o Midi Clock y si también Traktor genera o no su propio MIDI Clock.
Claro, esto nos deja un mal sabor de boca. ¿Dónde están esas formas de onda apiladas como en Serato o Rekordbox que tantos usuarios han demandado? ¿Por qué la librería musical sigue siendo tan sumamente simple? ¿Por qué seguimos teniendo un enorme espacio desaprovechado en el área de los efectos? Todo esto son peticiones que muchos usuarios han pedido cambiar y que por el momento parecen totalmente ignoradas, y esto nos produce la sensación inicial de que por mucho que Native Instruments –en adelante NI– jure y perjure que el programa se ha rehecho, hay algún motivo técnico “insalvable” por el que el equipo de desarrollo sigue anclado a esta distribución.
En la distribución de controles de los decks sí hay algunas pequeñas diferencias –a mejor–, ya que dependiendo del tipo de visualización por la que optemos los controles no simplemente aparecen y desaparecen, también cambian de forma y cantidad de controles, especialmente al usar el layout Essential. Interesante.
Diseño
[Índice]Lo que sí ha cambiado son los colores y formas de los distintos elementos, y la verdad es que hay que reconocer que en positivo. La nueva paleta de colores empleada juega con contrastes muy altos de colores de tono "eléctrico", lo cual ayuda mucho para localizar con golpes de vista rápidos los controles e indicadores de la interfaz, así como también ver más claramente niveles y posiciones de controles.
El nuevo tipo de letra es más legible, y el diseño más simplista y plano en cuanto a detalles, relieves y sombreados; es más acorde a las tendencias actuales. Buena mejora. Los vúmetros parecen mucho más realistas y el vúmetro del máster es mucho más grande, seguimos bien. Bueno, casi, los vúmetros siguen sin tener escalas.
Rendimiento de la interfaz
[Índice]Aquí volvemos a caer en algo que parece insalvable. Las formas de onda se siguen desplazando de forma poco fluida, especialmente si lo comparamos con cómo Serato o Rekordbox pueden manejar este factor gráfico. Concretamente parece que el programa maneje las formas de onda en movimiento con una tasa de refresco de aproximadamente la mitad de los que son capaces sus rivales. Esto es sencillamente una lástima. Por cierto, ya que se nombran las formas de onda creo que es importante destacar que se siguen representando exactamente igual y con las mismas opciones de coloración que ya había.
No ha habido tiempo de comprobar otro problema de rendimiento de la interfaz sigue vigente, y es el hecho de que la ventana de preferencias al cerrarla producía una "congelación" cuando el software tenía muchos mapeos cargados y en funcionamiento o mapeos de gran extensión. Cuando podamos hacer la review en profundidad nos fijaremos mucho en este aspecto.
Sonido
[Índice]NI insistió mucho en nuevos algoritmos en el sonido y hay que reconocer que ahora las funciones de timestretching que se emplean al utilizar el bloqueo de tonalidad al cambiar el tempo de las canciones, suena mucho mejor. También se ha incluido una modalidad de sonido nueva para el limitador llamada transparent, aunque no ha habido tiempo suficiente como para analizar si es muy diferente al anterior sonido del limitador. Y digo diferente porque dudo que sea mejor cuando NI deja elegir en Traktor entre el sonido del limitador clásico del software y este nuevo limitador “transparente”.
Quizá no directamente relacionado con el sonido, pero sí con los algoritmos de análisis del mismo, es el tema de la detección de tempo y compás, y cómo el programa ubica la famosa “rejilla de pulsos” –así la llamaba el manual de Traktor Pro 2, yo prefiero el término inglés “beatgrid”– para las funciones como la sincronía automática o la cuantización. Y es que parece que esto no ha mejorado en absoluto con respecto a las últimas versiones. Canciones no excesivamente complejas que antes se analizaban de forma equívoca y el programa ubicaba mal la rejilla en ellas, siguen teniendo exactamente el mismo problema.
Respecto al nuevo modo para mezcla externa que según NI hace un bypass total de todos los elementos de procesado y conecta de forma directa –y virtual– todos los canales de salida directamente a una mesa digital, todavía no es posible opinar con propiedad. Será necesario realizar pruebas y mediciones a fondo para comprobar si realmente hay diferencias notables. Con un portátil y unos auriculares, todo lo que se puede afirmar es que más allá de los comentado en los algoritmos de timestretch, no se percibe un cambio radical en el sonido a nivel general en el programa.
Efectos
[Índice]Traktor Pro 3 incorpora los nuevos “Mixer Effects” que no son otra cosa que una adaptación de los Sound Color FX de las mesas de mezclas –y software– de Pioneer DJ. Nada más y nada menos. En cada canal podemos activar un efecto de inserción seleccionable entre una corta lista en la que sí, está el archiconocido efecto “Noise” también típico de las mesas de mezclas Pioneer DJ.
Estos efectos se controlan desde el mismo control que antes se empleaba para el filtro por canal, con lo que deberemos elegir entre o filtro o uno de los efectos. O dicho de otra forma, en realidad no es que NI haya añadido nuevos efectos, lo que sucede es que además de los tipos de filtro que había antes para elegir, ahora tenemos también efectos para elegir en ese mismo punto de inserción. Nuevamente la sombra de la sospecha de que los desarrolladores siguen anclados por algún motivo a “lo de siempre” vuelve a surgir.
Respecto a los nuevos efectos no ha habido excesivo tiempo de probarlos, pero a bote pronto se puede decir que no están mal. Es pertinente estudiarlos a fondo y probarlos con diferentes tipos de música antes de emitir algún juicio sobre ellos.
Una única versión con DVS para todos
[Índice]Quizá lo más interesante de Traktor Pro 3 sea la posibilidad de poder emplear cualquier interfaz de audio –con la suficientes entradas, salidas y previos phono– para las funciones de control por DVS. Ya no es necesario hackear nada para poder disfrutar de esta forma de control. Curiosamente esto hace que el único programa en el mercado actual que exija emplear un interfaz de audio –o mesa/controlador con interfaz integrado– certificado por el desarrollador de software sea Serato DJ Pro. Los tiempos en los que había que elegir si comprabas una interfaz o mesa digital que sirviera para uno u otro ya han pasado y a partir de ahora es elegir entre Serato y todo lo demás. Buena decisión, Native Instruments, muy buena.
A pesar de ello los dispositivos que en el pasado estaban certificados por Native Instruments para el uso de DVS siguen conservando una pequeña ventaja sobre el resto: se configuran automáticamente las entradas y salidas al conectarlos.
Obviamente todo esto hace que ahora tan solo exista una única versión de Traktor que se conocerá como Traktor Pro 3, y que desaparezca lo que se conocía como Traktor Scratch Pro. Por si alguien quiere hilar fino con las preguntas, la actualización a Traktor Pro 3 tiene el mismo coste tanto si lo haces desde Traktor Pro 2 como Traktor Scratch Pro 2.
Entonces, ¿merece la pena?
[Índice]Entiendo que pueda sonar a tópico, pero la frase que no paro de repetir mentalmente mientras pruebo Traktor Pro 3 no deja de ser “esperaba más”. Nuevas opciones de distribución de los controles o de personalización de la interfaz. Infinidad de mejoras en la librería musical. Unas formas de onda con movimiento suave, además de poderlas apilar. Y aunque hoy en día para cualquier actividad profesional que implique el uso de un ordenador es mejor ir bien armado con máquina de sobra, también esperaba un rendimiento mucho más ligero y fluido; mi portátil monta un i7 de cuatro núcleos y 16gb de RAM, y tengo la sensación de estar usando una máquina que cuesta la mitad. Además de preguntarme dónde están muchas funciones por las que a los usuarios se les preguntó su opinión durante infinidad de encuestas y tests que realizó la empresa.
A pesar de todo, creo que si eres un usuario acérrimo de Traktor, que utiliza su hardware desde hace tiempo, y que tiene toda su música ya preparada para este software, pagar 49€ por la actualización merece la pena. Sólo por la liberación de la función DVS merece y mucho la pena, ya que si vas a ir a pinchar a un sitio donde tienen una mesa con interfaz de audio que antes no estaba certificado, ahora ya puedes usarlo y no tener que llevar el tuyo. Los cambios en la interfaz gráfica me parecen también positivos, aunque sean sólo mayoritariamente estéticos todo se ve ahora más claro, funcional y agradable a la vista. Los nuevos mixer effects son un buen añadido aunque sea una idea traída de la competencia. Y poco más puedo decir.
Sin embargo los que lleguen nuevos a esto de pinchar y se planteen comprar un software por primera vez quizá no vean tan claro adquirir Traktor como podría estarlo hasta hace unos años. Realmente Traktor únicamente destaca en un aspecto hoy en día, y es en las opciones creativas que ofrece con los remix decks y los stems. En absolutamente todo lo demás, tras la llegada de esta actualización no hay detalles positivos críticos en el programa que hagan que la decisión de compra de un software u otro se ponga del lado del desarrollado en Berlín.
Por otra parte parece que en parte el lavado de cara de la interfaz y el uso de ese número “3” en el nombre del programa –bien lo podían haber llamado 2.12 y no hubiera pasado nada– son más una maniobra para aparentar una gran renovación que acompañe la llegada de los dos nuevos controladores que acompañarán al software. Quizá la experiencia de usuario del software con estos dos nuevos elementos de hardware sea mucho más sorprendente y satisfactoria en conjunto, y quizá ahí cobre más sentido todo. Pero eso os lo contaremos en una futura review mucho más detallada que este artículo, en el que simplemente hemos rascado un poco en la superficie.