Waves Tony Maserati: plugins para postproceso de audio
Recientemente, Waves presentó The Maserati Collection, un bundle de plugins creados en conjunto con Tony Maserati, ingeniero de Black Eyed Peas, Tupac Shakur, Rob Thomas, Sting o David Bowie, entre muchos otros.
El paquete trae consigo seis plugins, entre los que se encuentran un potenciador de voces, un excitador de bajos, una herramienta para guitarras acústicas, un excitador de percusiones, efectos para guitarra y un generador de armónicos. Vamos a hacer un repaso de todos ellos.
Para el bajo
B72 es el plug-in destinado al procesamiento del sonido de bajo. El procesador ofrece dos programas diferentes, cada uno ajustables por el usuario. SI bien el nombre del segundo programa señalaría su aplicación para sonidos de bajo sintetizado, es también aplicable a situaciones donde el sonido del bajo puede quedar tapado por otros instrumentos importantes en la mezcla,
Sus controles de graves y agudos – Bass y Treble – permiten conseguir un sonido compacto, sólido, cálido, sin que eso represente una pérdida de pegada o vida.
Girando la perilla Bass se logra manejar la zona ubicada aproximadamente entre los 40 Hz y 150 Hz, por supuesto, teniendo alguna influencia en regiones vecinas.
Por su parte, la perilla Treble permite agregar vida a la pista, actuando sobre la zona circundante a 1kHz, consiguiendo levantar/bajar el chasquido de los dedos, plumilla o púa, contra las cuerdas, o simplemente los armónicos más altos. Precisamente, reforzando un tanto esa zona, puede lograr una diferencia cuando una pista de bajo se encuentra un tanto tapada, especialmente cuando se reproduce en sistema de altavoces pequeños o por audífonos, por ejemplo, un sistema de audio para ordenador, o un reproductor MP3.
Al aplicar el procesador, la señal del bajo también es comprimida para lograr estabilizar su presencia y brindar una señal más compacta; elementos esenciales para no perder la fortaleza que demanda la base de una canción.
La interfaz del plug-in no muestra los típicos controles de compresión, sin embargo su acción se hace evidente. En caso que el usuario desee modificar la acción del procesamiento debe recurrir a bajar el control Sensitivity, con lo cual, se reduce el impacto del procesamiento sobre la señal final.
Hay que tener en cuenta que la posición del control Sensitivity tendrá influencia en el sonido final. Por ejemplo: debido a la compresión incluida en el procesamiento del plug-ins, al aumentar el valor de Sensitivity, también se aumenta la cantidad de compresión agregada.
Lo más práctico es probar diferentes asignaciones del control, balanceando con la perilla de salida, hasta encontrar el resultado esperado.
El programa Synth habilita el acceso a las tres perillas más pequeñas ubicadas en la parte baja del plug-in. Con su aplicación se lograr controlar la aplicación de efecto a la señal original.
Los resultados obtenidos varían en gran medida dependiendo del tipo de señal original, ya que una señal con mayor cantidad de armónicos, como podría ser el caso de un bajo sintetizado, presentará mucha mayor evidencia del procesamiento.
Resulta muy interesante probar sus posibilidades en situaciones donde se busca destacar el bajo, por ejemplo, y como mencioné antes, cuando se busca una presencia más notable en sistemas de reproducción pequeños.
Ajustando de manera cuidada las tres perillas es posible lograr una distorsión acompañada de un chorus/flanger, sutil que beneficiará la presencia del bajo, especialmente en la zona más aguda de su registro.
Especialmente, en este tipo de aplicación es recomendable escuchar la pista procesada dentro del contexto de la producción.
Para guitarra eléctrica
El procesador en cuestión recibe el nombre de GTi. Este plug-in posee cinco programas cuya intención es cubrir una muy amplia paleta de posibilidades de sonido. Sus nombres son: Clean, Clean Chorus, Heavy, Thick Rhythm y Soft Flanger.
Hay que aclarar que este procesador no es un emulador de amplificadores y gabinetes. Su propósito es procesar el sonido final creado con el amplificador y gabinete – real o virtual – habitualmente utilizado, para darle forma durante la mezcla.
Cada programa presenta, prácticamente, los mismos controles, aunque su efecto varía en cada uno. Con excepción de Clean y Heavy, el resto de los programas utiliza pequeñas perillas para ajustar las opciones relacionadas con los efectos.
El control llamado Presence permite mejorar la presencia de la guitarra en la mezcla. El usuario notará su influencia en la zona que va desde 500 Hz hasta 3 kHz, aproximadamente, zona en la que logra establecer una señal más plana. Dependiendo del sonido original, en algunas situaciones se logra cortar un poco los bajos, efecto que facilita la integración con el bajo que generalmente pelea con la guitarra en la zona de los 200 Hz aprox.
La perilla Tame se encarga de ajustar, de excelente forma, la dinámica de la pista. Su aplicación, aún en asignaciones extremas resulta muy atinada y práctica.
En el programa Clean Chorus, el usuario encuentra dos parámetros extra – Mix y Depth – con los que puede ajustar el balance entre la señal original y el Chorus, y la profundidad de efecto.
Thick Rhythm ofrece vibrato y chorus, con control de la extensión del efecto y del tiempo de delay, junto con ajuste de la cantidad de señal que se envía al efecto.
Por su parte, Soft Flange cuenta con los controles habituales de un flanger, además de la posibilidad de ajustar compresión de la señal del efecto, de manera independiente al control Tame utilizado para procesar el sonido básico.
La aplicación de este procesador permite destacar el sonido de la guitarra en una mezcla. Aplicándolo de manera correcta es posible dar mayor cuerpo a las pistas de guitarras.
El control Presence permite que la guitarra penetre entre densas masas de instrumentos, aunque hay que poner atención para evitar debilitar su imagen al utilizar en exceso asignaciones de este parámetro.
GTi se muestra muy versátil y permite conseguir resultados muy buenos más allá del programa a utilizar. En lo particular, me quedo con las posibilidades que ofrecen Clean y Heavy. En ambos casos, la relación que el usuario establece entre las asignaciones de los controles Sensitivity y Output ofrece resultados excelentes.
Los restantes tres programas se muestran también interesantes, especialmente al aplicar asignaciones extremas de Flanger. Los sonidos a la Radiohead, se presentan rápidamente.
Para las voces
VX 1 es uno de los puntos fuertes de esta colección. Sus tres programas permiten su aplicación en todo tipo de voces y contextos de producción logrando resultados profesionales.
Básicamente, el procesador ofrece controles para ajustes de graves, agudos, compresión, sensibilidad y volumen.
El último programa llamado Contour 3 elimina el control de compresión y coloca en su lugar un control llamado Air que combina ecualización de altas frecuencias y compresión.
Además de estos parámetros, VX 1 posee procesamiento de delay y reverb con todas las opciones de ajuste que permiten conseguir el impacto buscando para cualquier tipo de mezcla.
Son para destacar los resultados conseguidos con la perilla Compress. Los ajustes prediseñados que actúan por debajo del giro de esta perilla facilitan la ubicación de las voces en cualquier plano buscado.
Durante las pruebas resultó muy sencillo trabajar con VX 1 para lograr una voz con fuerza y que se destaque de la instrumentación sin escucharse por delante de toda la banda de una manera poco natural.
En una de las pruebas, donde la voz tenía el nivel adecuado, resultaba difícil distinguir ciertos pasajes de las letras debido al trabajo de las guitarras. Bajar las guitarras en la región de conflicto no trajo buenos resultados ya que provocó la pérdida de peso general de la base. La solución fue muy sencilla: trabajar con el control de agudos del procesador. Su acción, que resulta totalmente intuitiva, resume la combinación de diversos procesamientos diseñados especialmente por Tony Maserati, y que el usuario aprovecha sin mayores complicaciones.
Mover la perilla de agudos fue la solución ya que permitió que la voz resalte de la manera adecuada, sin necesidad de tocar el volumen o de aplicar ecualización buscando las frecuencias adecuadas. Por sobre todo, la voz no perdió fuerza ni calidez
La cadena de procesamiento de efectos consigue resultados excelentes. Gracias a la perilla FX, que actúa como control de envío o Send, podemos enviar la cantidad de señal adecuada para conseguir el espacio acústico buscado en base al estilo musical.
El tiempo de delay se ajusta entre 100 y 1000 ms. Este efecto posee, además, un control dedicado con el que el usuario establece la cantidad de delay en el procesamiento.
Es posible elegir el tono de la reverberación y la velocidad de su decaimiento. Finalmente, el control FX ajusta la cantidad de señal que se envía al procesador de efectos.
Pianos, voces, teclados, y más
Si bien, se sugiere su utilización en pistas de pianos, lo cierto es que las posibilidades de aplicación de Harmonics – tal el nombre del procesador – van más allá de eso.
Utilicé el plug-in en diferentes pistas. En pianos eléctricos, especialmente en pistas estéreo, conseguí dar ese toque clásico tan buscado cuando se trata de un Rhodes.
El programa Modal fue el que permitió lograr mejores resultados, ya que posee procesamiento con sutiles toques de Chorus y espacio que dan el movimiento y ambiente adecuados para el contexto de utilización de un piano Rhodes.
Al aplicar Harmonics sobre voces se consiguen dos resultados bien marcados.
Bounce ofrece un acercamiento más natural. Es aconsejable, reducir la cantidad de efecto que se envía al procesador, girando hacia la izquierda la perilla FX. Con este ajuste el procesamiento será más sutil y evitará escuchar exagerado en un primer momento.
Con posterioridad, el usuario puede, por ejemplo, controlar la cantidad de delay presente en el procesamiento, empleando la perilla DLY Mix. Esta perilla trabaja en combinación con el selector Sync que se encarga de establecer si el tiempo de retraso será automático, basado en el tempo de la aplicación Host, o si el usuario lo seleccionará de manera manual. En este último caso, el plug-in habilitará la perilla Tempo, que se encuentra debajo, para indicar el tempo expresado en bpm.
La utilización del control Wet puede resultar un poco confusa. Inicialmente, este control ajusta la cantidad de efecto presente en la señal final, pero sólo afecta a la cantidad de reverb aplicada y ajustada mediante la perilla Size. La cantidad de delay se ajusta directamente con DLY Mix.
Por su parte, el control Presence permite controlar el tono del efecto, especialmente útil en una etapa posterior a los ajustes básicos.
Harmonics también cumplió una tarea muy buena en pistas de guitarra eléctrica, especialmente en líneas melódicas con sonido un tanto apagado.
Ajustando debidamente el programa Modal, especialmente con la perilla Spread y cuidando de asignar correctamente la sensibilidad de entrada, podremos dar un poco más de vida a las notas.
En pistas rítmicas, especialmente en sonidos Telecaster, la combinación de GTi y Harmonics, me permitió conseguir un excelente nivel de pegada y presencia.
En pianos acústicos Harmonics realizó un trabajo brillante. Inserté una instancia del plug-in en una pista ejecutada con Pianoteq 3, y el resultado fue sorprendente.
El trabajo puesto en el diseño de estos procesadores hace que todo sea sencillo. En este caso, sólo reduje un tanto la asignación Spread, en el programa Modal, y realicé lo mismo con la mezcla de delay, bajo Bounce, para ubicar mejor el piano dentro del contexto.
Para baterías
DRM es un procesador que ofrece diferentes programas diseñados, especialmente, para las distintas pistas de batería que habitualmente se encuentran en una producción musical. No obstante, DRM también se puede utilizar en pistas que sólo contienen la mezcla estéreo de la batería.
Los programas están diseñados para bombo, caja con micrófono superior, caja con micrófono inferior, hihat, toms, overhead o micrófonos aéreos y micrófonos de sala.
Con la excepción de HH, el resto de las programaciones hace que todo se escuche mejor, manteniendo la potencia de la batería dentro de la mezcla sin molestar al resto de la producción.
En lo particular, me sorprendieron los programas BD (para bombo) y OH (para micrófonos aéreos).
Si bien todos los programas comparten los mismos parámetros de ajuste, debajo o detrás de cada perilla, suceden cosas diferentes, de acuerdo al programa en acción.
En el caso del programa destinado al bombo, destaco la acción de las perillas Snap y Treble. Con su combinación, el usuario logra, con total facilidad, que el sonido del bombo gane presencia, agregando las frecuencias que permiten que éste se destaque.
El programa OH posee una programación muy cuidada de ecualización, dinámica y ambiente. Inmediatamente luego de insertar la instancia del plug-in en la pista, se apreciará el notable mejoramiento del aire y apertura de la señal capturada por el par de micrófonos aéreos.
Las diferentes programaciones se aprecian con total claridad, por ejemplo, al aplicar sobre una pista de caja, alternativamente los programas SNR Top y SNR Bot (caja con micrófono superior e inferior, respectivamente).
La batería es uno de los instrumentos más complejos de grabar y de ubicar en la mezcla. La gran cantidad de volumen que genera, el espacio físico que necesita para escucharse como es debido, convierten a este instrumento en todo un desafío. Ese grado de complejidad a menudo ocasiona que el uso indiscriminado del ecualizador y compresor acaben por liquidar el impacto original de cada pista, si es que existía.
Al utilizar DRM el usuario encuentra el camino totalmente preparado, siendo realmente difícil arruinar una toma si el contenido original era bueno.
La simple inserción de DRM en cada pista de la batería, y la siguiente asignación del programa adecuado para cada caso, permiten obtener resultados sorprendentes aún sin modificar los parámetros de ajuste.
Por supuesto, cada situación demandará algo de retoques, pero todo será sencillo y sumamente rápido.
También utilicé el plug-in en pistas que contenían sólo la mezcla estéreo de la batería. En esos casos, la aplicación de los programas destinados a instrumentos queda descartada (salvo que alguien busque crear efectos especiales de ecualización). No obstante, el programa Room puede aportar mejoras al sonido general, especialmente en lo que respecta al espectro de frecuencias. En este caso, la perilla Snap se puede utilizar como una especie de control de ajuste sobre la cantidad de ambiente que se desea agregar a la señal original.
Para guitarras acústicas
Las guitarras acústicas no podían quedar fuera de la oferta de procesamiento.
ACG es el nombre del procesador dedicado para este instrumento. Ofrece dos tipos de programas, identificados simplemente por las denominaciones ACG1 y ACG2. Ambos presentan las mismas posibilidades de ajuste, pero en el segundo caso se aprecia una pegada más marcada, gracias a la compresión muy bien preparada.
Con respecto a los controles de tono, el plug-in ofrece tres perillas llamadas Punch, Mid y Hi que facilitan considerablemente la tarea de balancear una señal tan rica como la de una guitarra acústica, especialmente las de cuerdas metálicas.
Con respecto al procesamiento con efectos encontramos la posibilidad de agregar un ambiente delicado junto con un toque de “excitación” para lograr destacar la señal procesada.
Probé ACG tanto en pistas rítmicas ejecutadas con guitarra de cuerdas metálicas, como en líneas melódicas ejecutadas con guitarra con cuerdas de nylon obteniendo excelentes resultados en ambas situaciones. Particularmente, el programa ACG2 resultó más efectivo en la guitarra con cuerdas de nylon.
El plug-in logra todo su potencial cuando se lo aplica para procesar el sonido de las guitarras acústicas grabadas con micrófonos externos.
Si bien la aplicación del ambiente cuidado que ofrece ACG beneficiará también a guitarras grabadas empleando los micrófonos y preamplificadotes incluidos en las mismas, no creo que ese sea la mejor situación de aplicación.
Como se sabe, ese tipo de micrófonos no capturan la sensación acústica que entrega una guitarra, y sólo consigue el sonido característico que escuchamos, por ejemplo, en muchos recitales “unplugged”, como el del grupo Maná. Las diferencias resultan obvias cuando se compara el sonido de las guitarras de ese recital contra el sonido de las guitarras acústicas del concierto Unplugged de Eric Clapton, realizado varios años antes.
Cuando se tiene una producción con pistas de guitarras acústicas grabadas con micrófonos, especialmente, de condensador, ACG tiene mucho que ofrecer, manteniendo el mismo criterio aplicado en toda la colección: facilidad de operación y excelentes resultados.
Por último...
No debemos olvidar que a mejor calidad de audio de entrada, le corresponderá mejor calidad de audio de salida. Con esto pretendo decir que si alguien dispone de una pista de guitarra grabada con un instrumento de mala calidad, mal calibrado, con cuerdas oxidadas y ejecutado de manera incorrecta, no debe esperar que estos plug-ins la transformarán en la mejor pista de guitarra que haya escuchado.
Los módulos que integran esta colección poseen un potencial inmenso. Al ser aplicados sobre material bien grabado logran resultados totalmente profesionales. La clave es, la experiencia como ingeniero de audio de Tony Maserati, volcada en el diseño de estos plug-ins.
Cuando el usuario gira una perilla, detrás de esa acción se pone en marcha el trabajo de Maserati, y su conocimiento acerca del comportamiento de los instrumentos en una mezcla.
En todos los casos, es totalmente aconsejable escuchar qué tiene para ofrecer cada uno de los programas incluidos con los procesadores, ya que fueron diseñados para cubrir la mayoría de las situaciones reales. Seguramente se hallará un buen punto de partida para adaptar el sonido.
La aplicación de estos procesadores constituye un recurso muy potente ya que combinan varias etapas de procesamiento en una única ventana, de operación muy sencilla y directa.
Ahora bien, las posibilidades tienen su precio: un consumo de recursos de procesamiento un tanto alto, especialmente en el caso del procesador para guitarra eléctrica. Si estamos en medio de un proyecto cargado, no quedará más remedio que “freezar” algunas pistas. Más allá de esta mención, son muchos más los beneficios que los inconvenientes.