Usa tu sintetizador como generador de señales de prueba (tutorial con Behringer Crave)

Las amplias capacidades de generar señales que ofrece un sinte permiten usarlo en tu pequeño laboratorio de doméstico audio-electrónica como generador de señales de prueba. Aprende cómo hacerlo con este tutorial en vídeo basado en Behringer Crave.

Los que cuentan con un estudio mínimamente complejo lo saben. Antes o después hay que ponerse la gorra de técnico, salvo que quieras pagar por los servicios de uno. Nos toca ponernos en plan 'bricosónico'. Y para ello hay que desarrollar cierta habilidad para diagnosticar qué es lo que está fallando, como paso previo a arreglarlo, ya sea uno mismo o al menos saber qué equipo o qué parte del mismo tenemos que enviar a reparar.

Para esos diagnósticos es necesario a menudo introducir, en los sistemas bajo sospecha, varios tipos de señales según qué es lo que deseemos probar. Y en eso de generar muchos tipos de señal... un sintetizador es una opción atractiva.

La señal senoidal es la señal de prueba clásica, y es interesante saber generarla incluso cuando el sintetizador no la ofrece como forma de onda disponible en sus osciladores. Generando senoides de diferentes frecuencias, podemos comprobar qué tal las trata el sistema bajo estudio y tener una idea de su respuesta en frecuencia, por ejemplo. Saber si llega o no a admitir frecuencias que, por ser elevadas o extremadamente bajas, puede ser muy difícil llegar a oír con sentido crítico.

La señal tipo diente, así como la triangular, son muy útiles como señal de prueba para diagnosticar si existe distorsión en algún otro sistema, y para determinar en qué punto empieza tal distorsión. ¿Porqué? Porque es muy fácil observar cualquier deformación del pico que presentan sus extremos.

La cuadrada o los pulsos rectangulares no son, como podéis imaginar, útiles para esos diagnósticos de distorsión, al ser plana su forma de onda en los extremos altos. Pero sin embargo sí permiten visualizar muy bien si un equipo que estemos probando está deteriorando los transitorios veloces. Si la abrupta transición entre los dos niveles se desdibuja y comienza a alargarse en una transición suavizada o con rebotes... Apuntan a posibles problemas.

El ruido, típicamente blanco o rosa, es otra señal de mucha utilidad para según qué pruebas.

Está claro que los osciladores, por su capacidad de generar varias señales diferentes y en diferentes frecuencias a través de las distintas notas (más los propios controles de 'afinación' que tengan), parece un candidato bueno como generador de señal. Dependiendo del sintetizador, os ofrecerá unas u otras formas. Quedándonos en el terreno de los analógicos son clásicas las de diente de sierra, cuadrada, pulso de anchura regulable, triangular, senoidal, ruido blanco...

Como veréis en el vídeo, para obtener esas señales, normalmente deberéis anular cualquier filtrado, dejando totalmente abierto el paso de todas las frecuencias. Y por supuesto anular cualquier efecto (eco, reverb, etc.), asegurar que no se aplique 'drive' o saturación en ningún punto, etc.

Es muy útil la posibilidad de mantener sonando una nota fija sin necesidad de mantener pulsada una tecla en el sinte, algo que no es extraño encontrar en sintes monofónicos analógicos sencillos, como forma de mantenerlos sonando generando un 'drone' o fondo. Algo que en Crave se encuentra en el control 'ENV Mode' cuando se sitúa en 'On'.

En el vídeo se comenta, para cuando el oscilador no genere senoidal, la posibilidad de filtrar paso bajo para retirar en la mayor medida posible los armónicos altos y dejar que sea el fundamental el que predomine. En ese caso, como veréis en el tutorial, mucho mejor partir de la onda cuadrada, dado que al tener su energía concentrada en los armónicos impares (f y 3f, pero sin apenas energía en 2f), es más fácil realizar por filtrado paso bajo esa selección que aísle el fundamental, dado que 3f está al doble de distancia de f respecto a la que guarda 2f. Y desde luego cuanta más pendiente en el filtro mejor (en Crave son 24 dB por octava, preferibles a los 12 dB/oct que algunos modelos de filtro ofrecen).

Pero las limitaciones de esa estrategia de 'filtrar' son muy evidentes en el vídeo. Principalmente, que el filtrado afecta al nivel, y sobre todo la necesidad de reajustar la frecuencia de corte si cambiamos de frecuencia fundamental -nota-. Aunque tienen fácil solución, tal como comentamos en el punto sobre los filtros como generador de señal senoidal, un poco más adelante.

Respecto al nivel de voltaje que podemos esperar encontrar, encontraréis que la salida de línea, la salida de auriculares, y la salida directa del oscilador (en el caso de sintes híbridos con 'patch panel' al estilo de los modulares, como el que usamos en el vídeo) os ofrecerán valores diferentes. En nuestro ejemplo, la salida directa del oscilador tiene un recorrido muy amplio desde los -5 a los +5 voltios y no se vé afectada por el control de volumen general. Una señal muy grande realmente, pero cuyo nivel pico aún entraría dentro de lo tolerable en cualquier equipo audio de niveles línea (el nivel en conexiones +4dBu es de algo más de 1V pero respecto al valor medio, estando el valor pico típicamente entre 12 y 24 dB por encima). Si hiciera falta controlar el nivel, se podría usar algún atenuador si tuvierais uno a mano (algunos híbridos tiene, y en modulares son una pieza esencial). La salida de línea se queda algo por debajo cuando el volumen está a tope, y puede regularse a valores inferiores con el control de nivel. La salida de auriculares, en el caso de Crave, se quedaba más baja que la de línea en cuanto a niveles de tensión.

Los filtros de los sintetizadores tienen un control de 'resonancia' que permite en la mayor parte de ellos llegar al extremo de la 'autooscilación'. En ese caso, el filtro pasa a oscilar. Y la gracia es que oscilan con un patrón básicamente senoidal, y lo hace aunque no introduzcamos señal desde los osciladores. Cosa esta última muy conveniente para que no se mezcle la oscilación senoidal que produce el filtro con lo que produzcan los osciladores. En el vídeo veréis como lo logramos pese a que Crave por defecto no permita callar a su oscilador, gracias a las posibilidades que abre el 'patching'.

Además, mientras los osciladores suelen estar limitados al recorrido de frecuencia típico para notas musicales y no llegan mucho más allá de los 3500 o 4000 Hz de fundamental, en el filtro sí podemos variar la frecuencia de corte en todo el recorrido audio. Es normal que los filtros de los sintes puedan sintonizarse desde algo por debajo de los 20Hz hasta algo por encima de los 20000Hz.

Respecto a niveles, de nuevo, mirad qué opciones tenéis. Y en eso los híbridos y modulares suelen ganar. Por ejemplo, en Crave tenéis disponible la salida del filtro en bruto (con extremos +/-5V, sin control de nivel) o bien podéis usar la salida de línea (regulable por el control de volumen).

¿Y si quisiéramos ir a extremos ultragraves? En Crave hemos llegado hasta aprox. 17Hz en el filtro. Para ir a los infrasonidos, debajo de los 20Hz, podemos usar los LFO. Por usar de nuevo Crave como ejemplo, tiene un recorrido generoso desde ciclos de muchos segundos hasta llegar a banda audio con algo más de 300Hz como límite superior. Y como cuenta con su 'patch panel' y en él está disponible la salida del LFO, puede aprovecharse. 

Prácticamente cualquier sinte os vale como generador de señal. Incluso uno software si me apuráis. También, porqué no, un editor audio como el gratuito Audacity, con sus posibilidades de generar tonos, ruido blanco, barridos de tono, etc. Pero la comodidad de tener un generador de señal pequeño y autónomo, desvinculado del ordenador, fácilmente portable, etc. es innegable. Es por lo que hemos usado ese Behringer Crave que veis en el vídeo.

Su carácter híbrido (semi modular) lo hace muy abierto a intervenir y obtener la señal de diferentes puntos, tanto propiamente audio como de control. Pero igualmente cualquier otro parecido (MiniBrute y MicroBrute de Arturia, por ejemplo) o un pequeño modular, cumple perfectamente para estas labores.