(1) Diario de un despropósito: Declaración de intencion
A veces uno tiene oirse sus propias ideas en alto para estar completamente seguro de haberlas tenido.
Al hacerlo ya son varios los entes que han tomado parte en el proceso. Pensamiento, oido y palabra...
La idea prisionera en nuestro mundo interior pasa a cobrar vida.
Ya no es tan fácil hacer como si nunca hubiera pasado por nuestra cabeza.
Ya no es tan sencillo ignorarla.
En mi caso actual cuento con el agrabante de pretender dejar constancia de mi pequeño proyecto.
Lo que convierte esta primera página del blog en toda una declaración de principios, o más bien intenciones.
Pues bien, este es mi pequeño diario sobre mi pequeño proyecto.
A duras penas he sido capaz de componer algún tema en los años que llevo pululando por este vasto universo cibermusical.
El desconcierto que me crea el no tener un objetivo claro y tangible me desorienta y desanima.
Aparte, de nunca estar conforme con lo que uno está haciendo (arma de doble filo).
Hasta ahora he de admitir que siempre he estado nadando entre estos dos sentimientos.
Siendo francos, hay pequeños fragmentos de cosas que he hecho con los que me siento conforme, pero por desgracia eso no me es suficiente.
Y siendo sinceros, no puedo decir que "nunca pensé en llegar tan lejos", pues al igual que todos los que vagamos por este ciberespacio, siempre pensamos que llevamos dentro ideas que cristalizarán en grandes canciones.
Y llegados a este punto de franqueza, lo que me hace pensar que he avanzado en mi camino es precisamente el haber tomado contacto con mis limitaciones a la hora de pasar las ideas a obras.
La falta de técnica, la falta de conocimientos, la falta de herramientas.
Poco a poco todas esas carencias se van achicando en mayor o menor medida. La falta de ideas es la única de los problemas a la que nunca pensé me tendría que enfrentar.
A fin de cuentas, fueron ellas las que me incitaron a tomar parte por este camino.
Fue el dislumbrar la silueta de muchas de ellas en mi cabeza lo que me hizo pensar que contaba con ladrillos suficientes como para empezar a construir.
Nunca he dudado de ellas.
Pero ahora las concivo como peces en el mar. Tan cercanos y tan lejanos, apenas visibles desde la superficie.
Es esta la razón de ser de esta primera declaración.
El fijar el lugar del mar.
Acotar la zona a explorar.
Concentrar.
Una temática, una identidad, un objetivo.
Este va a ser el primer paso que voy a dar en mi pequeño proyecto.
No recuerdo haber hecho dos canciones siguiendo el mismo método. Siempre reinventando el método, por miedo a llegar al mismo sitio si parto del mismo origen.
Esta vez nada ha cambiado, tan solo que mi viaje ya no es hasta el siguiente puerto. Esta es mi primera escala, mi viaje es hasta la otra costa.
Cinco escalas más allá.
Temas electrónicos. Letras de alguien que nunca fuí, pero siempre me ha fascinado haber podido llegar a ser. Historias sin importarme que nunca pasaron, solo historias que pudieron haber sido. Sentimientos que tuve y sentimientos que inventé. Respuestas que siempre supe, y las que nunca di.
Cinco pueden ser suficientes.
O tal vez después de cinco siga pensando que no he llegado aún.
¿Quíen sabe?. Hoy nadie, dentro de un tiempo quizás...
No está mal como compromiso para empezar.
Pero como siempre que uno puede permitírselo, hace alguna pequeña trampa. No iba a ser todo honestidad.
EL viaje ya lo he comenzado, el primer ladrillo ya está puesto y eso sí, sin mucho éxito. Pero a fin de cuentas, ¿Quien sabe como va a ser una casa cuando solo se han puesto los cimientos?.
La historia ha de continuar.
No puedo parar ahora. Y no debo evaluarme ahora. No antes de haber acabado. No antes de tener mis cinco temas. Todos ellos terminados y revisados al final.
Esta vez este es mi viaje.
Siempre buscando un lugar donde encajar, el sitio donde sentirme valorado. Por encima incluso de miconcepto de mi mismo. Me esfuerzo por no basar mi viaje en golpes de viento, en ánimos o reconocimientos, pero es inutil negar que aunque no llevara a ningún sitio, la sensación de navegar con viento en popa puede ser más que suficiente para cualquiera que se haya hecho alguna vez a la mar.
Vientos caprichosos.
No te dejes engañar por sus cánticos le dijeron a Ulises.
Temo que por desgracia, los cánticos de sirena no serán obstáculo en mi camino. O por lo menos hasta ahora no lo han sido.
Bueno, para el primer día ya es bastante. ¿No?.