ANOTACIONES MONSTER 01
Subir peldaños en la calidad no puede decirse que tenga nada de malo. Y conseguir la perfección no es que esté mal en sí mismo. El verdadero artista que hace obras excepcionales, y que técnicamente roza la perfección aprovechará este impulso.
Pero hay un peligro.
Juzgar por ello y devaluar obras por carecer de esta perfección.
En muchas ocasiones, la perfección se ha convertido en una parte muy importante del fin último de la canción. En estos casos, la perfección sólo sirve para satisfacer a los que nos van a juzgar por ella. Hacemos música, que juzguen más la música entonces, y no tanto nuestras habilidades en otras facetas que, al fin y al cabo, son laterales y podría hacerlas cualquier otro: la de arreglista, la de productor musical.
En realidad, lo sabemos.
Por eso nos apasionan los conciertos en directo, los discos en directo. Aunque cada vez son más perfectos y han perdido cierta gracia.
Tanta perfección, tanta perfección..., luego viene Iggy Pop con I Don't Wanna Be Your Dog y te rompe los esquemas.
Me está alegrando ver que algunos han hecho, o rescatado, obras para el huevo que me fascinan.
Espero que estos artistas y algunos otros se sientan orgullosos de estas obras que han colgado aquí y se sienten a pensar qué es lo que quieren.
Que se alegren de ver esas obras que no sacaban, quizás en parte, por los jueces de la perfección.
Que piensen que tienen otra más, o pueden componerla, que lo hagan con alegría.
Que disfruten.
Yo lo esoy haciendo.
Ese huevo, sin boca, sin brazos, sin ojos, sin piernas, que depende de un baño químico nocturno está poniendo todo su empeño en ello. Yo no tendría esa paciencia.
Me gusta estar con el huevo. Paso muchas noches con él, aunque ni se da cuenta. Verlo en su cubículo, con su baño químico, me relaja.
Es entonces, cuando todos están dormidos, cuando me pongo a escribir. Tenerlos ahí me tranquiliza. El Químico duerme plácidamente en una cama en el suelo, el huevo está en su baño. Ahora ha venido el hijo de Noosfera. Creo que le voy a poner nombre, Si no lo hago, le seguiremos llamando el hijo toda la vida. Al huevo no le importan los nombres, El Químico no es muy hablador.
Espero que venga Orange a dame un poco de charla, mientras llega el viernes.
Veo a Juan Esteve, con el que tengo que tener mucho cuidado.
John me cuenta cosas, muchas cosas...
Dejo de escribir, charlo con ellos.
Ya habrá tiempo.
¿Para qué otra cosa he venido aquí?
Ese pedigüeño, mañana saldrá otra vez a sugerir cesiones con su carita de huevo, mientras El Químico se pone a hacer quién sabe qué en su rincón y prepara el baño químico de la siguiente noche.
Pido respeto, por favor.
Este blog está dentro de mi página. Es cierto que está abierto y cualquiera puede opinar. Pero está abierto como una casa abre las ventanas para que entre el fresco. No quiere decir que podamos meter el cuello e insultar por ella. Es posible hacerlo, como en el blog, pero estaría igual de mal.
Al menos, en mi opinión.
Love
Monster