Buchla Music Easel

Pocos sintetizadores tan raros y tan eróticos —si, como es probable, te gustan tanto los sintes que algunos de ellos te proporcionan sensaciones casi sexuales— como este Buchla Music Easel. Lo explica Charles Cohen.

«He tocado el Buchla Music Easel desde 1976 (...) La distribución del panel es musicalmente lógica, y la forma de crear los patches es casi escultural. De solo un vistazo entiendes el estado completo del instrumento. El teclado activado por capacidades y sensible a la pulsación responde suavemente y a la velocidad de la luz al más leve contacto de los dedos, y sus distintas salidas con voltajes de control pueden redirigirse hacia otros parámetros sonoros y estructurales de forma muy rápida. El potencial de dejar fluir formas básicas de sonido electrónico está literalmente bajo tus dedos. Cuando lo toco simplemente soy feliz.»

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