Los comienzos nunca fueron fáciles

cassete

Desde bastante joven me llamó la atención el tema de la grabación. Y como se que a algunos os va a extrañar, y otros estarán totalmente familiarizados, nos remontamos a la época de principios de los 90, cuando los CD’s aún eran artículos de lujo (para mí inalcanzables), el ordenador asunto de privilegiados (no tuve esa suerte hasta la mayoría de edad), el Windows estaba en su versión 3.11 y saliendo del horno el Windows 95 y los secuenciadores ni lo sé, porque esa palabra no existía en mi vocabulario. Por supuesto de Internet ya ni hablamos, porque sin ordenador, difícil, y aunque lo hubiera tenido, hasta que Internet empezó a llenarse de contenido decente pasó tiempo, así que la única información que se podía sacar era del boca a boca.

Mi primer acercamiento (no pondré la edad porque seguro que cambiáis el concepto sobre mí a peor), fue cuando me di cuenta un día de que al conectar unos cascos de tipo botón en la clavija jack de micrófono de un equipo de música, los cascos funcionaban como un micrófono. No logro recordar cómo fui capaz de llegar a esos pasos, propios de una de las aventuras del Monkey Island., pero aquello me abrió un mundo de posibilidades como el hecho de grabar coros en los temas de mis grupos preferidos. El sistema era bien fácil: un micrófono “tipo casco”, un cassette del grupo original y un cassette limpio donde al darle al REC grabaría el grupo original con mi voz haciendo coros en el nuevo cassette. Os podeis imaginar, relación calidad-precio increíble. Con este estudio portátil estuve algún tiempo, aunque sus posibilidades eran bastante limitadas.

Con la llegada del ordenador…llegó mi primer home-estudio digital, el “grabador de Windows”, programita que hacía de todo: Grabar, duplicar la velocidad de reproducción, reducirla y hasta invertir la onda para grabar mensajes satánicos J, vamos, el futuro venía a todo tren!

Mucho más tarde, decidí comprarme una tarjeta profesional para hacer mis primeros pinitos, una EMU 0404 PCI, tarjetón donde los haya relación calidad / Precio. Esto ya tiene buena pinta, pero aún me quedaba mucho mundo por descubrir y lié alguna de las mías.

Yo tenía un micro Shure SM-58, el de toda la vida y me dispuse a grabar mis cosilla con mi nueva tarjeta, pero la señal que entraba al ordenador era pequeñísima y llena de ruido (¿tendría que volver a mi viejo “micro-cascos-de-boton”?no. Preguntando me comentaron algo que me descuadró sobre un “previo”, otra palabra más para el diccionario y un día que ya había aprendido algo nuevo.

Pues si, amplificar la señal de un micro profesional para después meterla con buen volumen a la tarjeta, hasta ahí fácil, pero mi ingenio (adquirido en la F.P. de electrónica al igual que hiciera el compañero de Torrente), me hizo recordar que tenía un previo y no me había dado cuenta: mi equipo de voces, un Yamaha EMX 660, ahora sí!. Así que ni corto ni perezoso, me llevé la mesa auto amplificada y los dos bafles de 300 W ¡y los metí en mi habitación! (me comentaron que si se encendía la mesa en vacío, sin bafles, se podría estropear), así que conecté mi micro al equipo de voces, bajé el volumen general del equipo y saqué un cable hasta una de las entradas de la tarjeta de sonido y….Oh my God! que sonidazo!!!!! Entraba en una nueva era….

Con ese mini previo aguanté hasta que un día, por no sé que casualidad, me enteré de que había mesitas de mezclas que tenían previos y que eran capaces de hacer lo mismo que mi gran (literalmente) previo, ¿sería esto verdad?, lo era, vaya que si lo era…

Así que cogí un billete de autobús y me fui a la capital dispuesto a hacer una gran inversión, y me compré una mesita de mezclas Behringer FX1202 y liberé 1/3 del espacio de mi habitación. Ahora tenía una pedazo de habitación enorme, podía incluso abrir la puerta entera y un estudio “semi-amateur” en forma de “mesita de mezclas” con la que hacía maravillas.

Hasta aquí lo más anecdótico de mis comienzos. Después de esto ya espabilé bastante (que no era muy dificil), y fui comprando artilugios con un poco más de cabeza, cambié el micrófono de estudio, la tarjeta, etc., etc. pero eso ya es otra historia.

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