Creencias que no funcionan para rendir en mi profesión
Una creencia es algo que uno cree. Los psicólogos las definimos como juicios de verdad. Si yo digo: “Pienso en mi madre”, eso no es una creencia, es solamente un pensamiento. No emito ningún juicio, no haga ninguna interpretación de la realidad. Ahora bien, si digo: “Mi madre es la mejor madre del mundo”, entonces sí que formulo una creencia. Al proclamar que, de entre todas las madres que existen, la mía es la mejor del mundo, estoy emitiendo un juicio de valor. Es más, esta valoración subjetiva que yo hago, la doy como verdadera, estoy convencido de su veracidad.
Opinaréis que mi creencia es errónea, puesto que cada uno de vosotros consideráis que la mejor madre del mundo es la vuestra. Es más, puede que tengáis razón y yo esté realmente equivocado (aunque lo dudo). Muchas de las creencias en las que basamos nuestro comportamiento son, en términos psicológicos, irracionales. Es decir, no existe ningún conocimiento científico que las valide y en la historia de la persona que sostiene aquella creencia no se ha producido ningún hecho que las justifique. Pero a pesar de que aquella opinión no puede demostrarse, la persona daría la vida por ella.
Este tipo de creencias tienen su origen, más que en un razonamiento lógico, en una fuerte experiencia emocional o en la educación que ha recibido la persona. Esto es así porqué yo le he vivido así o esto es así porqué a mí me lo han enseñado así, sin necesidad de más justificaciones.
Tener creencias irracionales suele acarrear problemas de adaptación a la realidad. No tanto porqué la realidad siempre es racional, sino porqué estas creencias suelen ser tremendamente rígidas y muy poco flexibles. En la realidad nada es blanco o negro, la realidad está llena de matices de gris.
¿Cómo descubrir una creencia irracional? De entrada, ya os hemos dado tres pistas: no se basan en el conocimiento científico, tampoco existen hechos que las justifiquen y son muy inflexibles. Todas aquellas creencias que empiecen por alguna de las siguientes palabras, probablemente sean irracionales: siempre, nunca, ninguna y todas.
Nos gustaría que entre todos (músicos y técnicos), construyéramos un listado de creencias irracionales que no ayudan a rendir mejor. Nosotros iremos resumiendo, integrando y dando forma a vuestras aportaciones. Sería muy útil disponer de un breve listado final. Así podríamos identificar rápidamente las creencias que deberíamos cambiar tanto si somos músicos como si somos técnicos de sonido.
Ponemos algunas creencias que pueden tener tanto músicos como técnicos:
Creencias irracionales del músico:
-Cuando salgo al escenario tengo que demostrar siempre lo bueno que soy en directo. No puedo cometer ni un pequeño error, cada vez tengo que hacerlo mejor que nunca.
-Si la prueba de sonido no va bien (cometo algún error o no consigo el sonido que busco encima del escenario), el concierto probablemente salga mal.
Creencias irracionales del técnico de sonido:
-Cuando viene un grupo al estudio, siempre tengo que darle mi pincelada a la mezcla. Tengo que ser siempre creativo y aportar algo al grupo que mejore el sonido o la idea que ellos traen. Sino es así, mi trabajo lo valorarán como mediocre.
-Cuando viene al estudio un grupo novel me arriesgo a probar con ellos formas de grabación y mezcla novedosos para buscar originalidad en el resultado final. En cambio, cuando viene un grupo de prestigio no me arriesgo en nada por si meto la pata y aparentar que no soy lo suficientemente bueno para ellos.
Os animamos a seguir añadiendo creencias a esta lista para debatir entre todos si son o no irracionales.
Psicoescénico