Cuestión de espacios (I)

Cuestión de espacios

En muchas de las producciones musicales modernas solemos escuchar mucho espacio y densidad. Somos capaces de percibir instrumentos que están en distintos planos e incluso podemos ubicarlos en un lugar concreto de nuestros monitores; o sea, que podemos visualizar una imagen estéreo 3D. ¿Cómo podemos situar los instrumentos en este plano tridimensional? ¿Cómo podemos conseguir una buena separación de los instrumentos en el plano 3D y cuales son las herramientas necesarias para lograr este efecto?

Podríamos decir que en la imagen 3D distinguimos la amplitud y la profundidad, o sea la anchura de la imagen estéreo sumada a la profundidad creada. Estos son los factores a tener en cuenta para crear esa anchura, densidad y profundidad tan deseadas en nuestras mezclas.

Si cerramos los ojos mientras escuchamos, distinguimos la amplitud y profundidad creadas por la colocación de los instrumentos en la mezcla. La amplitud es el efecto de anchura y dimensión, la sensación de grandeza y tamaño de la imagen estéreo. La profundidad es la capacidad de poder mover los instrumentos de delante a atrás utilizando cualquiera de las herramientas que tenemos para crear espacio, la capacidad de poder colocar los instrumentos en primer plano o situarlos en el fondo de nuestra mezcla.

Por otro lado, determinados rangos de frecuencias son muy importantes para definir esa sensación de amplitud y profundidad; las frecuencias medio-graves definen mucho el tamaño de un instrumento. Si recortamos ganancia en este punto tan crítico, lo mas seguro es que disminuya la sensación de tamaño y densidad.

La mejor forma de conseguir esa sensación de tres dimensiones es a partir de una buena toma microfónica de las salas donde estamos grabando, capturando las primeras reflexiones y los sonidos de sala. Es en la etapa de la captura del sonido donde mejor podemos recrear este efecto de imagen 3D. En la etapa de mezcla podemos imitar con reverb u otros efectos de simulación de espacios, pero nada funciona mejor ni es tan real como capturar la dimensión del sonido en primer lugar con una buena técnica microfónica mono o estéreo.

Con delays y reverbs sumados a otros efectos de modulación podemos recrear esa sensación de "sala" que tan habituados están nuestros oídos a percibir en muchas de las producciones que solemos escuchar.

Roland Space Echo

El delay es igual a distancia; es una réplica de la señal original repetida en el tiempo y con posibilidad de alterar sus repeticiones, modularlas y ecualizarlas. Sin embargo, un micrófono captura la misma fuente pero sumando la incoherencia de las reflexiones de la sala. Por lo tanto, cuando duplicamos la señal con un delay digital creamos copias exactas del original, y nunca se creará la misma sensación.

La fase es una gran herramienta para la creación de espacios y apertura de la imagen estéreo; alterando la fase de pistas duplicadas podemos crear falsos estéreos mucho mas amplios de lo normal y engrandecer la sensación de amplitud en nuestra mezcla.

Reverb y delays en las mezclas

El primer objetivo de los efectos de simulación de espacios es unir instrumentos que no tienen una conexión inherente, proporcionando unas características acústicas similares, para que nuestra mezcla tenga una mayor coherencia entre los instrumentos. Por otro lado, podemos usar la reverb y delays de modo creativo para conseguir efectos especiales o simplemente alterar la sonoridad timbrica y espacial.

Reverb Lexicon

Cuando usamos reverb para dar coherencia a todos los instrumentos que estamos tratando, es habitual no resaltar las frecuencias más extremas. Si modificamos demasiado las bajas frecuencias puede ser que nuestra mezcla tenga unos graves menos definidos, así como perder energía y punch. Si resaltamos mucho las frecuencias agudas, las reverb va a ser más audible y va a estar más presente.

Para crear efectos muy realistas podemos automatizar la reverb. Si lo hacemos manualmente, conseguiremos un movimiento más real de los espacios. También podemos automatizar L y R por separado, consiguiendo así una sensación más real de las reflexiones producidas por la habitación recreada.

Podemos jugar con diferentes predelays, enviando la reverb al lado contrario de donde está situado nuestro instrumento -para crear falsas imágenes estéreo-, así como enviar ese predelay a través de un chorus, pitchshifter o cualquier otro efecto de modulación, para crear diferentes ambientes y separar más unas pistas de otras en el espacio.

A la hora de enfrentarnos a la colocación de los instrumentos solistas en nuestra mezcla, tenemos que decidir si necesitamos que tengan reverb, delay o que estén completamente secas. Muchas veces vamos a lograr que empasten mejor si usamos delays o reverbs muy cortas, aunque esto depende radicalmente del estilo que estemos mezclando.

En mi caso, muchas veces utilizo hasta tres reverbs para conseguir el ambiente deseado, y otras simplemente con un "echo" corto y oscuro consigo situar al instrumento solista en el lugar que me pide la canción. Pero muchas veces, cuando he grabado en una buena sala, me sobra todo y dejo el instrumento seco. Hoy en día están muy de moda las voces prácticamente secas, tipo Norah Jones, que suenan muy dulces y tienen muchísima presencia.

Una buena reverb puede suavizar las pistas de voz de una forma más natural que que un ecualizador o un compresor. Cada reverb tiene su propio carácter, que podemos aprovechar para realzar o minimizar los instrumentos que estemos procesando. Si tenemos una voz con mucha información en frecuencias agudas y que suene muy crispada, que nos resulta muy compleja de ecualizar, podemos suavizarla con una reverb mas cálida, y así conseguiremos un mejor balance. Lo mismo cuando estamos tratando instrumentos de percusión: podemos conseguir más agresividad usando la reverb adecuada, o por el contrario, podemos difuminarlos más y que sean menos protagonistas.

Si queremos crear diferentes planos con las reverbs, es muy común jugar con el predelay. De esta forma, hacemos que los instrumentos tengan distinto protagonismo dentro de nuestra imagen 3D. Si ajustamos el predelay al minimo, podemos situar el instrumento procesado justo en el fondo, creando así una sensación de mucha profundidad. Si ajustamos predelays más cortos, vamos a ir acercándonos al primer plano, y a medida que vayamos subiendo el predelay, las pistas procesadas van a ir cobrando mayor protagonismo y teniendo más presencia.

Habitualmente, tengo a mano varias unidades de delay con distintos settings. Por ejemplo: 1/16, 1/8, 1/4, o con medidas de tresillo (1/8T, 1/4T, etc.), y pruebo con muchos de los instrumentos principales. Por ejemplo: la caja, guitarras, instrumentos solistas, etc. La mayoría de las veces los delays no tienen que ser oídos, simplemente hay que sentir la sensación de espacio y profundidad que crean. En la cajas muy agresivas, para "sentarlas" mejor con los demás instrumentos, es muy típico ponerle un delay corto, muy filtrado, con un LPF en 2000 o 3000 Hz. Así conseguiremos que siga impactando, pero funcionará mejor con las demás pistas.

Los delays muy cortos, de apenas unas decenas de milisegundos (15-30) sirven para colocar instrumentos "dentro" de la mezcla, simplemente separarlos la distancia que necesitemos para que se sitúen en un plano distinto. De esta forma podemos ir creando varias capas y ampliando la profundidad.

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