Debo tomar una decisión
Y aunque sé que no es fácil, por otra parte me atormenta la certeza de que otros más débiles lo han conseguido.
Quizás no sea del todo ético considerar a mis supuestos semejantes menos fuertes que yo, pero he de ser realista. De hecho, iré más lejos en mi apreciación, no sólo son más débiles, sino que su aparente fortaleza para afrontar el mismo reto no es sino el no ser conscientes de lo que hacían, no oír más allá del ruido o no ser capaces de mirar a través del vaho en el espejo, siempre es más fácil obviar la realidad si esta es incómoda.
Mi condición de dueño de mí mismo me obliga a ser cruel en ocasiones, benévolo en otras muchas para evitar la ira del contrario y rápido en mis decisiones mundanas para poder dejar atrás compañías no deseadas, pero para poder seguir viviendo sin traicionar a mi conciencia necesito reposar y tomar definitivamente y con calma esta última y decisiva determinación.
¿Qué pongo mañana para comer?