La FAC responde a Lily Allen

Con su ya famosa entrada en su blog en MySpace, Lily Allen ha conseguido una relevancia mucho mayor que la que hubo sido capaz de conseguir antes como chica bonita o buena artista, que no dudamos que es ambas cosas. Las reacciones a los comentarios de Allen están dando lugar a un interesantísimo debate en la red sobre el copyright y el impacto de las nuevas tecnologías de intercambio de fichero en las posibilidades de los nuevos artistas de medrar en un negocio en el que, en realidad, hace décadas que sólo los elegidos llegan a ser alguien.

Andre Paine

Después de que la artista pop Lily Allen apuntara hacia las «realmente ricas y existosas estrellas del rock» que cuestionaron las propuestas al gobierno para controlar las descargas ilegales, la Featured Artists Coalition ha respondido a sus comentarios.

La entrada en su blog del 15 de septiembre atrajo considerable atención de los medios, al apuntar a la colección de Ferraris de Nick Mason de Pink Floyd, y sugerir que el intercambio de ficheros es un ataque a los nuevos artistas. Allen afirma que las estrellas establecidas no sufren como los que están intentando hacerse un lugar en la industria musica.

El gobierno británico ha propuesto medidas técnicas para incomodar a los usuarios del P2P y ha retomado la idea de suspender el acceso a Internet como sanción última contra quien comparte ficheros. Las propuestas finales se sabrán en otoño tras las correspondientes consultas.

La FAC sin embargo ha dejado claro que los comentarios hechos por sus miembros incluyendo a Mason, a Ed O'Brien de Radiohead y al batería de Blur Dave Rowntree son de hecho una respuesta a las propuestas del gobierno y no una defensa del intercambio de ficheros. Estos comentarios que confirman la posición de la FAC en el tema dejan claro a Allen que no hay condonación del intercambio de ficheros por ninguna parte.

«Las declaraciones hechas por miembros de la FAC oponiéndose a la idea de suspender el acceso a Internet a los usuarios de P2P han sido considerados un perdón al intercambio ilegal de ficheros» afirman. «Este no es el caso y nunca lo ha sido. Queremos dejar claro a todos que creemos que el trabajo creativo de los artistas debe ser pagado por los que lo disfrutan y que allí donde nuestra música se use, nos deben pagar royalties.»

«Sin embargo, nos cuestionamos la sabiduría de intentar tratar este problema suspendiendo el acceso a Internet de los fans de nuestra música. No nos referimos a los sitios que consiguen beneficio comercial del intercambio de ficheros: Ganar dinero regalando nuestra música. Queremos que la industria y el gobierno caiga sobre esos ladrones con todo el peso de la ley.

La FAC apunta a que el intercambio de ficheros no deja de ser una forma de descubrir nueva música y que un programa de suspensiones elimina una herramienta promocional fundamental para los artistas. También expresa sus sospechas de que una legislación tal es una «invasión a gran escala de la intimidad personal».

La declaración añade: «Proponemos que al común del que descarga música sea tratado como alguien que prueba nuestro material antes de comprarlo. Para aquellos de nosotros que no puede permitirse sonar en la radio o ser mencionado en los medios —ya sean artistas establecidos o emergentes— el boca a boca es una forma importante de promocionarse».

«La industria reconoce el valor de esta forma gratuita de promoción y ve las descargas gratuitas como una herramienta de marketing. Demandando la posibilidad de suspensiones por parte del gobierno, la industria cae en el peligro de perder una herramienta promocional muy útil para nuevos artistas que intentan crear comentarios a su alrededor y no tienen el soporte de una gran discográfica para hacerlo.»

La FAC añade que hay una «falta de una investigación precisa e independiente sobre el intercambio de ficheros y reclamamos del gobierno y del regulador de las telecomunicaciones dicha investigación objetiva, del valor real y los detrimentos sobre la promoción que surge del intercambio de ficheros».

Las discográficas y sus representantes parecen estar a favor der este tipo de medidas, pero la FAC declara que la comunidad de artistas a la que representa no quiere seguir ese camino.

«Hemos negociado de buena fe con las discográficas, pero siguen fascinadas con la idea de suspender accesos a Internet» dice la declaración. «Seguimos creyendo que las amenazas a los aficionados a la música no son una forma efectiva de resolver los problemas derivados del intercambio de ficheros. Así que mientras que colaboramos fielmente a todos los niveles de nuestro negocio, respecto a este tema hemos acordado no estar de acuerdo. Nos gustaría continuar discutiendo el asunto con las discográficas según se vaya viendo todo y esperamos participar con ellos en una negociación para implementar cualquier eventual legislación sobre este tema y otros de importancia similar para nuestra industria».

El blog en MySpace de Allen ha tenido una gran respuesta en comentarios y cobertura de los medios, y otros músicos se han unido a sus puntos de vista, incluyendo a James Blunt, quien escribió recientemente una carta a London Times declarando que esta legislación «es crítica para la supervivencia del negocio musical británico».

«Creo que la piratería musical está teniendo un efecto terrible en la música británica, pero algunos artistas realmente ricos y exitosos como Nick Mason de Pink Floyd o Ed O'Brien de Radiohead no parecen pensar lo mismo» escribe Allen. «Probablemente les va bien. Contratan grandes conciertos y tienen las mejores colecciones de Ferraris del mundo. Para los nuevos talentos, sin embrgo, el intercambio de ficheros es un desastre que les hace cada vez más difícil emerger».

Visto en Billboard.biz. Foto de por Benoît Derrier.

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