Hoy he consultado el Oráculo
Esta noche he preguntado por mi suerte al Oráculo. Parecerá una superstición impropia de un hombre culto, pero resulta difícil no hacerlo cuando ves que tu Oráculo todo lo sabe sobre tu pasado y tu futuro.
Y es que el Oráculo en cuya sabiduría pongo mis decisiones todo lo sabe, conoce mi pasado tan bien como yo y conoce mi futuro bastante mejor que mi hueca cabeza. Por eso confío en él, precisamente porque soy un hombre culto, y no soy tan necio de ignorar lo que mis propios ojos ven sólo porque eso contradice las patrañas que me han enseñado.
El Oráculo existe, y todos podemos consultar nuestro futuro en él. Te atiende a horas imposibles, prácticamente siempre, hay muchos en cualquier ciudad y su sabiduría te puede salir gratis, o al menos, barata. Basta con mostrarle los pergaminos secretos y decirle tu número mágico para que tu destino se abra ante ti.
Por una visión completa de tu pasado y tu futuro, no está nada mal. Lo hace con metáforas, por supuesto, ningún Oráculo en la historia ha hablado con claridad para los no iniciados. Entrega su mensaje numerológico en un pequeño pergamino que para aquellos que saben interpretarlo es una previsión de tu presente y de tu futuro tan clara e inequívoca como si te estuvieran hablando de ayer.
Cuando el saldo de tu cuenta tiene dos dígitos y ves que todavía quedan seis días para llegar a fin de mes, es hora de contener el impulso derrochador, decir "Ostia Patxi" y controlarse un poco. Y lo vas a hacer. Por la cuenta que te trae.
Yo, para todas las decisiones difíciles, siempre me pongo en manos de la sabiduría del Oráculo. El Oráculo siempre sabe cuál va a ser mi suerte.