Ludiguer - al loro - puese
Puese
Ayer, igual que hago muchos días, cogí el ordenador para mandar un mensaje, cuando al poco de tenerlo en marcha, mi loro tiró la cáscara de una pipa que se estaba comiendo y me preguntó, “¿qué vas a hacer?”, “escribir un email”, le contesté. Entonces él se acercó a los barrotes de la jaula y me dijo, “¿te diste cuenta de una cosa que te pasó el otro día mientras escribías uno?”, “hombre, me di cuenta de muchas cosas mientras lo escribía”, le respondí, “pero si pudieras matizar”, “es algo que te pasó el otro día, y también te ha pasado hoy”, me insistió, “de verdad que ahora no caigo”, le reiteré, “así que dímelo pronto antes de que se me vaya de la cabeza lo que quería decir”, así que mi plumoso amigo me comentó, “pues lo que te pasó es que quisiste escribir ‘puse’, se te fue el dedo y escribirte ‘puese’”, le miré mientras pulsaba dos veces el botón izquierdo del ratón y le pregunté, “¿y qué?”, así que mi ave favorita me dijo con tono misterioso, “haz el favor, escribe un email y vuelve a escribir puese, y trata de enviarlo. ¿Qué pasa?”, como de costumbre, caí en el error de hacerle caso y seguí sus instrucciones, así que a su pregunta le respondí al momento, “pues lo que tenía que pasar. Que el diccionario me lo da como erróneo”, él se acercó un poco más a los barrotes y me dijo, “exactamente, igual que hizo aquel día, pero tú sin darte cuenta le dijiste que omitiera la palabra, pero no la omitas ahora y dime, ¿qué opciones te da para sustituirlo”, miré a la pantalla y le conteste, “pues las opciones que me da son, upese, pese, puesse, pusse, pudese, pujese, pulese, pusese, puyese, pufse y pumse”, entonces me miró con cara burlona y me dijo, “¡qué gran ayuda!, entonces, ¿por cual de las opciones que te da lo vas a sustituir?”, “pues en realidad por ninguna”, le confirme asombrado, y continué diciéndole, “además, salvo ‘pese’ el resto de palabras no sé lo que significan”, “bueno”, me contestó, “pues ten imaginación. Vamos, copia las palabras en un tratamiento de texto y que él te dé opciones y sinónimos y así verás como te orienta.”, y tropezando en la misma piedra tantas veces como me la pusieran delante, nuevamente le estaba haciendo caso a mi loro, “a ver”, le dije, “de upese con el botón derecho del ratón me da como opciones úpese, upes, upase, uñese y pese, y con mayúsculas y F7 me dice que si lo quiero reemplazar por el sinónimo ‘uranismo’, el cual si le digo que sí me marca en rojo y me dice que si lo quiero sustituir por ‘urbanismo’”, al oír esto, mi mascota se acercó a su recipiente de pipas, mondó una, se giró hacia mi y me dijo, “¡perfecto!. ¿cuál era la frase original?”, “pues si no recuerdo mal”, traté de hacer memoria y le dije, “estaba contándole algo de un partido de fútbol que fui a ver así que sería algo así como que cogí la bandera y me puse de pié agitándola con una mano y luego con las dos para poder moverla con más energía“, así que me miró y me dijo, “pues ahora se ha convertido en me urbanismo de pié agitándola con una mano y luego con las dos para poder moverla con más energía, ¿no?”, le miré y le dije, “hombre…, si utilizamos la primera opción que nos da y luego seguimos las instrucciones sí, pero parece que pierde un poco su significado original”, “¿tú crees?”, me preguntó irónicamente, “bueno, pues si la primera opción no era la correcta coge otra de la lista”, entonces viendo de nuevo la lista le dije, “‘pese’ no, porque ya sé que no es la que busco… eh…”, “venga”, me insistió mi impaciente mascota, “una cualquiera, o una que te llame la atención”, así que mirando la lista le dije, “‘puesse’ y ‘pusse’ tienen demasiadas eses para mi gusto, así que voy a probar con la siguiente que es ‘pudese’”, “buena elección”, me comentó mi alado amigo, “pero sigue estando subrayada en rojo, así que a ver qué pasa con el botón derecho”, y colocándome sobre la palabra en cuestión pulsé el botón derecho y en la ventana me aparecía cuatro opciones, “ninguna me sirve”, informé a mi loro, a lo que él me respondió, “bueno, pues mayúsculas y F7”, así que pulsé ambas teclas y apareció otra ventana en mi ordenador, así que le informé del mensaje, “dice que no encuentra el término pudese, pero que si quiero lo reemplaza por el sinónimo pudibundez, el cual y pese a que me lo subraya en rojo, me da sinónimos suyos”, “y me pudibundez de pié agitándola con una mano y luego con las dos para poder moverla con más energía”, dijo mi loro, “ahora sí que vamos por el buen camino, ¿o no?”, “pues no”, le respondí, “seguimos sin llegar a donde queríamos ir”, entonces mi multicolor acompañante me miró con cara de resignación, o al menos con toda la cara de resignación que puede poner un loro y me dijo, “pues vayamos a por la siguiente”, “¿pujese?”, le pregunté, “pues pujese”, me respondió, “muy bien”, dije yo pulsando las teclas de mi ordenador, “pues ahora con el botón derecho del ratón me da como opciones ‘pújese, pujase, pujes, pajes’ y ..., no, la última no te la leo pues no lo entenderías.”, “¿y por qué no la entendería?”, me preguntó lleno de curiosidad, “porque no. Y no me hagas leerla que te conozco”, y ahora sí que todo él era curiosidad así que me dijo, “dímela porque hasta que no me la digas no voy a parar, así que cuanto antes la digas antes seguimos con otra cosa”, total que viendo que estaba abocado a decírsela, le advertí antes, “vale, te la digo, pero no sustituyas en la famosa frase ‘puese’ pues ella, ¿vale?”, me miró y me dijo, “vale. Pero dila ya”, miré a mi ordenador y sin levantar mi mirada hacia sus ojos le dije entre dientes, “‘pajees’, pero insisto, no repitas la frase” , al oírme se giró dándome la espalda supongo que para hacer lo que en un humano sería mondarse de risa, y cuando pasado más de un minuto pudo recobrar la formalidad se giró y como si nada hubiera pasado me dijo, “¿y la siguiente palabra?”, y añadió en tono irónico, “porque las anteriores no nos han solucionado nada, ¿verdad?”, “no, no han arreglado nada, más bien lo han estropeado, así que no voy a estar aquí todo el día mirando frases y palabras”, le conteste un tanto abochornado a lo que él me respondió, “pues piensa que quien recibiera tu mensaje aun tenía un contexto y más o menos por él tu lector hubiera sabido lo que querías decir. Ahora imagina que escribes un texto y lo llamas PUESE, y tu lector empieza a hacer todo el proceso que tú has hecho, pero sin descartar nada, pues no tiene ninguna referencia, ¿qué crees que haría?”, entonces yo le miré fijamente y le dije, “pues no sé lo que haría él, pero ¿sabes qué es lo que voy a hacer yo para evitar esto?”, y ante esta pregunta mía se acercó con pasos torpes hacia los barrotes de su jaula y me preguntó con interés, “no, ¿qué harías?”, y apagando el ordenador le dije, “pues no volver a escribir un mensaje a menos de 100 metros de donde haya un loro plasta”, deje el ordenador cerrándose y me fui a buscar al resto de la familia.