NAMM Show y Los Angeles Lakers
[ Viene de Llegada a Los Angeles y primer día en el NAMM Show ] Viernes 15 de enero por la mañana. Ya se va notando el cansancio. Hoy el rato en el NAMM va a ser más corto porque hay que salir con tiempo para llegar al partido de los Lakers, así que quedamos en recogernos a eso de las 16:30. A ver qué me encuentro hoy.
Para empezar bien el día, me voy por la zona de Ernie Ball (parece que cada año se disfrazan de algo distinto, y este iban de astronautas), y ahí descubro que me encantan sus guitarras y sus bajos. La verdad es que se lo tenían montado bastante bien, ya que uno podía coger la guitarra o el bajo que quisiera y enchufarlo a un simulador de amplis para oírlo por unos auriculares. Deberían aprender otras marcas como Ibanez, que muchas guitarras expuestas, pero pocos medios para catarlas.
Por cierto, estando por ahí tocando vi que se formaba una buena cola, así que me acerqué al principio, y ahí estaba Steve Morse firmando autógrafos. La verdad es que parecía un tío bastante majete (ver foto que encabeza este post).
En vista de que cada vez iba habiendo más gente, y como aún no había bajado a la planta -1, me pasé por allí para ver si había algo interesante, pero al cabo de un rato me volví. En esa planta ubican a los negocios más modestos, y la verdad es que se nota que muchos están bastante desesperados por hacer clientela, hasta el punto de que si te parabas un momento a mirar algo en algún stand, te salía el fulano de turno a contarte las excelencias de su marca. Parecía la planta de caballeros de El Corte Inglés. Qué agobio. Con las mismas, terminé de echar un vistazo rápido y me volví a la planta 0 (la principal).
Ya de vuelta por la planta 0, encontré una marca de percusión que te cagas (ver foto abajo). Ya sé que es un chiste fácil y muy malo, pero me hacía gracia, jejeje:
Tonterías aparte, ahí me saco cuerdas, camisetas y púas por la patilla, pruebo algunos aparatos que no me acaban de impresionar, paseo un poco, le meto mano a la Moog Guitar (no le hice fotos, gran fallo), veo más actuaciones en directo...
Y cuando menos me lo espero, me encuentro con que Mikael Akerfeldt y Fredrik Akesson, de Opeth, van a estar firmando autógrafos. Por si alguien no conoce a Opeth, diré que en mi opinión es el grupo más interesante del panorama musical actual. No os voy a engañar, no es para todos los gustos, su estilo es principalmente death melódico, pero se mueven por tantos derroteros, bien sea folk, jazz, o lo que caiga, y los fusionan tan bien que os recomiendo que les deis una oportunidad y los escuchéis sin prejuicios. Os llevaréis una grata sorpresa. Oíd, por ejemplo, el tema “Reverie/Harlequin Forest”.
Bueno, ya dejo de intentar convenceros. El caso es que me puse en la cola, los felicité por su trabajo, me hicieron una foto con ellos (bastante mala, por cierto), y aproveché para echarles una foto con mi amigo “el Yonki”, que me pasó una foto suya para que lo sacara junto a algún músico famoso. Teníais que ver las caras de Mikael y Fredrik cuando se lo contaba, jajaja. Aquí está la foto con mi colega (Yonki, no te podrás quejar):
Y ya poco más podía hacer, porque había que prepararse para ir al partido de los Lakers, así que me despedí del NAMM... y de unos policías a caballo que pasaban por ahí. Mirad cómo posan (la del medio no puede dejar de sonreír).
Lamentablemente, del partido de los Lakers contra los Clippers no hay fotos [Nota de Xavi: yo pude sacar una con el móvil, y es la que publicamos aquí abajo], porque en principio no dejaban entrar cámaras, aunque luego sí que se veía por aquí y por allá a gente haciendo fotos, pero qué le vamos a hacer. Intentaré suplir las fotos con palabras.
Lo primero que tengo que decir es que yo no soy muy de baloncesto (ni de ningún otro deporte tampoco, la verdad), así que tampoco iba con demasiadas expectativas. Lo primero que me impresiona es lo grande que es el Staples Center, y lo próximo que se aprecia todo.
Va a empezar el partido, así que nos sentamos. Como en su momento no pudieron comprar las 4 entradas para sitios juntos, las cogieron para estar dos y dos, y por un lado se sientan Xavi y Lluís, y por otro Darwin y yo, aunque en el segundo tiempo nos conseguimos juntar los cuatro porque detrás de Xavi y Lluís había un par de sitios en los que no hay nadie, así que al final estamos la mayor parte del partido juntos.
Pero volvamos al partido en sí. Una cuenta atrás va indicando lo que falta para el inicio. Mientras tanto, en las pantallas gigantes van apareciendo datos de los jugadores, y los propios jugadores diciendo las normas de seguridad, qué está prohibido y qué no, etc. Y salen las cheerleaders. Vaya telita. Todas sin excepción guapas, sonrientes, y bailando sin perder un solo paso. Qué nivel. Cada vez que había una parada en el juego, allá que salían.
Pero no sólo eso, aquí todo es espectáculo: la banda que tocaba en vivo lo hacía genial. Luego en medio de cada ofensiva de los Lakers, estaba en del órgano animando al personal, aunque a este se le iba más el ritmo.
En los descansos entre tiempos, concursos de estos de que si metes canasta desde el medio te dan una pasta y tal. Una pena que no se llevara nadie un premio bien gordo. También iban enfocando al público, que cuando salían en las pantallas se ponían muy contentos y seguían el juego totalmente.
Y ni una pelea entre espectadores, ni un mal rollo, ni un mal tono... en resumen, muy buen ambiente, la verdad. Y sobre el partido... menuda paliza le dieron los Lakers a los Clippers. Por supuesto, íbamos con los Lakers, que para eso juega Gasol. Además, son mejores. Y qué decir de Gasol. En cuanto pisaba la cancha, era no parar. Al final acabó que parecía que le habían echado cubos de agua por encima.
En resumen, una experiencia muy interesante, y por supuesto mucho mejor de lo que esperaría de un partido de baloncesto. Claro, que este tampoco era un partido cualquiera.
Salimos de allí y nos dirigimos a Santa Mónica, aunque entre que es de noche y que hay niebla, no se ve casi nada de la playa. Allí cenamos en un garito del Pier, y de vuelta, que al día siguiente hay que ver algunas cosas en LA, hacer unas compras y coger el camino a Las Vegas.
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