Pasajero en las autopistas de la mente. Relato experime
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Hola. Esta tarde he empezado a escribir este relato extraño. He puesto una parte de lo que escrito a ver si os gusta.
feliz lectura.....
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"Pasajero en las autopistas de la mente"
Por Perversa Fantasía.
Me llamo Jonh Still. Creo tener unos 30 años, pero en estos momentos, no sería capaz de jurarlo. Me hallo entre la oscuridad más absoluta, en un lugar absolutamente limpio de sonido alguno, y creo que hace media hora más o menos que he llegado aquí.
Pero lo peor de todo este asunto, es que no sé de donde he venido, ni donde me encuentro. No veo más que oscuridad a mi alrededor; esta estancia de la cual solo puedo ver el suelo, parece tener unas dimensiones enormes; si mi cordura aún no estuviera viva, afirmaría sin miedo que el tamaño de este lugar es casi infinito. Pero no lo puedo afirmar, o tal vez prefiero no hacerlo de momento.
He caminado durante un rato, y al final he vuelto a sentarme en el suelo. Debería estar nervioso; debería estar aterrado ante la idea de este aislamiento misterioso al que me veo sometido, pero extrañamente mi mente está más bien pasiva, como si no quisiera entrar a valorar demasiadas cosas; al menos de momento.
Mi cuerpo no lleva ropa alguna; estoy desnudo, pero no tengo frío. No tengo un espejo para examinar mi rostro, pero yo diría que no necesito un afeitado. Eso me tranquiliza algo, pues reafirma mi tesis de que acabo de llegar hace poco aquí. Creo que hace una media hora, pero podría ser algo más.
Ahora, desde este suelo gris, parece que me estoy dando cuenta un poco de que debería adentrarme en esta maraña de pensamientos sin respuesta, y de ideas inconexas; debo calibrar la realidad de este asunto, empezar a poner orden en mi azotea. Lo que más me sorprende es lo tranquilo que sigo estando aún. Según mi estado emocional actual, podría pasar perfectamente por un campesino sentado en el sofá de un viejo caserío, intentando echar una siestecilla, mientras su mújer se afeita el bigote en un cuarto de baño de balsosas sucias y decrépitas......Pero no; estoy sentado en el suelo de un lugar que parece infinito, y no sigo sin saber que coño hago aquí.
Veamos, empecemos. Mi ultimo recuerdo, ¿cuál es mi último recuerdo? Bonita pregunta. Pero no tengo respuesta. No sé cual es mi último recuerdo. Tan solo dispongo de un enjambre de sucesos, tal vez sean recuerdos rales o tal vez no; pero son un conjunto de imágenes bastante claras, cuya ubicación en el tiempo desconozco. Son lo único que tengo, un sucedáneo de recuerdos sin etiqueta temporal, que sin embargo intentaré clarificar. De lo contrario mi cordura podría subirse a la noria en cualquier momento. Y eso no sería nada bueno. Desde luego que no.
Entonces.....veamos esas imágenes.....................................
................Empiezo a explorar mi cabeza, y lo primero que visualizo en ella, es un paisaje lúgubre, poblado de estanterías antiguas, mesas repletas de papeles , libros, y sobre todo polvo; mucho polvo. La penumbra baña la sala; cortinas de terciopelo azul censuran la visión del exterior. Y creo estar solo. Estoy sentado en una mesa; hay un libro abierto delante de mi, un libro con fotos extrañas; parecen obras pictóricas abstractas, como esbozos de símbolos y formas de una geometría compleja y perturbadora; se dirían pintadas por un artista psicótico, durante una tarde domingo de total aislamiento social. Los textos que acompañan las fotos están escritos en un idioma que no entiendo; hay vocales que reconozco, pero otras letras son totalmente desconocidas para mi. Ni siquiera creo que pertenezcan a algun idioma arábico, o japonés. Cierro el libro y camino por la sala hasta una puerta de color verdecino. Abro la puerta y me percato de que me tras ella, hay unas escaleras que descienden hasta otras penumbras. Hacia otra sala, tal vez una bodega. Cuando las he bajado me doy cuenta de que no hay bodega alguna. Solo camas; muchas camas. Tal vez unas cincuenta camas alineadas en varias filas. Y las camas no están vacías. Las ocupan cuerpos cubiertos por sábanas azules. El lugar no huele bien; coexisten en él varios aromas de naturaleza desagradable, como de quesos pasados de fecha, o de defecaciones salidas de estómagos maltratados. Estoy nervioso. El contenido de las camas me inquieta; en este recuerdo estoy bastante alterado, y recordarlo ahora parece haber influído en mis emociones, ya ahora también lo estoy en mi realidad actual; pero voy a seguir explorando este lugar mental, esta sala que parece un hospital con huéspedes a la espera de alguna autopsia. Aparte de las camas la sala no tiene muebles ni ninguna otra cosa reseñable. No hay ventanas ni probablemente sistema de ventilación. El papel de las paredes es de un gris mortecino. Deseo descubrir las sábanas de alguna cama pero la sola idea de encontrar en ella algun fiambre me asusta. En un rincón se oyen pasos. Y aprece un extraño personaje, vestido con vaqueros y jersey Lacoste; sus ojos son negros, y su sonrisa se deforma hacia el extremo izquierdo de su rostro, como si alguna cicatriz rasgara parte de su cara.
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Continuará.......
Espero que os haya gustado de momento.