La trampa de la mecanización
A principios del XX se creía que la mecanización del puesto de trabajo sería positiva para todos.
Este es cálculo que hacían los científicos e inventores de la época:
Si un obrero produce 10 lo-que-sea en 8 horas, con la mecanización del puesto podrá producir 10 en dos horas.
Puesto que produce lo mismo en esas dos horas, podemos pagarle lo mismo aunque trabaje sólo la cuarta parte. Trabajando la cuarta parte, todos ganamos el mismo dinero.
En cambio, el cálculo que hicieron los empresarios fue:
Si al mecanizar el puesto ese obrero produce 10 lo-que-sea en sólo dos horas, trabajando 8 producirá 40. El obrero cobrará lo mismo porque trabaja el mismo tiempo, pero el empresario tendrá cuatro veces más producto. Entonces puedo:
Despedir a tres de cada cuatro trabajadores y ahorrarme sus sueldos, porque produzco lo mismo que antes de mecanizar.
No despedir a nadie, producir más, vender más, y ganar más dinero.
El resultado del cálculo es: 1 - El empresario gasta menos en producir, por lo que vendiendo lo mismo gana más. 2 - el empresario tiene más productos que vender, por lo que gana más dinero.
Las consecuencias las vivimos desde hace décadas:
Cada vez menos puestos de trabajo.
Los ricos son cada vez más ricos, porque reducen gastos y aumentan beneficios.