What Time is Love!
Sé que recurro con demasiada frecuencia a The KLF. Pero es que son de las escasas formaciones en la historia de la música popular reciente para las que eso llamado actitud punk va más allá de echarse espuma de afeitar en el pelo.
La antipatía de los europeos por los Estados Unidos es atávica. No vamos aquí a discriminar hasta qué punto merecen realmente esa antipatía, o hasta qué punto es simple envidia. Lo que sí es cierto es que, como en tantas otras cosas, en Inglaterra se rema en otra dirección. Habitantes de Inglaterra y los Estados Unidos se vanaglorian de compartir una misma concepción liberal de la sociedad, y no es extraño que suelan aparecer como aliados en las distintas cuestiones que acontecen en el planeta.
Pero he aquí que The KLF, ingleses ellos, se ven en la necesidad de rodar un videoclip para promocionar uno de sus éxitos al otro lado del océano, y aprovechan la ocasión para lanzar una burla memorable. Para empezar, apelando a la familiaridad, un predicador introduce el tema. Por si en norteamérica no se entiende ese nuevo estilo llamado Trance, un melenudo vocalista del género AOR acude al rescate, repitiendo afectuosamente una y otra vez el estribillo. La estética recurre a los viajes por el limbo de las viejas películas de Ingmar Bergman. La mezcla, en general, es poderosamente indigesta pero, eh, hablamos de un país para el que las alas de pollo son gastronomía.