Sintetizadores

Korg KR-11, una sencilla caja de ritmos de acompañamiento para practicar en cualquier lugar

17/01/2024 por David Baizán | 2 min de lectura

Hace más de medio siglo que Korg se metió en el negocio de fabricar cajas de ritmo. Y aunque en un primer momento se diseñaron como accesorios de acompañamiento, muchas de ellas se adoptaron como herramientas de producción musical por derecho propio. Las cosas han cambiado en las últimas décadas, y con la retahíla de groovebox, samplers creativos, cajas de ritmo de producción, aplicaciones para dispositivos móviles, instrumentos virtuales y librerías de sonidos que tenemos disponibles, este tipo de aparatos rara vez tienen cabida en entornos de creación musical (aunque de todo hay, claro). A pesar de ello, los sistemas de acompañamiento como el KR-11, o los también bastante recientes KR Mini o KR 55 Pro, siguen teniendo demanda entre los músicos que necesitan un equipo sencillo que les ayude a practicar sin demasiadas complicaciones y sin gastar mucho dinero.

Korg KR-11

Y esa es justamente la que propone Korg con su nueva KR-11, ofreciendo un sencillo sistema de acompañamiento rítmico de dimensiones muy reducidas capaz de albergar 126 patrones preprogramados repartidos entre nueve géneros diferentes como Blues, Country, 8 Beat, etc. Los que significa que en cada género encontraremos 14 patrones o variaciones ya listos para practicar. Aunque también es posible crear patrones propios y almacenar hasta 14 en la unidad, que, como se puede ver en las imágenes, ofrece un diseño muy sencillo en el que básicamente solo hay una pequeña pantalla de segmentos, un control de tap tempo y 16 pads que se pueden utilizar para interpretar en vivo o el dial de selección del género.

La nueva KR-11

Korg

Hay también un altavoz incorporado, dos conexiones para pedales con los que disparar sonidos de bombo y hat para asemejar más la interpretación a como sería con una batería, o también para activar y desactivar la reproducción o cambiar de patrón, y un conector minijack para salida de audio o de auriculares con su propio control de volumen. La KR-11 puede funcionar a través de un alimentador eléctrico (no incluido), o gracias a cuatro pilas AA que, según Korg, brindan una autonomía de hasta 18 horas.