Un lavado de cara para los sistemas antipiratería
En el mundo de la música digital y sus fórmulas de distribución, no hay debate más enconado que el de la propiedad intelectual y la idoneidad de que un trabajo esté circulando por la Red libremente. Pero en lo que es muy probable que haya acuerdo tanto entre partidarios como detractores de esa idea es en que las empresas que actúan de policía protegiendo los intereses de algunos artistas y sus discográficas, utilizan un lenguaje y unos métodos ofensivos e ilegibles para un ciudadano de a pie. Vamos, que un aviso citando una ley o una carta en la que se detalla la cuantía de una posible sanción no parece el método más efectivo.
Para cambiar la imagen de los sistemas que monitorizan y frenan la distribución de archivos supuestamente ilegales, la compañía Muso, fundada por el productor Andy Chatterley, ha lanzado un producto que plantea que la lucha contra la piratería debe entenderse como una forma de captar público, no una caza y captura de infractores. Su nuevo servicio invita al usuario a que legalice su copia comprando la canción o el álbum en una tienda digital. También se puede redirigir al usuario hacia un sitio de música a la carta tipo Spotify.
En cualquier caso, si el internauta no reacciona el desenlace es el habitual: borrar el archivo. Independientemente de que lo que ofrece Muso sea efectivo o no, lo que se abre es otro debate, en este caso para los defensores a ultranza del copyright. ¿Un discurso hacia el internauta beligerante o algo con componente didáctico y comprensivo?
Más información en la web de Muso