Melda MTransformer, toda una lección de transformismo tono/frecuencia
La base de este plugin son desplazamientos de tono / frecuencia / formantes. Poder subir o bajar un determinado intervalo, desplazar los formantes, deslizar en frecuencia o estrechar/extender gradualmente el espectro. Esas son las opciones clásicas, repetidas en un buen montón de plugins con distinta complejidad y fortuna. Sobre la base de esas archiconocidas funciones de transformación, Melda extiende casi hasta el infinito las opciones disparando las posibilidades creativas. A cambio, el manual reúne tantas opciones que necesita casi 80 páginas. No se trata sólo de cambiar el tono sin más, o de evitar/provocar las voces de ogros y pitufos.
MTransformer permite modificaciones espectrales con un detalle nada habitual y permite animar esas transformaciones con toda clase de juegos: seguimiento de envolvente, sidechaining, LFOs ultraprogramables, control MIDI, … cabe de todo en este saco.
Permite reubicar cualquier frecuencia/zona del espectro en otra. No se limita a desplazamientos, estiramientos, etc. Podemos crear una curva totalmente personalizada. Otro tanto con los niveles de la señal: también pueden alterarse especificando reglas y mapas de transformación.
Si en lugar de modificaciones estáticas queremos resultados que reaccionen en función del contenido de la señal tratada, tenemos opciones diversas de modulación. Esa es otra de las características de Melda. En todos sus plugins se hace uso de amplísimas y crecientes funciones de modulación. Es típico en Melda que cualquier nuevo elemento que conciben para realizar modulaciones se incorpore a todos sus productos. Y de hecho, este lanzamiento de MTransformer, viene acompañado de una nueva revisión de toda su línea de plugins (las licencias dan acceso de por vida a las actualizaciones).
Para hacer el uso más accesible, MTransformer cuenta con dos formas diferentes de presentación al usuario: ‘easy screen’ y ‘edit’.
'Easy screen’ ofrece un juego preestablecido de modos de uso que corresponde a varias transformaciones típicas que llaman ‘active presets’ porque están acompañadas de un juego de controles reducido y adaptado a cada caso. Leed los nombres en la figura y os haréis una idea de algunas utilidades posibles con MTransformer. Los active presets presentados en color blanco/negro son de propósito general; los verdes para tareas concretas como de-essing, o compresión; los rojos son actuaciones más extremas, más atípicas, como por ejemplo distorsiones marcadas; los azules requieren una señal ‘side chain’ adicional o bien control MIDI. En cada uno de ellos cada control retoca en realidad una combinación específica de múltiples parámetros para conseguir un fin concreto.
El interfaz ‘edit’ permite la edición completa y personalizada. Encontramos controles convencionales como la mezcla dry/wet, controles generales para el cambio de tono, el desplazamiento de frecuencia, la compensación o desplazamiento de los formantes. Hay también controles globales para la intensidad de la transformación, la ganancia, o uno llamado ‘variate’ para aleatorizar en el grado que deseemos la transformación, a menudo generando un efecto de inestabilidad/movimiento que podemos asociar con un chorus o incluso llevar al extremo de una deformación grosera e irreconocible.
Pero sobre todo, el modo ‘edit’ da acceso a los dos gráficos de frecuencia y nivel, en los que podemos especificar (de infinidad de maneras, hay muchas formas de construir esas gráficas) el mapeo entre frecuencias a la entrada y frecuencias a la salida, así como entre niveles de entrada y salida (esto último en línea con lo que sería la especificación de una curva de control de dinámica al estilo de compansores/limitadores). Ambas gráficas, por su libertad, son propensas a generar resultados excesivamente descolocados, así que hay que usarlas con cabeza y oreja: sabiendo qué tipo de consecuencia deseamos obtener y escuchando permanentemente el resultado para ver hasta qué punto se logra y hasta qué punto las contraprestaciones (siempre presentes) son o no admisibles.
Es en el juego con las modulaciones donde más destaca la filosofía Melda. Realizar transformaciones espectrales en función del nivel o de la nota presente en el audio, o bajo control MIDI, puede generar auténticas locuras pero con significado, asociadas a algún tipo de mensaje o intención musical y no simple caos añadido. Las actuaciones con LFOs y vinculadas al tempo, más de lo mismo.
Cualquier parámetro del plugin puede modularse desde un seguidor de nivel, o con generadores de envolvente lanzados desde un detector de ataques/finales de nota o frase sobre el propio audio, o LFOs que podemos programar con enorme detalle incluso en su forma de onda. Podemos incluso extraer y usar la información de la nota que está presente en el audio en cada momento para hacer transformaciones que dependan de la nota que está sonando. Hasta 4 moduladores, de cualquiera de esos tipos, pueden estar operando simultáneamente. Y todos ellos permiten muchísimo detalle, pensad por ejemplo que en los elementos que analizan la señal no faltan filtros que focalicen la atención sobre una banda concreta.
Es también posible realizar control vía MIDI de los parámetros. Podemos también crear varios 'multiparameter', que permiten con un mismo controlador en pantalla (o bien vía MIDI) estar gobernando a la vez varios parámetros de forma combinada.
Como cualquier procesamiento espectral, el compromiso tiempo/frecuencia está presente. Para tener una representación espectral detallada necesitamos trabajar con buffers largos de señal, que introducen latencia significativa y que además ‘emborronan’ los eventos de corta duración. Por ello tenemos control sobre el tamaño de los buffers entre 256 y 16384 muestras (por defecto 2048) y también sobre el salto temporal entre la obtención de sucesivas caracterizaciones espectrales (entre 1 y 100 ms, con 25 ms por defecto).
En definitiva un territorio vastísimo por explorar, como es habitual en Melda, a cuyos plugins siempre miro con especial cariño, es cierto. Pueden atemorizar en un primer contacto, de tan desbordante que es su capacidad. Pero una vez que se conocen se descubre muchos elementos comunes entre unos y otros y una ambición de ofrecer amplísimo control en donde otros se limitan a ofrecer resumidas en un mínimo de opciones en una sola pantalla las soluciones más estándar. En común con sus hermanos de Melda, hay opciones de oversampling hasta x16, las presentaciones en pantalla son ‘resizable’ y pueden ajustarse al tamaño que nos convenga, puede operar en Mono / Estéreo / MidSide / Surround 7+1, y está disponible en VST, VST3, AU and AAX, pudiendo ser usado tanto en Win como OSX, 32 y 64 bits.
El precio de lanzamiento es de 29€ que pasarán a ser 69 como precio final.
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