Solid State Logic PlateVerb: SSL inaugura una nueva gama de plugins de reverb
Solid State Logic ha desarrollado un buen número de plugins en los últimos años, que en su mayoría se han centrado en emular componentes hardware propios de la compañía. Pero en su último lanzamiento, los británicos han preferido cambiar de dirección y presentar PlateVerb, un complemento de reverb de placas de estilo clásico incorporando también algunas modernidades más adecuadas a las tareas de producción de nuestros días.
Solid State Logic PlateVerb
Aunque su página web no da más detalles sobre los procesadores que llegarán más adelante, Solid State Logic deja claro que PlateVerb es solo el primero de una nueva gama boutique de plugins de reverberación. Y viendo que este se especializa en la tecnología de placas, no es descabellado pensar que los siguientes se centrarán también en otros sistemas específicos, como la reverb de muelles o la reverb de cámara.
Pero poniendo atención en PlateVerb, que ya está a la venta, lo que tenemos es un plugin en formato pedal virtual que oculta un algoritmo de reverberación de placas capaz de generar tiempos de relajación de entre 100 milisegundos y 3 segundos, pensado para crear desde ambientes sutiles y naturales, a efectos de reverberación mucho más densos perfectos para procesaros voces, baterías y sintetizadores. Y siempre tratando de ofrecer una gran calidad de sonido y latencias ultrajabas.
La interfaz, mucho más sencilla a lo que SSL nos tiene acostumbrados, aunque igualmente bien trabajada, da acceso a algo más de una decena de controles desde los que se pueden ajustar el tiempo de la reverb, el tamaño, la densidad, el color, el predelay, la ecualización, etc. Además, desde SSL hacen especial hincapié en las capacidades de procesamiento sidechain internas y externas de su nuevo plugin.
Precio y disponibilidad
PlateVerb ya está disponible para Windows y macOS en formatos VST2, VST3, AU y AAX, a un precio oficial de 99 € más impuestos.
Más información: Solid State Logic
Comunicador incansable en materia de tecnología musical. Dicen por ahí que de niño se cayó en una marmita llena de osciladores de baja frecuencia.
