Teenage Engineering PO-80 Record Factory, un kit para grabar tus propios vinilos de 5 pulgadas
Teenage Enginering nunca decepciona. Si los suecos ya tienen un catálogo lleno de rarezas destinadas a la creación musical, ahora presentan una más: PO-80 Record Factory. Un kit para montar un grabador de vinilos portátil para crear discos de 5 pulgadas. Y lo de montar es literal, así que no os dejéis engañar por la apariencia de “juguete”, porque la propia TE especifica en su web que, debido a que contiene muchas piezas pequeñas, no es apto para niños de 0 a 12 años.
Teenage Engineering PO-80 Record Factory
El nuevo PO-80 Record Factory es, en esencia, un grabador (en mono) de discos de vinilo de 5 pulgadas. Y para ello cuenta con una entrada de audio en uno de sus laterales, y no me queda del todo claro si la conexión USB, más allá de alimentar el susodicho eléctricamente, también tiene alguna utilidad adicional relacionada con la grabación (pero diría que no, aunque en un medio he visto que sí). Además hay también un altavoz lo-fi incorporado y una salida de audio para conectarle altavoces externos, si se desea. Para empezar a grabar nada más acabar de montarlo, Teenage Enginering incluye 6 discos vírgenes, cada uno de ellos con una capacidad de hasta 4 minutos a 33 rpm, y de hasta 3 minutos a 45 rpm. Una vez utilizados esos discos, el fabricante ofrece paquetes de 10 vinilos de 5 pulgadas adicionales, a un precio de 20€ cada paquete.
Y para aseguraros de que todo está como debe estar antes de grabar, Teenage Enginering ha habilitado una “sala de masterización” en la página del producto, desde la que se pueden aplicar tres tipos de ecualización para optimizar el resultado. Adicionalmente, el PO-80 Record Factory también puede reproducir vinilos de hasta 7 pulgadas, gracias a un adaptador incluido en el kit.
Precio y disponibilidad
El nuevo PO-80 Record Factory ya está disponible desde la tienda de Teenage Engineering por 149€.
Más información: Teenage Engineering
Comunicador incansable en materia de tecnología musical. Dicen por ahí que de niño se cayó en una marmita llena de osciladores de baja frecuencia.
