1
1
Kawai K5m (1987)
Opiniones de usuario (2)
-
Lo mejor: ocupa menos lugar que el teclado
Lo peor: las salidas de audio están arriba
El K5m, al igual que el k5, permite crear sonidos desde cero, por lo que para mi gusto son los sintetizadores que suelen soportar el paso del tiempo. Claro que es limitado, pero para algunos sonidos tipo 8 bits está muy bien. De hecho hay un banco que trae muchos sonidos de consolas antiguas.
Bastante flojos en graves y en agudos, puede ser del agrado de alguien su sonido.
Para el que busca sonidos realistas este no es su sintetizador. Solo para el entusiasta que se permite pasar el tiempo tocando parámetros.
Últimas opiniones de equipo Ver todas
Lo mejor: La expresividad de algunos de los sonidos
Lo peor: Su pantalla
Es un aparato difícil de manejar con 126 formantes que pueden agruparse en hasta 6 grupos y compartir envolventes. Es un sinte capaz de sonidos únicos y muy expresivos. Su arquitectura de síntesis, no obstante, queda muy lejos de su heredero el K5000 que lo supera en todo.
Por su propio diseño, sus bajos y agudos se quedan muy cortos y, en general, todos sus timbres resultan bastante lo-fi, aunque con carácter. Sus salidas son algo ruidosas y con escaso rango dinámico. Mejores las salidas individuales que la salida MIX.
Lo que menos me gusta del K5m es su pantalla: enorme para la época, con gráficos explicativos y con mucha información... pero con una pésima visibilidad, contraste y ángulo de visión. Hay que dejarse los ojos para editarlo directamente... o usar un editor software.
Quien busque sonidos realistas, que mire en otra parte, aunque para su tiempo (en la que lo más realista que había era un DX7) estaba en general muy por encima de la media. Desde luego, no puede competir con ningún sinte S+S en realismo, aunque hay que recordar que estamos hablando de un sinte de 1985.
Su polifonía llega a las 32 voces y permite hasta 15 partes multitímbricas lo que, de nuevo, estaba muy por encima de la media de su competencia.
Es un sinte, en general, curioso, pero no se lo recomedaría a nadie que no le gustaran los sintes de manera enfermiza y que realmente disfrute con trastos raros.