El caballo de batalla de Kawai para escenario. Sin embargo pocos vamos a poder permitirnos cargar los 32.5kg de peso a actuaciones de medio y bajo presupuesto.
Dese luego lo mejor es la tecla: una recreación del tacto de piano real, basada en la propia mecánica del piano. Se siente realmente cómodo y tiene una respuesta muy delicada, quizá blanda para los que se acostumbraron a modelos anteriores de Kawai, pero desde luego muy realista.
El sonido es cuestión de gustos, las muestras son excelentes y llevan añadidos los ruidos del mecanismo para mayor realismo. El control de edición de sonido y la posibilidad de variación de tales ruidos, así como la velocidad de respuesta del sonido o la afinación hace que uno pueda ajustar al detalle y al gusto el sonido final. La interfaz es también un punto a favor, ya que las tres partes multitímbricas se activan/desactivan con un simple click a cada sección (tres: pianos acústicos, pianos eléctricos, y "sub" selección de cuerdas, pads, vibes, claves y bajos); o los accesos a la edición fina, la grabadora MIDI/audio, el metrónomo, el EQ están todos tras click de botón directo.
Es divertido jugar con la variada combinación de sonidos combinados que ya trae de fábrica en multitud de bancos disponibles (8 memorias x 26 bancos, no todos preprogramados, lo que permite su uso para memorias de usuario)
La construcción es impecable. Un acabado sólido que invita al uso y abuso.
En mi opinión, no hay alternativa digital "portátil" mejor que esta, sin embargo admito que la compleja combinación de tacto, respuesta y sonido puede hacer preferir otras opciones. En esta gama, ninguno es realmente mala compra.
Lo mejor: El tacto
Lo peor: El peso
Dese luego lo mejor es la tecla: una recreación del tacto de piano real, basada en la propia mecánica del piano. Se siente realmente cómodo y tiene una respuesta muy delicada, quizá blanda para los que se acostumbraron a modelos anteriores de Kawai, pero desde luego muy realista.
El sonido es cuestión de gustos, las muestras son excelentes y llevan añadidos los ruidos del mecanismo para mayor realismo. El control de edición de sonido y la posibilidad de variación de tales ruidos, así como la velocidad de respuesta del sonido o la afinación hace que uno pueda ajustar al detalle y al gusto el sonido final. La interfaz es también un punto a favor, ya que las tres partes multitímbricas se activan/desactivan con un simple click a cada sección (tres: pianos acústicos, pianos eléctricos, y "sub" selección de cuerdas, pads, vibes, claves y bajos); o los accesos a la edición fina, la grabadora MIDI/audio, el metrónomo, el EQ están todos tras click de botón directo.
Es divertido jugar con la variada combinación de sonidos combinados que ya trae de fábrica en multitud de bancos disponibles (8 memorias x 26 bancos, no todos preprogramados, lo que permite su uso para memorias de usuario)
La construcción es impecable. Un acabado sólido que invita al uso y abuso.
En mi opinión, no hay alternativa digital "portátil" mejor que esta, sin embargo admito que la compleja combinación de tacto, respuesta y sonido puede hacer preferir otras opciones. En esta gama, ninguno es realmente mala compra.