Datos de la unidad comentada
| Año de fabricación: 2009 | Precio pagado: 1 € (usado)
Como heredero moderno el clásico Model D, el sonido del Voyager se caracteriza por ser cálido y expresivo, entrando en cualquier mezcla y estilo musical como mantequilla.
A pesar de ser monofónico, es tremendamente versátil, ofreciendo un montón de controles a tiempo real, sin necesidad de menús, con knobs grandes y cómodos distribuidos en una interfaz clásica y ordenada, lo que lo hace adecuado para la interpretación en vivo.
La construcción es básicamente inmejorable, con acabados en madera y metal, lo que garantiza un producto durable durante décadas (en mi caso ya casi 15 años y sin problemas). El tacto del teclado es también excelente.
Además, la inclusión de MIDI y guardado de presets lo convierten en un sintetizador de directo perfecto, a lo que suma el amplio panel táctil central, que multiplica geométricamente la expresividad del sintetizador, y la posibilidad de conectividad por CV en la parte superior del panel abren el campo a la experimentación o agregar nuevas funciones a las que resultaría imposible de acceder con el enrutamiento interno por defecto.
Por ponerle una pega, hay que indicar el Moog Voyager pesa mucho, pero una buena construcción y arquitectura tiene este pequeño pero.
Lo mejor: Capacidad modular y pantalla táctil.
Lo peor: Su peso, por ponerle una pega...
A pesar de ser monofónico, es tremendamente versátil, ofreciendo un montón de controles a tiempo real, sin necesidad de menús, con knobs grandes y cómodos distribuidos en una interfaz clásica y ordenada, lo que lo hace adecuado para la interpretación en vivo.
La construcción es básicamente inmejorable, con acabados en madera y metal, lo que garantiza un producto durable durante décadas (en mi caso ya casi 15 años y sin problemas). El tacto del teclado es también excelente.
Además, la inclusión de MIDI y guardado de presets lo convierten en un sintetizador de directo perfecto, a lo que suma el amplio panel táctil central, que multiplica geométricamente la expresividad del sintetizador, y la posibilidad de conectividad por CV en la parte superior del panel abren el campo a la experimentación o agregar nuevas funciones a las que resultaría imposible de acceder con el enrutamiento interno por defecto.
Por ponerle una pega, hay que indicar el Moog Voyager pesa mucho, pero una buena construcción y arquitectura tiene este pequeño pero.