Lo peor: La goma lateral dificulta el acceso a las ruedas de modulación. Es un sinte delicado. Precio actual
Datos de la unidad comentada
| Año de fabricación: 1983
Oxford OSCar, un sintetizador amado y odiado, siempre tuve una gran curiosidad por probarlo, porque las demos al final son muy subjetivas, pero desde que lo tengo tengo que reconocer que estoy loco loquísimo con él, es una máquina realmente increíble que la saca los colores a la mayoría de los monofónicos que tengo (y tengo unos cuantos!)
Usado por gente como Jean-Michel Jarre, Ultravox, Keith Emerson o mi adorado Stevie Wonder, el Oxford OSCar, creado por el recientemente fallecido Chris Huggett , es un sinte duofónico de 37 teclas que se comercializó entre 1983-1985, añadiendo ciertas mejoras con cada versión. El modelo que yo tengo es de las últimos, con MIDI (in, out y thru) y 24 memorias de presets (si, presets!) Se fabricaron en torno a 2000 unidades, aunque hay quien dice que fueron menos de 500, no lo sé realmente, lo cierto es que los precios se van disparando con esta fiebre vintage.
El OSCar es muy especial, yo diría que un adelantado a su época. Por hacer una definición muy genérica sería casi como mezclar un Minimoog con un PPG, porque es un sinte que a pesar de estar basado en microprocesadores digitales puede sonar MUY analógico y por el contrario puede sacar sonidos muy digitales con sus waveforms editables. Drones, efectos, bajos tremendos, leads elegantes... la versatilidad es tremenda.
Tiene dos osciladores (DCO) que pueden variar en 5 octavas y ajuste fino de afinación. Cada oscilador se puede transponer en semitonos. Tienen las formas de onda típica como triángulo, sierra, cuadrado, PWM y la gran novedad en un sinte de este tipo, un sistema digital de síntesis aditiva con waveforms editables, con lo cual las posibilidades en sonido son casi infinitas.
Trae las típicas envolventes ADSR para volumen y filtro... ese peaso de filtro.
Y es que el filtro es la gran baza de este sinte, madre de dios, puedes tirar tabiques, ahuyentar perros y hasta mosquitos, es BRUTAL. Tiene un curioso control de “separación” del filtro con el que se consiguen resonancias muy curiosas, jugando con ese knob parece que pudieras hacer “cantar” ciertos sonidos.
Es tan evidente el poder del filtro en este sinte que en vez de volumen tiene un knob llamado Filter Drive. Al principio me mosqueaba un poco que ciertos sonidos saturaban mucho (de manera musical se entiende), pero precisamente con ese knob de Filter Drive y presionando un botón a la vez, puedes ajustar la intensidad.
Tiene secuenciador, aún no lo he probado, pero imagino que será lo típico de la época.
En salidas es escueto, un Trigger in que (creo) sirve también para exportar a cassette, y una salida de audio.
El OSCar estéticamente es tan feo que es precioso, tiene esas gomas negras características que separan las diferentes secciones (tienden a estropearse). Esas gomas en el lateral izquierdo hacen que el acceso a las dos ruedas de modulación sea bastante incómodo.
A primer golpe de vista puede asustar un poco por la gran cantidad de parámetros impresos en el panel, pero es bastante sencillo, no hay nada que no se solucione mirando un poco el manual por encima.
Supuestamente es un sintetizador delicado e inestable. El mío de momento funciona como un tiro, es intuitivo, divertido, versátil y adictivo, un sintetizador digital que suena más analógico que muchos analogicos.
Todo un hallazgo, probablemente sea por la novedad y el calentón, pero creo que si lo hubiera tenido antes no hubiera comprado muchos de los monofónicos que tengo.
Lo mejor: El filtro, el sonido y la versatilidad
Lo peor: La goma lateral dificulta el acceso a las ruedas de modulación. Es un sinte delicado. Precio actual
Usado por gente como Jean-Michel Jarre, Ultravox, Keith Emerson o mi adorado Stevie Wonder, el Oxford OSCar, creado por el recientemente fallecido Chris Huggett , es un sinte duofónico de 37 teclas que se comercializó entre 1983-1985, añadiendo ciertas mejoras con cada versión. El modelo que yo tengo es de las últimos, con MIDI (in, out y thru) y 24 memorias de presets (si, presets!) Se fabricaron en torno a 2000 unidades, aunque hay quien dice que fueron menos de 500, no lo sé realmente, lo cierto es que los precios se van disparando con esta fiebre vintage.
El OSCar es muy especial, yo diría que un adelantado a su época. Por hacer una definición muy genérica sería casi como mezclar un Minimoog con un PPG, porque es un sinte que a pesar de estar basado en microprocesadores digitales puede sonar MUY analógico y por el contrario puede sacar sonidos muy digitales con sus waveforms editables. Drones, efectos, bajos tremendos, leads elegantes... la versatilidad es tremenda.
Tiene dos osciladores (DCO) que pueden variar en 5 octavas y ajuste fino de afinación. Cada oscilador se puede transponer en semitonos. Tienen las formas de onda típica como triángulo, sierra, cuadrado, PWM y la gran novedad en un sinte de este tipo, un sistema digital de síntesis aditiva con waveforms editables, con lo cual las posibilidades en sonido son casi infinitas.
Trae las típicas envolventes ADSR para volumen y filtro... ese peaso de filtro.
Y es que el filtro es la gran baza de este sinte, madre de dios, puedes tirar tabiques, ahuyentar perros y hasta mosquitos, es BRUTAL. Tiene un curioso control de “separación” del filtro con el que se consiguen resonancias muy curiosas, jugando con ese knob parece que pudieras hacer “cantar” ciertos sonidos.
Es tan evidente el poder del filtro en este sinte que en vez de volumen tiene un knob llamado Filter Drive. Al principio me mosqueaba un poco que ciertos sonidos saturaban mucho (de manera musical se entiende), pero precisamente con ese knob de Filter Drive y presionando un botón a la vez, puedes ajustar la intensidad.
Tiene secuenciador, aún no lo he probado, pero imagino que será lo típico de la época.
En salidas es escueto, un Trigger in que (creo) sirve también para exportar a cassette, y una salida de audio.
El OSCar estéticamente es tan feo que es precioso, tiene esas gomas negras características que separan las diferentes secciones (tienden a estropearse). Esas gomas en el lateral izquierdo hacen que el acceso a las dos ruedas de modulación sea bastante incómodo.
A primer golpe de vista puede asustar un poco por la gran cantidad de parámetros impresos en el panel, pero es bastante sencillo, no hay nada que no se solucione mirando un poco el manual por encima.
Supuestamente es un sintetizador delicado e inestable. El mío de momento funciona como un tiro, es intuitivo, divertido, versátil y adictivo, un sintetizador digital que suena más analógico que muchos analogicos.
Todo un hallazgo, probablemente sea por la novedad y el calentón, pero creo que si lo hubiera tenido antes no hubiera comprado muchos de los monofónicos que tengo.